Fundamentos de la Filosofía Occidental: Desde los Presocráticos hasta el Feminismo Contemporáneo

Orígenes de la Filosofía Occidental en Grecia

La filosofía occidental tiene su origen en la antigua Jonia, situada en la costa de Asia Menor, concretamente en Mileto. Esta ciudad, en contacto con el mar Egeo y en medio de rutas comerciales, facilitó un intenso intercambio con culturas como la egipcia y la mesopotámica. Este contacto no solo trajo bienes materiales, sino que también proveyó ideas y conocimientos, lo que generó un terreno fértil para la reflexión crítica y el cuestionamiento de las propias creencias.

Este contexto llevó a los griegos a comparar sus costumbres con las de otros pueblos. La religión griega, que presentaba a sus dioses como seres poderosos con pasiones y defectos humanos, también fue objeto de crítica. Otro factor clave fue el desarrollo de las polis o ciudades-estado, que fomentaban la práctica del diálogo, la oratoria y la argumentación.

El Paso del Mito al Logos

El mito fue la primera forma de explicar la realidad en la antigua Grecia. Por ejemplo, la llegada de la primavera se explicaba a través del mito de Deméter y Perséfone. Con el tiempo, surgió el logos, es decir, el pensamiento racional y filosófico. A diferencia del mito, el logos buscaba explicaciones universales y fundamentadas. Este paso del mito al logos marcó el nacimiento de la filosofía y de la ciencia en Grecia.

Los Presocráticos y la Búsqueda del Arché

Activos entre los siglos VII y V a. C., los primeros filósofos se dedicaron a buscar explicaciones sobre el origen y la estructura del universo. Su preocupación central era encontrar el Arché (principio fundamental).

El primero fue Tales de Mileto, considerado el padre de la filosofía. Afirmaba que el Arché era el agua.

Su discípulo, Anaximandro, sostuvo que el Arché no podía ser un elemento concreto, sino el Ápeiron (lo indeterminado), la lucha de elementos opuestos como el bien o el mal, la noche y el día.

Anaxímenes defendió que el aire era el principio fundamental.

Más tarde, surgieron figuras que ampliaron el horizonte de la filosofía:

  • Pitágoras: Entendió que el principio eran los números y las proporciones, uniendo matemática, música y cosmos.
  • Demócrito: Explicó que todo está compuesto por partículas indivisibles e invisibles llamadas átomos, que se mueven en el vacío.

El Conflicto entre el Ser y el Devenir: Parménides y Heráclito

Un debate crucial se dio entre Parménides y Heráclito.

  • Parménides afirmaba que el Ser es eterno, único e inmutable, y que el cambio es una ilusión de los sentidos.
  • Heráclito, en cambio, sostenía que todo fluye y que la realidad está en constante transformación.

Su famosa idea es que: “No podemos bañarnos dos veces en el mismo río”.

Monistas y Pluralistas

Los presocráticos pueden clasificarse en:

  • Monistas: Quienes defendían que existe un único principio (como Tales, Anaximandro o Anaxímenes).
  • Pluralistas: Quienes sostenían que la realidad se compone de varios principios (como Demócrito o Empédocles).

Disciplinas Fundamentales de la Filosofía

Antropología Filosófica

Es la disciplina que estudia el ser humano desde una perspectiva biológica, social y cultural. Por ejemplo, la testosterona es una explicación biológica para las tendencias agresivas. También se ocupa de nuestra especie frente a los animales, destacando el pensamiento simbólico, el lenguaje articulado y la capacidad de acumular y transmitir información de generación en generación. La condición humana, con independencia de la cultura, se manifiesta en los llamados universales culturales: la existencia del arte, el sentido de lo trascendente, el lenguaje, el tabú del incesto y la institución de la familia.

Epistemología

Es la rama de la filosofía que se centra en los orígenes, la validez y el fundamento del conocimiento.

Ética

Es la disciplina de la filosofía que estudia los principios, valores y criterios que orientan la acción humana. Su propósito es fundamentar de manera racional qué conductas son correctas y por qué lo son.

Estética

Se ocupa de analizar los fundamentos de la creación artística y de aquello que consideramos bello.

Filosofía Política

Estudia los diferentes modos en que los seres humanos se organizan en comunidad. Históricamente, se han distinguido tres formas clásicas:

  • Monarquía: Gobierna uno solo.
  • Aristocracia: Gobiernan los mejores o más capacitados.
  • Democracia: El poder corresponde al conjunto del pueblo.

Existen estados llamados Estados liberales o mínimos, y Estados intervencionistas, que regulan de forma amplia la economía y la sociedad, asumiendo un papel activo para garantizar derechos sociales.

Lógica

Es la disciplina filosófica que estudia las formas y reglas del pensamiento válido, es decir, los principios que permiten distinguir entre razonamientos correctos o incorrectos.

Conceptos Socioculturales en Filosofía

Etnocentrismo y Determinismo

El Etnocentrismo puede definirse como la actitud consistente en considerar la propia cultura como modelo universal. Este sesgo cognitivo y social ha generado históricamente procesos de dominación, exclusión y violencia.

El etnocentrismo también se ha expresado en el imperialismo europeo, que bajo el discurso de la «civilización» impuso sistemas políticos, religiosos y económicos sobre otras poblaciones. Ligada al etnocentrismo aparece la idea de pureza racial y cultural, un mito que desconoce la historicidad de los pueblos, que siempre se han configurado mediante intercambios, mestizajes y transformaciones.

Determinismo Genético

En paralelo, el determinismo genético plantea que los rasgos biológicos fijan de manera inexorable las conductas y capacidades humanas. Esta concepción fue utilizada para legitimar desigualdades sociales. Por ejemplo, se argumentaba que las mujeres estaban naturalmente destinadas a la pasividad, el cuidado y la emotividad, mientras que los hombres encarnaban la fuerza y la racionalidad (como se evidenció en el debate sobre el voto femenino).

Relativismo Cultural e Interculturalismo

El Relativismo Cultural, defendido por antropólogos como Franz Boas y Margaret Mead, invita a valorar la diversidad como expresión legítima de la condición humana. Es importante distinguir entre multiculturalismo e interculturalismo.

  • El Multiculturalismo describe la coexistencia de diferentes culturas dentro de un mismo espacio social, donde los grupos permanecen aislados y se refuerzan las fronteras identitarias.
  • El Interculturalismo, en cambio, promueve el diálogo, el reconocimiento mutuo y la creación de espacios comunes, con diferentes culturas viviendo en el mismo espacio, compartiendo y relacionándose entre sí.

Las Tres Olas del Feminismo

Primera Ola (Finales del siglo XVIII y principios del XX)

Tuvo como eje principal la lucha por la igualdad jurídica y educativa, así como por el derecho al voto femenino. Uno de los hitos fundamentales de esta etapa es la obra Vindicación de los derechos de la mujer (1792), escrita por la pensadora inglesa Mary Wollstonecraft, considerada una de las precursoras del pensamiento feminista moderno.

Wollstonecraft refutó las ideas de Jean-Jacques Rousseau, quien en su obra Emilio o de la educación sostenía que la naturaleza había asignado a hombres y mujeres roles diferentes. Frente a esta concepción, Wollstonecraft defendió que las mujeres son igualmente racionales que los hombres. En el ámbito político, esta primera ola cristalizó en el movimiento sufragista, que tuvo un papel determinante en la conquista del voto femenino. En Europa, Finlandia fue en 1906 el primer país en otorgar el derecho al voto a las mujeres. En España, este logro se alcanzó durante la Segunda República en 1931, gracias a figuras como Clara Campoamor. Durante el régimen franquista, las mujeres no podían poseer bienes ni abrir una cuenta bancaria sin el llamado «permiso marital». La Constitución de 1978 reconoció la igualdad jurídica entre hombres y mujeres; sin embargo, el divorcio no fue legalizado en España hasta 1981.

Segunda Ola (Años 60 y 80 del siglo XX)

Una de las figuras más influyentes de este periodo fue la filósofa francesa Simone de Beauvoir (1908-1986), compañera sentimental del filósofo Jean-Paul Sartre, con quien mantuvo una relación abierta y poliamorosa que rompía los moldes de la moral tradicional. En su obra El segundo sexo (1949) se encuentra su célebre frase: «No se nace mujer, se llega a serlo». Esta idea subraya que el género no es una condición biológica, sino una construcción social y cultural. Para la autora, el hombre se ha erigido históricamente como el sujeto universal, mientras que la mujer ha sido definida como «el otro».

Tercera Ola (Años noventa hasta la actualidad)

Su objetivo fundamental es cuestionar la normatividad y visibilizar cómo el género, la raza, la clase o la orientación sexual se cruzan en la experiencia de la opresión. Figuras clave incluyen a la escritora francesa Virginie Despentes y la activista afroamericana Angela Davis, quien incorpora la noción de interseccionalidad. Davis argumenta que la opresión de las mujeres negras y de las trabajadoras se ve agravada por su posición en una estructura económica desigual. La filósofa estadounidense Judith Butler, en El género en disputa (1990), desarrolla el concepto de la performatividad del género. El filósofo y activista Paul B. Preciado lleva estas reflexiones a un plano contemporáneo, reivindicando la despatologización de la homosexualidad y la transexualidad.

La homosexualidad fue eliminada del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) en 1973, mientras que la transexualidad dejó de considerarse un trastorno en 2018.

Sócrates y el Nacimiento de la Filosofía Moral

Sócrates: El Examen de la Vida

Nacido en Atenas en el siglo V a. C., Sócrates dedicó su vida al examen moral e intelectual de sí mismo y de los demás. Despreciaba los bienes materiales y vivía con una austeridad extrema, convencido de que la felicidad no dependía de la riqueza ni del placer, sino del conocimiento y la virtud. Su famosa frase era: «A ver cuántas cosas existen que no necesito».

Sócrates defendía un claro dualismo entre cuerpo y alma: el cuerpo pertenece al mundo sensible, cambiante y perecedero, mientras que el alma, inmortal y racional, es lo que verdaderamente define al ser humano.

El Método Socrático

Su método se compone de dos fases complementarias:

  1. La Ironía Socrática: Consiste en desmontar las falsas certezas del interlocutor. Sócrates fingía ignorancia para invitar al otro a exponer sus ideas.
  2. La Mayéutica: Era la etapa constructiva del diálogo. Sócrates decía que ayudaba a «dar a luz» las ideas que cada persona llevaba dentro.

Con este método, Sócrates pretendía demostrar que la verdad no depende de la opinión ni de la persuasión, sino de la razón y del examen racional compartido. En la base de su pensamiento moral se encuentra el intelectualismo ético: la virtud es conocimiento, y el mal es ignorancia.

Los Sofistas: Retórica y Relativismo

Frente a Sócrates se sitúan los sofistas, figuras también decisivas del siglo V a. C., aunque con un espíritu muy distinto. Los sofistas eran maestros ambulantes que recorrían las ciudades griegas ofreciendo enseñanza a cambio de dinero. A diferencia de Sócrates, que enseñaba gratuitamente, ellos cobraban por instruir en el arte de la palabra, la retórica y la persuasión, habilidades indispensables para la vida pública. Para ellos, el lenguaje era un instrumento de poder capaz de convencer y dominar.

Características del Pensamiento Sofista

El pensamiento de los sofistas se caracteriza por su relativismo y escepticismo. Sostenían que la verdad depende del punto de vista y de las circunstancias. No existe un bien o una justicia absolutos, sino interpretaciones múltiples y cambiantes.

  • Protágoras: Resumió esta idea en su célebre afirmación: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Con ello quería decir que no hay criterios universales de verdad: lo que para uno es justo o verdadero, puede no serlo para otro.
  • Gorgias: Profundizó en el poder y los límites del lenguaje. Sostenía que el lenguaje no tiene una conexión necesaria con la realidad: las palabras no reflejan las cosas, sino que son construcciones arbitrarias. Por ello, el lenguaje puede ser un fármakon, es decir, un remedio o un veneno. Puede emplearse para curar el alma mediante un discurso racional, pero también para engañar, manipular y dominar.
  • Calicles: Defendió una visión radicalmente naturalista de la moral. Según él, la verdadera condición humana se revela en los animales superiores y en los niños. Calicles justifica el egoísmo y la búsqueda del placer como principios naturales de vida, en oposición a la moral tradicional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *