Antropología según Santo Tomás de Aquino

Tomás de Aquino fue un filósofo de la Baja Edad Media que Pertenecíó a la escolástica. En esta época, en el contexto filosófico, se Comenzó a buscar un equilibrio entre lo civil y lo religioso, se empezó a dar Importancia al mundo material, que hasta entonces se había considerado muy Inferior al espiritual, y se debatíó sobre la primacía de la fe sobre la razón.
Tomás de Aquino fue alumno de Alberto Magno, quien le influyo decisivamente, Aunque quien ejercíó una mayor influencia sobre él  fue sin duda la de Aristótes.

En la Baja Edad Media, uno de los principales temas de Debate era la relación fe-razón, en el cual Tomás de Aquino tomó parte Intentando armonizar fe y razón, y así evitar el concepto de “doble verdad” de Los filósofos musulmanes, quienes creían que la razón y la fe pueden llevarnos A conclusiones distintas siendo ambas igualmente válidas aunque en diferentes áreas de conocimiento.
Tomás admitíó que efectivamente existen dos fuentes de Conocimiento –la razón y la fe-, pero en caso de obtener diferentes respuestas En la búsqueda de la verdad, debía asumir que sería válida aquella dada por la Fe, y que se había cometido un fallo en el proceso de razonamiento. En algunos Aspectos fe y razón podían trabajar conjuntamente, como ocurre por ejemplo al Tratar de demostrar la existencia de Dios de forma racional.

De hecho, poder dar argumentos basados en la razón para Demostrar la existencia de Dios fue una de las mayores preocupaciones de Tomás De Aquino. Algunos pensadores contemporáneos suyos no compartieron su interés, Bien porque lo consideraron un atrevimiento y una falta de fe, o bien por Nuestras propias limitaciones, que nos impiden conocer la naturaleza de la Divinidad. Tomás de Aquino quiso demostrar la existencia de Dios combinando fe, Filosofía y razón, es decir, mediante la teología natural. Puesto que para los Seres humanos no es posible conocer la  Naturaleza de Dios, el tipo de demostración utilizada por Tomás de Aquino, fue una demostración a posteriori, esto es, aquella que va desde los Efectos a las causas. Así, utilizó cinco vías para explicar de manera razonada La existencia de Dios, todas ellas se basaban en los siguientes pasos: en Primer lugar, se debía partir de los datos de la experiencia, después se Tendría que aplicar a este conocimiento la relación efecto-causa, al aplicarla, Se habría de tener en cuenta que el retroceso al infinito resulta absurdo, y Por último, se deberían sacar una serie de conclusiones. A través de las cinco Vías –prueba cosmogónica, la causalidad eficiente, la contingencia de los Seres, los grados de perfección y el orden cósmico-  Tomás de Aquino descubríó a Dios como el Motor inmóvil que le da movimiento a todo lo demás y la causa de los seres Finitos, así como el ser que representa la necesidad de un ser necesario frente A la contingencia de los seres materiales, la existencia de una fuerza Ordenadora suprema y como consecuencia de las anteriores cualidades, la Perfección en grado máximo. A las carácterísticas de la divinidad Tomás de Aquino las denominó atributos de Dios. Este filósofo de la escolástica alcanzó El conocimiento de los atributos de Dios negando primero todo aquello que Dios No era (vía de la negación), atribuyéndole todas las perfecciones presentes en Las criaturas (vía de la afirmación) y aplicándole a Dios los atributos Anteriores en su forma de absoluta e infinita perfección.

Tras haber podido demostrar la existencia de Dios, Tomás de Aquino le reconocíó como el Creador.  Como ya he mencionado antes, Dios es un ser necesario, que le da la Existencia a seres meramente posibles, pero que podrían no existir, es decir, a Seres contingentes. La ontología tomista recurre a los conceptos de “esencia” y “existencia” para explicar este hecho, ya que la teoría aristotélica que Identifica la materia con el cuerpo, y la forma con el alma, no hace Imprescindible la existencia de Dios. La esencia es aquello que hace a cada ser Lo que es, pero en ningún caso la esencia de un ser material incluye la Existencia. En el caso de Dios, por el contrario, su esencia incluye la Perfección de existir, y su razón de ser es él mismo.

La ontología creacionista de Tomás de Aquino sitúa a los Seres creados en una pirámide en cuya cúspide se localizaría Dios, debajo de él Los seres inmateriales (ángeles y almas) y finalmente, en el escalón más bajo De la pirámide, los seres que componen el mundo material, constituidos por Materia y forma y con una finalidad definida por las causas material, formal, Eficiente y final. La interpretación que Tomás de Aquino hace del mundo es, Pues, fundamentalmente aristotélica, aunque se separa de ella ya que reconoce En los seres materiales la participación de Dios (influencia Platónico-agustiniana). Para cerrar la ontología tomista, cabe destacar que Este autor reconoce que el mundo ha sido creado por Dios, y que por ello no es Eterno, sin embargo podría serlo en caso de que Dios quisiera hacerlo eterno, Ya que la existencia del mismo seguirá dependiendo de la decisión creadora de Dios.

Respecto a la idea anteriormente mencionada de que los seres Creados por Dios participan de él, hay que señalar que no todos los hacen en el Mismo grado. Los seres creados pueden participar de Dios como vestigio (huella), de manera que cierta semejanza genérica con su causa sin llegar a la Semejanza específica, o como imagen, es decir, guardando una serie de rasgos Similares. A pesar de que los elementos del mundo material participen de la Divinidad, lo hacen siempre desde la imperfección que les caracteriza como Seres contingentes.

El hombre es un ser creado “a imagen y semejanza de Dios”, Entendiendo que esta similitud se encuentra en la dimensión espiritual del alma Del hombre. En este punto, se encuentran la antropología y la epistemología Tomistas, ya que para este autor, el hombre es una unidad sustancial compuesta Por cuerpo y alma, en la que ambas se impregnan mutuamente. El alma, además, Impone unidad a todas las funciones del cuerpo, y con él y por él ejerce sus Potencias. Las funciones carácterísticas del alma son la vegetativa, la Sensitiva, la apetitiva y la locomotiva, siendo la más específica en el ser Humano la capacidad intelectiva. La capacidad racional se divide en capacidad Cognoscitiva, que su vez se subdivide en conocimiento sensible (adquirido a Través de los sentidos y elaborado mediante la imaginación) y en conocimiento Abstracto (que ejecuta las operaciones de abstracción, mediante el Entendimiento agente, y formación de conceptos universales, mediante el Entendimiento pasivo); y en capacidad apetitiva, la cual predispone al hombre Para ser libre de elegir y “apetecer”. La libertad es la posibilidad de Apetecer el bien, apetecer el mal se debe a un fallo en el entendimiento.  La función intelectual del alma no puede Concebirse sin la inmaterialidad, por ello, al morir el cuerpo el alma es Incapaz de seguirle. Este es el razonamiento tomista utilizado para salvar la Inmortalidad del alma y su resurrección en el fin de los tiempos.

Tomás de Aquino también recibíón una fuerte influencia Aristotélica en cuanto a la ética se refiere, y por ello tuvo una concepción Teleológica de la naturaleza. Según Tomás de Aquino la naturaleza se rige por Tres leyes fundamentales. La “ley eterna”, que consiste en la ordenación que le Da Dios al universo, de acuerdo con la cual creó el mundo y los seres Racionales. La “ley natural”, referida a las tendencias naturales de los seres, Y en especial a la conducta humana, que debido a su racionalidad, tiene tres Tendencias fundamentales: el hombre tiende a conservar su propia existencia, Tiende a procrear y tiende a hacer el bien y evitar el mal. Y por último la “ley positiva”, según la cual el mundo del derecho y el mundo de la moral Persiguen juntos un mismo fin, la justicia, ya que únicamente se puede dar la Vida en sociedad mientras existan una serie de normas legales que regulen la Convencía.

De la última ley mencionada derivan las ideas políticas de Tomás de Aquino, quien entiende la sociedad y el Estado de un modo similar a Como lo hacía Aristóteles. Concibe al hombre como un animal político, y a los Gobernantes como dirigentes del Estado que persiguen el bien común. A Diferencia de Aristóteles cree que la mejor forma de gobierno es una monarquía, Y para que esta no desemboque en una tiranía es partidario de un sistema Político que la combine con la aristocracia y la democracia; además, ya que el Ser humano también tiene una parte sobrenatural, considera que el Estado deberá Estar subordinado a la Iglesia, encargada de dirigir a la humanidad al fin Supremo.

El ser humano, analizando su naturaleza, puede descubrir con La razón cuál es este fin supremo, su finalidad última, en qué consiste la Felicidad y las normas que debe seguir para lograrla. El fin supremo al que se Refiere Tomás de Aquino es el desarrollo de la capacidad distintiva del hombre, La racionalidad, con el objeto de dedicarse a la contemplación más elevada Posible: la contemplación de Dios. 

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