Fundamentos de la Ética: Carácter, Virtud y Acción Humana

Introducción a la Ética: Carácter y Plenitud Humana

La ética proviene de ethos, que significa carácter. La pregunta que se intenta responder es la pregunta sobre el carácter de la persona, pero carácter, no como sinónimo de temperamento, sino como la plenitud de la persona. El carácter es cuánto se ha perfeccionado una persona, en la medida en que su naturaleza se lo permite. ¿Cómo una persona adquiere tal carácter, esa armonía? Esto es fruto de la actualización de sus potencias. Sin embargo, la experiencia demuestra que no todas las personas desarrollan ese carácter. En Aristóteles, estaba la idea de que solo los aristócratas podían alcanzar esta plenitud. A partir de la idea de que solo pocas personas pueden alcanzar ese estado, nace la pregunta sobre cuáles son las causas que permiten a las personas alcanzar esa plenitud. En lo que se llama tradición clásica, esas causas son las virtudes.

La Ética como Ciencia Filosófica

La ética es la ciencia (conocimiento cierto de una realidad por sus causas) filosófica que estudia la moralidad de la conducta humana. El objeto material que estudia esta ciencia es la acción humana, y el acto humano es contingente. No solo por la infinita variedad en la que puede concretarse, sino también por la libertad, el libre albedrío. La acción humana puede ser o no ser. Puede existir, en el ámbito de la filosofía práctica, certeza en el sentido moral, aquella que se funda en lo que normalmente acontece, desde donde se fundamentan principios generales.

Certeza Moral y Metafísica

En el ámbito de los principios imperativos, se puede alcanzar certeza moral. Sin embargo, en el ámbito de los principios negativos, aunque algunos sostienen que se tiene certeza moral, esta siempre admite la posibilidad contraria, por lo que solo se alcanza a ser certeza metafísica.

La certeza metafísica se funda en el conocimiento de las causas primeras. Se dice que el pensamiento metafísico es un mito; desde este paradigma se ha intentado fundamentar la ética, lo cual es un error. La metafísica es el único camino serio para fundamentar una ética racional.

Toda ética asume como punto de partida una determinada concepción de la persona humana y de su fin. Las conclusiones, desde el punto de vista formal, son válidas.

Objeto de la Ética

La ética estudia la acción humana. El objeto formal es la moralidad de la acción humana. Todo lo que se mide, se mide con una unidad de medida, y la moralidad es una cualidad del acto humano. La moralidad es un accidente de la acción humana. Los accidentes reciben el ser por la sustancia, pero en el orden esencial afectan a la sustancia en su modo de ser. La sustancia sería la acción humana, y la acción humana puede ser realmente distinta según este accidente, esta cualidad, según su moralidad. Por eso, la moralidad es cualidad de la persona, y esto permite entender que el modo de obrar sigue al modo de ser. Las personas actuamos según lo que somos.

Al hacer un juicio moral sobre un acto humano, indirectamente se dice algo sobre la persona que realizó tal acto. Pero jamás se podrá tener la certeza de que ese juicio le corresponda o no.

La moralidad es la conformidad de la acción humana con la regla de la razón. Por lo tanto, cuando una acción humana es conforme a la regla de la razón, decimos que ese acto es moralmente bueno. Y, como el modo de obrar sigue al modo de ser, algo se dice de la persona.

Tipos de Moralidad

  • La moralidad objetiva es conformidad de la especie moral del acto o de su objeto, con la regla de la razón.
  • La moralidad subjetiva es la conformidad del juicio de conciencia con la regla de la razón.

Esto implica que una persona puede hacer una acción objetivamente amoral, creyendo que es subjetivamente moral.

Definición de Moral y Ley Natural

La moral es la medida de la máxima perfección de la acción libre, en relación con el fin último.

La ley natural es la participación de la ley eterna en la criatura racional.

La moral se define como un conjunto de reglas de conducta, inscritas en la naturaleza humana, que el ser humano conoce por la razón y que debe cumplir para alcanzar su perfección, su plenitud.

No es cierto que la moral sea un conjunto de reglas; esto hay que entenderlo de manera análoga. Se dice que estas reglas están inscritas en la razón humana; esto se refiere a que la razón práctica y, específicamente, a través del imperio de la virtud de la prudencia, promulga la ley natural: el bien que ha de hacerse y el mal que debe evitarse. Todo esto a partir del principio de hacer el bien y evitar el mal. Esa es nuestra inclinación natural. Es lo que nos permite promulgar, en el caso concreto, el bien que hay que hacer. El bien que hay que hacer es infinito; el mal que hay que evitar es finito. Por esto, no hay un listado de preceptos. El conjunto de reglas de conducta se forma a partir de la inclinación natural al bien universal.

Ética Clásica: Virtud y Felicidad

La ética clásica no es una ética de preceptos, sino una ética de virtudes; y solo una persona virtuosa y prudente es capaz de deliberar y determinar, en el caso concreto y conforme a la razón, cómo debe actuar. Entender esto es fácil, pero no tiene un efecto vinculante en la conducta de nadie.

Un curso de ética sirve poco porque el curso por sí mismo no es causa eficiente de que alguien adquiera una virtud, ni de que alguien pierda un vicio.

La perfección está en la virtud, y la vida plena es eso: la vida virtuosa. Esto es sinónimo de una vida feliz. La transgresión libre del ‘no’ es el inicio del vicio, y esto conlleva a la depresión psicológica y moral de la persona. Por otro lado, la transgresión libre del ‘no’ tiene efectos sociales, puesto que afecta a otros.

Hay una dimensión positiva de las reglas de conducta: está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien. Lo primero es hacer el bien, lo segundo es evitar el mal y, en tercer lugar, a veces hay que tolerar el mal.

El acto de ser es amor. La perfección que la persona va ganando es la plenitud del acto de ser. Esto se relaciona con el ethos, el carácter. Por eso, el acto de ser es perfección de toda perfección. El bien que hay que hacer solo es posible de discernirse en la medida en que la persona sabe amar. La virtud es el orden en el amor.

La Ética como Ciencia Práctica

La ética es una ciencia práctica; por ser una ciencia práctica es que se distingue de la dimensión teórica del intelecto. Esta distinción se puede analizar desde cuatro perspectivas:

  1. Fin: En la ética, el fin es la praxis, la acción humana, que se encuentra intervenida por el intelecto. Por eso, su objeto es la verdad práctica (adecuación del intelecto al apetito recto).
  2. Objeto: El objeto de la filosofía especulativa tiene un objeto inmutable. Sin embargo, en la ética eso no es así, puesto que su objeto es la acción humana, y esta puede ser o no ser. El acto es libre, y de ahí su falta de necesidad; esto implica que los juicios que se pueden hacer no tienen el carácter de una verdad metafísica.
  3. Certeza: En la dimensión especulativa se puede tener certeza metafísica. Sin embargo, no se puede alcanzar ese tipo de certeza en cuanto a las prescripciones concretas del imperio de la prudencia.
  4. Argumentación: En la ciencia especulativa prima la demostración. Las premisas de las ciencias prácticas son premisas probables; no cabe la demostración en el sentido especulativo, sino, más bien, cabe la persuasión.

La política es la más excelente de las ciencias prácticas.

La ética, en cuanto ciencia, no se reduce solo a la prudencia. La ética clásica es ética de virtudes, y en esta no hay sustituto para las virtudes. Para conducir realmente la vida a su plenitud, el conocimiento ético es poco importante. Ayuda, ilumina, pero no es fundamental. Dado que la prudencia es la madre de las virtudes fundamentales, se reduce todo a ella. La prudencia es una virtud intelectual; lo que hace es perfeccionar el intelecto en su dimensión práctica, por eso tiene un rol clave con respecto al modo de pensar. Por eso, tener cierta claridad sobre unos cuantos principios básicos de la ciencia ética puede resultar conveniente. La ciencia ética es incompatible con la neutralidad axiológica de la ciencia.

En el ámbito de la praxis, la regla y medida es el ser humano virtuoso. Puesto que la persona virtuosa razona bien éticamente. La ciencia ética es objetiva, pero no es neutra.

Para aprender ética se requiere de una disposición. Una persona dominada por las pasiones no comprenderá la ética.

Corrientes Éticas Principales

Éticas Deontológicas

En esta ética, el criterio rector conforme al cual se delibera y se juzga es el cumplimiento del deber. Aquí, la principal escuela es la Kantiana. Kant plantea que el bien humano se alcanza en cuanto se cumple el deber por el deber. Dice que la acción que podría juzgarse como buena, pero que es cumplida por algo que no es el deber por el deber, ya no es buena. Se dice que su ética cierra las puertas al amor humano.

Éticas Teleológicas

Telos significa fin. El criterio rector para juzgar y evaluar si una acción es buena o mala es la recta ordenación hacia un fin. Según el fin, será la doctrina ética. Si el fin es el placer, lo placentero es bueno y lo doloroso es malo. Toda la ética clásica es teleológica.

Distinción entre Praxis y Técnica

La técnica es práctica, pero no son lo mismo. La praxis tiene por objeto la acción humana (conseguir materia).

La acción humana, como objeto de la praxis, es ante todo inmanente. Es algo que radica en el mismo sujeto. En el ámbito de la técnica, esta acción es transeúnte: comienza en el sujeto y termina en el exterior.

Aristóteles plantea que la praxis transforma al sujeto, pero no lo hace la técnica. En la praxis es fundamental la virtud. En la técnica, esas disposiciones subjetivas no son especialmente relevantes. La praxis refiere a la totalidad de la vida humana porque su objeto es el bien de la persona. La técnica refiere al producto y se agota en ello. La acción humana buena es virtuosa o no lo es.

La moralidad intrínseca del acto humano. La especie moral del acto humano es inmutable. En la técnica hay gradación; en la praxis no se puede ser más o menos. El error en la técnica puede ser una ocasión para mejorar. Actualmente se discute si esto mismo sucede en la praxis.

Quien tiene el mayor dominio de la técnica es quien puede hacer con ella el mayor bien y, precisamente por esto, puede hacer el mayor mal. Esto no sucede con la praxis.

En el ámbito de la praxis, las cualidades no se pierden por el olvido. Sin embargo, la técnica se olvida.

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