Análisis del mito de la caverna de Platón

APARTADO 2. B) TEMÁTICA.
No hay que poner todo en el examen. Hay que poner la primera parte, correspondiente a la introducción. Luego, solo hay que centrarse en la parte de la que hable el texto objeto de comentario.
La República pertenece a los diálogos de la etapa de la madurez. En ella expone su concepción de la organización social y política, basándose en la dinámica de las Ideas, lo que permite explicar su teoría sobre la jerarquización del Estado. La obra está estructurada en diez libros. Se trata ante todo de una obra filosófica política. Pero para entender esta posición, se tiene que entender que es también una obra sobre ontología y sobre la paideia (educación)
.
El título de la obra, República, se traduce al termino griego politeía, esto es, aquel que trata los asuntos de la pólis. El dialogo muestra a Sócrates narrando la conversación que tuvo en El Pireo con los dos hermanos de Platón. En realidad, la obra solo es dialogada en la forma, ya que es Sócrates quien expone una filosofía, y sus interlocutores se limitan a asentir, a recabar más información o a ponerlo en un aprieto.
El libro VII: comienza exponiendo el “mito de la caverna”, y está dedicado a la educación del filósofo-gobernante.
Primer tema que podemos encontrar en el texto:
El “mito de la caverna” es un símil de la teoría de las ideas de Platón y se ofrece una imagen alegórica del camino del hombre desde la ignorancia hasta el Conocimiento. La condición humana es similar a la de unos prisioneros que, permanecen encadenados en el interior de una caverna, obligados a mirar a la pared de su fondo. En esta situación no pueden ver la luz del exterior. En el interior de la caverna hay una senda elevada por la que pasan personas que portan diferentes tipos de figuras. Lejos de ellos, arde una hoguera cuyo reflejo ilumina la pared del fondo de la caverna. “Los prisioneros solo consideraran como reales las sobras de los objetos” (La República). El interior de la caverna representa el mundo material de ignorancia y confusión, mientras que el exterior de la caverna representa la auténtica Realidad. Cuando un prisionero logra salir al exterior se encuentra ante el mundo de los “objetos cuyas sobras veía antes” (La República). En el paralelismo con la descripción de la línea dividida en segmentos habría pasado a la eikasía al conocimiento real de los objetos. Como expresa Platón en La República el prisionero sucesivamente avanzaría hasta la luz del sol y vería con claridad los objetos y, por último, el sol mismo.
La salida al exterior de la caverna es un proceso que ha de realizarse de manera gradual, para irse acostumbrando antes de estar en condiciones de poder contemplar directamente la luz del Sol. Al principio solo se pueden contemplar las sobras; luego, las imágenes de las cosas reflejadas sobre las aguas y sólo al final  se podrá contemplar directamente la Realidad.
Mediante esta esta alegoría Platón pone de manifiesto la necesidad de romper cadenas de la ignorancia e iniciar el camino ascendente hacia el descubrimiento de la Verdad.
Segundo tema o tema secundario que podemos encontrar en el texto:
El texto del Libro VII define también qué es la educación para Platón. Educar es enseñar a mirar correctamente hacia lo inteligible. Además divide la educación en etapas.
Entiende la filosofía como política: los gobernantes han de ser filósofos que entiendan la tarea de gobernar como el deber de realizar el Bien. La política tiene un fundamento cognoscitivo y racional, de lo contrario, se convierte e una pura lucha por el poder entre grupos. De ahí la vigencia de la tesis platónica de que sólo las mejores deben gobernar. Para Platón, los hombres sin educación y experiencia no pueden gobenar el estado. Pero tampoco lo deben gobernar aquellos que pasen todo el dia dedicados al estudio porque no actuaran. Para él, el que realice el estudio supremo debe saber descender junto con los prisioneros. Aunque no se trata de que sólo unos o una clase organice la vida del resto para sacar beneficios, sino de dirigir la vida de todos en beneficio de todos.
Los que han sido formados por el estado como filósofos, están obligados a participar. Sin embargo, los que se ha formado solos, no tienen por qué compensar a nadie.
Un buen gobernante debe saber descender de la caverna; ya que, al haber visto la verdad en lo que concierne a las cosas justas, bellas y buenas, le resultara mil veces más fácil ver las cosas de allí.
Para Platón es indudable que los que están formados se nieguen a gobernar bien, pues si son justos no les resultara difícil hacer cosas justas. Son ricos  en lo que realmente hace falta para gobernar: sabiduría y virtud. Frente a los que gobiernan y solo quieren apoderarse de bienes privados y pensando que allí está el Bien.

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