Comparación John stuart mill

LAS DIFERENTES TEORÍAS ÉTICAS

A lo largo del tiempo y en los distintos lugares, han ido surgiendo diversas concepciones morales del bien y del mal, consecuencia lógica de los diferentes modos de concebir a la persona y de estimar su valor y dignidad.

La ética tiene, por tanto, una historia y contempla todo un amplio conjunto de concepciones morales, de diferentes códigos de conducta, en función del descubrimiento, exaltación u olvido de unos u otros valores humanos.

Aunque hay muchas teorías éticas podemos distinguir dos grandes grupos:

I.  Las éticas de los fines, que ,básicamente parten de una pregunta:¿Cuál es el fin hacia el que orientamos nuestras acciones? Se interesan por el fin o las consecuencias de que disfrutaremos si seguimos una serie de normas. La búsqueda de la felicidad es el objetivo sobre el que reflexionan los primeros pensadores griegos como Aristóteles o Epicuro y que , luego reivindican pensadores modernos como Hume o Stuart Mill

II.  La éticas del deber no se preguntan qué nos hace felices, sino a qué estamos obligados como seres dotados de razón. Estas teorías parten de la pregunta ¿cuál es nuestro deber?
No están interesados tanto por las consecuencias, sino por lo que la razón dicta qué es lo más justo.


1´EL EUDEMONISMO: ARISTÖTELES

Aristóteles (384-322 a. C) escribíó los primeros tratados sistemáticos de ética en las que expone aquello que explica el comportamiento moral de las personas

Su teoría ética defiende que el fin último del ser humano, lo que explica su comportamiento moral es alcanzar la felicidad.
:, Felicidad es eudaimonía en griego; de ahí el término Eudemonismo( para referirse a su doctrina ética..

Para el ser humano la felicidad consiste en el ejercicio de la actividad de la razón, en la actividad intelectual

Pero, Aristóteles trata de corregir y ampliar las doctrinas de Sócrates y Platón. El error de Sócrates consistíó en identificar el conocimiento del bien con el hecho de hacer el bien, ignorando que las pasiones existentes nos hacen obrar muchas veces de otra manera distinta a como pensamos: el conocer algo no lleva automáticamente a realizarlo


I  ÉTICAS DE LOS FINES O DE LA FELICIDAD

ANTECEDENTES

La ética como disciplina sistemática aparece en Grecia en el siglo V a. C

Como antecedentes claros están la aparición de la democracia y la aparición del alfabeto.

En Atenas, en el siglo. V a C, aparece una nueva forma de organización socia: la democracia, cuyo órgano de decisión, la asamblea, posibilita una igual capacidad de participación de todos los ciudadanos los cuales pueden tomar parte mediante su voto en la formulación de cuestiones fundamentales de la ciudad, como la promulgación de leyes, y una  igualdad efectiva ante esas leyes.

La aparición del alfabeto facilita el que se pueda llegar a una reflexión y a una sistematización del conocimiento, que tenga un alcance mucho mayor que anteriormente, tanto teórico: la sabiduría, ; como práctico: la acción y el comportamiento, y eso es lo que lleva a la aparición y acercamiento a todos los ciudadanos de obras escritas en donde se reflexiona tanto sobre la sabiduría teórica: la Filosofía, como la sabiduría práctica:La Ética


El primer pensador que nos habla de ética nace precisamente en Atenas y va a reflexionar acerca del ser humano, aunque aún no lo deje puesto por escrito, (será su discípulo Platón quien lo haga, y, por tanto, quien nos transmita su pensamiento) es un personaje llamado Sócrates.


ÉTICA SOCRÁTICA

Sócrates (469-3999 a C) nacíó en Atenas y es considerado como el fundador de la Ética en Occidente. Centró su reflexión en el conocimiento del hombre – Conócete a ti mismo- era el lema de su escuela- y en el descubrimiento de la verdad y del bien, llegando a ser el primero que tiene en cuenta la conciencia moral como guía de nuestra vida. El bien es siempre efecto de la sabiduría y el mal lo es de la ignorancia.

Concebía la educación como la formación integral del individuo, como una búsqueda incansable de la verdad y de la virtud, cualidades éstas que podían enseñarse, y por tanto, aprenderse. Y adopta una actitud universal y objetiva frente al relativismo

2.1. Ética EMOTIVISTA : Hume

David Hume (1711-1776) considera que la percepción moral no es cosa del entendimiento sino de los gustos o sentimientos. No se puede demostrar que algo es bueno o es malo mediante un argumento racional. La razón no es maestra de la pasiones, en todo caso la razón es esclava de las pasiones. Esas pasiones pueden ser:
placer, dolor, miedo, esperanza, amor … Así pues, la acción voluntaria o conducta se derivaría no de la obediencia a un principio o a un razonamiento sino de la expectación de la aparición de un sentimiento de placer o displacer.


EL HEDONISMO: EPICURO

Hedonismo (del griego hedoné, placer) es la doctrina ética que sitúa en el placer el ideal y el fin de la vida humana, entendiendo que el placer constituye el bien máximo a que puede aspirar el hombre, su máxima felicidad

Epicuro (341? – 270): Nacíó en Samos, A los 35 años se trasladó a Atenas, donde fundó una escuela denominada «EL Jardín», en la que se cultivaba la amistad y se impartían enseñanzas con el tema fundamental del placer como principio y fin de una vida feliz

– La fuente primera de la moralidad se encuentra en la sensación de placer y en la huida del dolor , circunstancias en las que el hombre coincide con los animales.

EL EUDEMONISMO CRISTIANO: SANTO TOMÁS DE AQUINO

Tomás de Aquino(1225-1274): Nacido en Roccaseca, cerca de Nápoles, fue religioso dominico y desarrolló una gran labor docente en las Universidades de Colonia, París y Roma. Hombre de gran capacidad de trabajo y extraordinaria actividad intelectual, interpretó el pensamiento aristotélico y se basó en él para la elaboración de la Ética y la Moral cristianas Así pues, es una ética eudemonista como la de Aristóteles. Entre sus numerosas obras teológicas y filosóficas, escritas en latín, destaca «Suma Teológica»La moral tomista está basada en la noción del fin último del hombre, que no es otro que la contemplación de Dios;
Y en el deseo de felicidad
.


2..2 LOS UTILITARISMOS: BENTHAM Y STUART MILL

En los inicios del S. XIX surgíó en Gran Bretaña una nueva doctrina ética denominada utilitarismo, que venía a constituir una concepción moderadamente hedonista de la conducta humana.

Utilitarismo es la doctrina ética que identifica el bien con lo útil, y el mal con todo aquello que no reporta ninguna utilidad para la vida.. Sus máximos representantes son Jeremy Bentham y J. Stuart Mill.


– Jeremy Bentham (1748 – 1832): Nacido en Londres, fue el iniciador del utilitarismo moral, concibiéndolo bajo una dimensión social. Según él, la primera y principal norma ética consiste en la obligación de conseguir «la máxima felicidad para el mayor número posible de personas», dando por supuesto que la felicidad de todos incluye la felicidad de cada uno.


– Stuart Mill (1806 – 1873): Nacido en Londres, expuso su doctrina en la obra «Utilitarismo», editada en 1863. En ella manifestaba que el hombre es egoísta por naturaleza y que una buena forma de encauzar dicho egoísmo es perseguir la utilidad, tanto la propia como la ajena:«Buscando la utilidad de sus acciones el hombre regula su natural egoísmo, al tiempo que supera la ética del puro placer». Mill señalaba que los placeres intelectuales o artísticos son superiores a los placeres sensibles, lo que le llevaría a afirmar: » Es preferible un Sócrates insatisfecho a un puerco satisfecho». Asimismo aseguraba que las acciones humanas han de buscar no sólo la utilidad individual o personal, sino también, preferentemente- la utilidad colectiva o social.

La gran diferencia entre las doctrinas de estos dos pensadores es que , mientras Bentham defendíó un utilitarismo social de carácter egoísta, basado en que la felicidad social implica la felicidad personal, Stuart Mill propugnó un utilitarismo social de carácter altruista, según el cual debe realizarse todo aquello que es útil para la sociedad, prescindiendo de sus repercusiones en la propia utilidad.

EL FORMALISMO KANTIANO

Son aquellas éticas que tratan de dar un carácter universal a la moral y no un contenido concreto a la moral. . La más famosa es la del filósofo alemán del Siglo XVII, Enmanuel Kant nos propone la siguiente norma: «Obra de tal forma que la norma que rija tu acción puedas desear que se transforme en norma para todos». De esta forma Kant evita darnos un contenido concreto (no nos dice ni que busquemos el placer, ni que busquemos la felicidad, no nos dice nada en concreto), pues cree que sólo así la moral puede ser igual para toda la Humanidad, esto es, universal.

VITALISMO: Friederich Nietzsche (1844 – 1900): Nacido en Röcken, Alemania, su doctrina filosófica arranca de la exaltación de la voluntad como esencia suprema de la naturaleza humana que no conoce el bien ni el mal. De este modo, al invalidar la moral establecida, revoluciona los valores de la cultura occidental, calificándose a sí mismo como «el primer inmoralista que ha anunciado a los hombres una filosofía libre de la moral hipócrita»


LOS EXISTENCIALISMOS:


Soren Kierkegard


Afirma que no importa el contenido de la ética sino la actitud, el talante, la forma, el cómo de las acciones morales de cada individuo, que son buenas no por otra cosa que por la sinceridad, la seriedad, la decisión que se ponga en la elección: Esto es lo que él llama el «grado de autenticidad»

Fiederich Nietzsche:


prepara también el camino del formalismo existencialista al sacar las consecuencias de su postura atea. Su afirmación «Dios ha muerto», no es sólo una opinión sino la destrucción de las bases en que se venía apoyando la metafísica y la ética.. «Dios ha muerto» significa que hay que empezar de nuevo y de cero. Hay que construir sobre nuevas bases, todo lo anterior no sirve ya.

El existencialismo:
es una corriente filosófica ,del Siglo XX que se caracteriza, y de ahí recibe su nombre, por anteponer la existencia a la esencia:
el hombre primero es y después alcanza su definición con lo que hace. Su máximo representante , el francés Jean Paúl Sartre, apoyado, en su tesis de la libertad del hombre y en un ateísmo radical, afirma que al hombre no le queda otra fuente de justificación de sus acciones que la voluntad.
Cualquiera que lo justifique en otra cosa es un «hombre de mala fe»

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