Como demuestra San Agustín la existencia de Dios

San Agustín


Es un filósofo perteneciente al inicio de la alta Edad Media, periodo en el que el cristianismo era la religión predominante. Fue un gran defensor de la Patrística, la cual unía fe y razón de forma que cada una debía apoyarse en la otra. Es el primero que sintetiza el pensamiento judeocristiano y el pensamiento griego, inspirándose sobre todo en la obra de Platón, y añade que el hombre solo puede alcanzar la felicidad a través de la razón, que se lleva a cabo con el uso de la filosofía, y con la fe, la cual se corresponde con la religión y ambas se complementan.
San Agustín distingue dos tipos de amor: el egoísta, el cual predominará en la ciudad terrenal; y el espiritual o caritativo, que busca elevarse hasta la verdad única, inmutable y eterna, que es Dios. Éste último es sobre el que se sustentará la ciudad celestial(Jerusalén). 
Propone una visión teológica de la historia en la cual ambas ciudades estarán enfrentadas hasta el día del juicio final, concluyendo con la victoria de de la ciudad celestial. A partir del amor espiritual, nos veremos impulsados a obtener la verdad.
Pero, ¿qué es Dios? Para San Agustín, Dios es el ser y la bondad supremas. Es la verdad inmortal y eterna, y es el fin último de las cosas. Es el creador del universo. San Agustín es un claro defensor del ejemplarísimo, en el cual Dios es trascendente al mundo (lo crea de la nada).
¿Como demostrar su existencia? Tres argumentos: la primera, las verdades inmutables no pueden ser creadas por el hombre mutable, solo por Dios. La segunda, el orden del universo requiere un ordenador supremo, y la tercera, por el consuelo universal.
El tema en el que más hincapié hizo fue el libre albedrío que da sentido a las acciones morales de las personas,y la distinción de este con la libertad. El libre albedrío es entregado por Dios y nos da la posibilidad de elección entre el bien y el mal.
Dios nos da la opción de ser malos, surgiendo así el problema del mal que planteaba. Si no dispusiéramos del del libre albedrío para poder escoger entre el bien y el mal, no mereceríamos recompensa a la hora de hacer el bien.

-Antropología:

 al igual que Platón, San Agustín defiende una antropología dualista: el ser humano tiene un cuerpo mortal y un alma inmortal. El hombre hereda el pecado original de Adán,y para la salvación del alma necesita de la gracia divina, que la aleja del mal y la impulsa hacia la virtud. Hace una clara distinción entre la libertad que posee el hombre, y el libre albedrío, que le otorga la opción de elegir entre el bien y el mal, dotándolo de moralidad.

-Sociedad y política:

 propone una noción lineal de la historia, en contraposición a la visión cíclica griega del tiempo, además de una visión teológica de la historia. Hay dos ciudades, la ciudad celestial o de Dios (Jerusalén) basada en el amor espiritual; y la ciudad terrenal (Roma), sustentada en el amor desordenado y egoísta.

-Conocimiento:

 afirma que para alcanzar la verdad, el hombre necesita de la colaboración de la razón y la fe. Ésta verdad se verá impulsada por el amor espiritual. En el primer eslabón hallaremos el conocimiento sensible, pero debido a que este es variable, caeremos inevitablemente en el escepticismo, a excepción de aquellas verdades indudables, que según Agustín, ya se encuentran en nuestro interior.Esto nos lleva a la autoconciencia , dado que si nos engañamos, significa, que pensamos, y si pensamos, existimos. Se adelantó al «pienso y luego existo» de  Descartes, con su frase «si me equivoco, existo». El hombre realizará una ascensión espiritual con el fin de alcanzar el conocimiento discursivo o ciencia e incluso, hallará la razón superior, que es el conocimiento intuitivo de las verdades eternas donde se encuentra la verdad. Esta verdad es la que proporciona al hombre la felicidad y el bien supremo, que es Dios.

-Dios:

 Se inspira en Platón y Aristóteles para, concebir a Dios, definirle como un ser único inmortal y eterno, creador del universo. Insiste en demostrar la existencia de Dios a partir de tres razones: por el consenso universal, que existe una divinidad que creó el mundo; por el orden del universo, que requiere un ordenador supremo, siendo este Dios, surgiendo por el Demiurgo de Platón. Y porque las verdades eternas e inmutables no pueden ser creadas más que por un ser eterno e inmutable, como es Dios, y nunca por un hombre finito y cambiante.

-Ética:

 la moral existe gracias al libre albedrío, que Dios nos otorga, por el cual somos capaces de escoger entre el bien y el mal. El problema del mal, es solucionado añadiendo que en contexto universal, el mal existe para que destaque la luz del bien y ha de existir la posibilidad de elección entre el bien y el mal para así poder merecer el premio o el castigo de Dios. Para poder ser libres tenemos que tener ambas opciones, siendo la elección de la maldad el precio a pagar por la libertad y el bien. San Agustín hará hincapié entre el libre albedrío y la libertad.

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