Conocimiento sensible kant

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento kantiana se halla de la obra capital de Kant, la Crítica de la razón pura, a la que pertenece el texto que comentamos///

1Planteamiento del problema del conocimiento


En los Prólogos y la Introducción, Kant expone que se hizo consciente de la insuficiencia de la metafísica de su tiempo para fundamentar el auténtico conocimiento: la física newtoniana. En consecuencia, rechazó las dos grandes soluciones de su época, las cuales impedían comprender y justificar el conocimiento: el racionalismo, que no alcanzaba la realidad (lo empírico), y el empirismo, que negaba la causalidad. Kant muestra que, para que haya ciencia, se requiere que haya una ampliación del conocimiento a partir de lo sensible, y que sea un conocimiento universal y necesario; éste se realiza en los juicios a priori.

2La estética transcendental


Kant comienza su investigación por la “sensibilidad”: Capacidad de recibir representaciones al ser afectados por los objetos. Por tanto, solo conocemos lo que recibimos del exterior, quedando las cosas en sí fuera de nuestro conocimiento. Este planteamiento implica tres cosas: 1) Los objetos en sí son desconocidos 2) Solo conozco mi experencia y 3) Sé que los objetos existen, pero solo en la medida en que me son dados en la sensibilidad.

Respecto a la sensibilidad, Kant sostiene que las formas de ésta son el espacio (forma de sensibilidad externa) y el tiempo (forma de sensibilidad interna) y, por tanto, no existen como realidades exteriores. Para defender esta idea se basa en que todos los fenómenos (lo conocido a nivel sensible) los conocemos espacio-temporalmente, no pudiendo proceder de fuera esa universalidad. A estas formas que solo pueden proceder del sujeto Kant las llama formas a priori
. Así pues, el sujeto recibe las intuiciones sensibles y las organiza espacial y temporal en el nivel sensible. Esta organización la llamamos “fenómeno” (aparecer).

 En resumen, tenemos una capacidad receptiva, que recibe sensaciones a partir del noúmeno (cosa en sí que no podemos conocer pero sí pensar), y una organización de dichas sensaciones por las formas puras a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo); llamando fenómeno a esa nueva realidad ya estructurada. Esta doctrina recibirá el nombre de “Idealismo transcendental”.


La analítica transcendental


En la “Analítica de los conceptos”, Kant expone que, para que haya conocimiento en sentido pleno, tiene que darse la unión de intuición sensible (aporta el contenido del pensamiento, la materia) y entendimiento (aporta la estructura, la forma). Es decir, es necesario que la intuición sensible (el fenómeno) sea pensada mediante las formas del entendimiento: “Sin sensibilidad, no nos sería dado objeto alguno; y sin entendimiento, ninguno sería pensado”.

Cabe aclarar que, para Kant, “pensar” en los objetos sin hacer referencia a la experiencia no nos da conocimiento (es algo puramente vacío). Por tanto, hay que distinguir entre “conocer” y “pensar”: conocemos los objetos gracias a la unión de conceptos e intuiciones, mientras que pensamos las condiciones del conocimiento. Por tanto, si no hay intuiciones, no hay conocimientos.

También en esta “Analítica de los conceptos”, Kant lleva a cabo una deducción de los conceptos puros del entendimiento (formas a priori), a los que llama “categorías”. Éstas son los distintos tipos de acciones que el entendimiento realiza para dar forma a los fenómenos y Kant extrajo 12 a partir de la clasificación de los juicios según su forma. Por todo ello, Kant afirma que “los fenómenos sin categorías son ciego y las categorías sin fenómenos son vacías”, deduciendo de ahí la regla fundamental sobre el uso de las categorías: solo pueden aplicarse a los fenómenos para unificarlos, siendo su único uso legítimo el uso empírico.

Así pues, no es la realidad la que conforma nuestro entendimiento, sino que somos nosotros los que ordenamos esos datos mediante formas a priori del entendimiento; solo así puede explicarse la universalidad y necesidad de las ciencias. Por tanto, gracias a las categorías a priori construimos los juicios sintéticos a priori de las matemáticas y de la física, quedando ésta última justificada en la analítica transcendental. A su vez, la estética transcendental ha fundado la geometría y la aritmética.

No obstante, Kant no solo indaga en los conceptos del entendimiento , sino también sus primeros principios (o, simplemente, principios), que equivaldrían a los primeros juicios del entendimiento, que son juicios mediante los que se definen las categorías o se establecen las reglas que regulan su uso. Éstos los establece este autor en su “Analítica de los principios”, defendiendo que la lógica transcendental no puede limitarse a los conceptos, sino que también tiene que tratar los juicios (los primeros principios).

Con ello, y para concluir, Kant considera que cierra todo su sistema relativo al conocimiento empírico del entendimiento, conocimiento fruto de la unión de conceptos e intuiciones, según la regulación establecida por los principios.

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