Personalismo: La Visión de Emmanuel Mounier
El personalismo, según Emmanuel Mounier, se centra en la persona como valor supremo. Su manifiesto al servicio del personalismo destaca una serie de rasgos fundamentales que definen al ser humano.
Rasgos Fundamentales de la Persona
- Existencia Encarnada: La persona es de carne y hueso, abierta al mundo y a la realidad concreta.
- Comunicación y Trascendencia: La persona es trascendente, capaz de salir de sí para ir al encuentro con los demás. Esto implica la capacidad de adoptar el punto de vista del otro, asumir tareas ajenas y ser fiel a los compromisos.
- Libertad Condicionada: Ser libre implica aceptar el carácter condicionado de la libertad, no como un límite, sino como una posibilidad para la acción y el desarrollo.
- Compromiso: Nos realizamos como personas a través de los compromisos que adquirimos. Lo contrario sería la abstención o la indiferencia, que empobrecen la existencia personal.
- Capacidad Crítica: Consiste en ser capaz de decir ‘NO’, de protestar y oponerse a las injusticias, creyendo firmemente en la posibilidad de mejorar el mundo.
- Dignidad: La persona ocupa el lugar más alto en la escala de valores. El ser humano es valioso en sí mismo, un fin y no un medio.
- Proximidad y Amistad: La persona no solo vive en sociedad, sino en proximidad y amistad con otros, estableciendo relaciones interpersonales profundas.
Psicoanálisis: La Teoría de Sigmund Freud
Sigmund Freud propuso una compleja estructura de la personalidad, dividiéndola en diferentes dimensiones e instancias.
Primera Estructura de la Personalidad: Niveles de Conciencia
Toda persona consta de tres dimensiones de la conciencia:
- Consciente: Aquello de lo que nos damos cuenta en un momento dado.
- Preconsciente (Subconsciente): Hechos, recuerdos y pensamientos olvidados, pero fácilmente recuperables y accesibles a la conciencia.
- Inconsciente: Deseos, fobias irracionales, traumas y contenidos reprimidos de los que no nos damos cuenta, pero que influyen poderosamente en nuestra conducta.
Segunda Estructura de la Personalidad: Instancias Psíquicas
Freud describió tres instancias psíquicas que interactúan para formar la personalidad:
- El Ello (Id): La parte más primitiva e inconsciente de la personalidad, fuente de los impulsos y deseos básicos (principio del placer).
- El Yo (Ego): La parte consciente y preconsciente que media entre el Ello, el Superyó y la realidad externa. Opera bajo el principio de realidad.
- El Superyó (Superego): La instancia moral, que representa los ideales y valores internalizados (la ‘moral del padre’ o las normas sociales), a menudo inconscientes, que reprimen los deseos del Ello.
La Acción Moral y las Teorías Éticas
La moral y la ética son conceptos fundamentales para comprender la conducta humana y la reflexión filosófica sobre el bien y el mal.
- Moral: El conjunto de normas que rigen nuestra conducta. Posee una dimensión subjetiva o personal, ya que cada individuo, en última instancia, elige sus normas o las interioriza.
- Ética: Originalmente, se refería a los rasgos propios de una persona (ethos) y a la administración del propio carácter y ‘casa’ (saber gestionar lo propio). Actualmente, la ética se define como la rama filosófica que reflexiona sobre la moral, sus fundamentos y principios.
Conceptos Clave de la Autonomía Moral
- Libertad: Es la condición de posibilidad de la moral. Sin libertad, no hay responsabilidad moral.
- Norma Moral: Reglas que regulan la conducta humana, pero a diferencia del derecho, no son explícitas ni coercitivas. Los valores morales anteceden a las normas morales.
- Valor Moral: Objetos, acciones o relaciones que captamos como deseables o valiosas. Los valores morales anteceden y condicionan nuestra conducta, sirviendo de base para las normas.
- Autonomía Moral: La capacidad de uno mismo para imponerse normas y valores. Es el ejercicio pleno de la libertad y la razón práctica.
- Heteronomía Moral: Cuando otro impone sus valores (ej. Estado, familia, religión). Las normas se interiorizan en el proceso de socialización primaria, pero no son elegidas libremente por el individuo.
Libertad y Determinismo
El debate entre libertad y determinismo aborda si el ser humano es realmente libre o si sus acciones están predeterminadas por factores externos o internos.
El Determinismo: Negación de la Libertad
El determinismo es la corriente filosófica que niega la existencia de la libertad, argumentando que todo evento, incluyendo las acciones humanas, está causalmente determinado. Hay varios tipos:
- Determinismo Sociocultural: Sostiene que la ética y la moral son el resultado del proceso de enculturación e interiorización (a menudo inconsciente y acrítica) de los valores y normas de nuestra cultura. La ética y la moral se reducen a sociología.
- Determinismo Biológico (E. O. Wilson): Postula que el ser humano es fruto de su herencia genética y, por tanto, no es libre, ya que sus comportamientos están programados biológicamente.
- Determinismo Teológico/Mecanicista: Afirma que el mundo es una creación de Dios y todos estamos sometidos a su voluntad. Las criaturas divinas son atributos de Dios. Dios dirige el mundo y el destino del hombre. La verdadera libertad, en este contexto, consiste en asumir la voluntad divina.
- Determinismo Psicológico:
- Sigmund Freud: La moral es el Superyó. El ser humano no es libre porque está condicionado por estos valores inconscientes y por los impulsos del Ello.
- Conductismo de B. F. Skinner: La conducta del ser humano está regulada por el refuerzo positivo (premio) o el refuerzo negativo (castigo), lo que implica que no hay libertad real, sino una respuesta a estímulos.
Relativismo Moral
El relativismo moral es una corriente que sostiene que no hay valores objetivos ni universales, sino que los valores son subjetivos, históricos y culturales.
Principales Exponentes del Relativismo Moral
- Los Sofistas:
- Los valores y normas morales son arbitrarios, fruto de un acuerdo o pacto entre los ciudadanos (convencionalismo). Cambian de un pueblo a otro y de un individuo a otro.
- Se oponen a la idea de leyes morales universales basadas en la naturaleza, defendiendo la variabilidad de las costumbres.
- El Emotivismo Moral de David Hume:
- Las normas morales no se fundamentan en la razón, sino en una reacción emocional del sujeto. Llamamos ‘bueno’ a lo que suscita en nosotros una reacción positiva y ‘malo’ a lo que provoca un sentimiento de rechazo.
- La moral, por tanto, no es una cuestión racional, sino emocional. La razón es inhábil para controlar o dominar las pasiones.
- Hume admite la existencia de una ‘simpatía innata’ que hace que las mismas acciones provoquen sentimientos muy parecidos en todos los individuos, lo que permite establecer leyes morales comunes, aunque basadas en el sentimiento.
- Georg Wilhelm Friedrich Hegel:
- Las normas y valores morales tienen un carácter histórico y dialéctico.
- Como heredero de la Ilustración, Hegel piensa que existe un progreso moral en la historia, es decir, que el ser humano cada vez será mejor y alcanzará mayores cotas de libertad, igualdad y fraternidad.
- La moral es un hecho social y considera que la moralidad se manifiesta en las costumbres del pueblo (Sittlichkeit), que evolucionan a lo largo del tiempo.
Principales Teorías Éticas
Entre las diversas teorías éticas, el eudaimonismo de Aristóteles destaca por su enfoque en la felicidad como fin último.
El Eudaimonismo de Aristóteles
- Aristóteles hereda el intelectualismo moral de Sócrates y Platón, que postula que el conocimiento es virtud y que la virtud se alcanza por el conocimiento.
- Para Aristóteles, la máxima virtud es la sabiduría práctica (phronesis). Sin embargo, el bien no es solo una cuestión teórica, sino también práctica y activa.
- El bien no es único, sino que existen muchos tipos de bienes. El ser humano es feliz cuando posee y disfruta de dichos bienes. El máximo bien es la felicidad (eudaimonia), entendida como la vida buena y plena. Por ello, su moral se denomina eudaimonismo.
- Para alcanzar la felicidad, se actúa siguiendo el término medio, evitando los extremos. La prudencia es una de las virtudes esenciales que conducen a la felicidad, ya que permite discernir el justo medio en cada situación.