Paradigmas Filosóficos y Económicos: Un Recorrido por Conceptos Clave

1.1 Idealismo y Materialismo

El dualismo básico entre materia y forma ya fue planteado por Aristóteles, y se fundamenta en dos perspectivas principales:

  • Los idealistas plantean que las sociedades humanas son expresión del espíritu o la conciencia.
  • Los materialistas consideran básicamente las propiedades físicas o materiales. Dentro de ellos tenemos la vertiente epifenomenista, que establece que las normas sociales son la expresión de factores materiales subyacentes, y la vertiente conductista, que piensa que están basadas en patrones regulares.

2.2 Individualismo y Holismo

El enfoque individualista considera al individuo como la unidad fundamental de análisis, mientras que el enfoque holista (o colectivista) considera a la sociedad en su conjunto como la entidad primordial.

La divergencia fundamental entre estas dos perspectivas radica en su concepción sobre la intervención de la política pública.

Thomas Hobbes, un exponente del enfoque individualista, considera que el hombre es antisocial por naturaleza («el hombre es un lobo para el hombre»). Desde este punto de partida, elabora una idea de sociedad que permita escapar de este maligno estado de la naturaleza, con unas normas establecidas de forma autoritaria y diseñadas pensando en que todos los individuos se comportan de forma perversa. Es la idea del Estado Leviatán.

Adam Smith, aunque comparte la visión individualista de Hobbes, sostiene que el mercado, a través de la teoría de la mano invisible, armonizará los intereses individuales de los agentes.

Émile Durkheim, junto a Karl Marx, representa la aproximación holista. Ambos consideran que ningún fenómeno social puede explicarse únicamente por la psicología de los individuos. La conciencia colectiva y la moral social son, para ellos, los factores determinantes del desarrollo social.

2.3 Economía Positiva y Normativa

La economía positiva describe y explica la realidad económica tal como es, es decir, el ser. La economía normativa, en cambio, se ocupa de lo que debería ser, es decir, lo deseable. Está intrínsecamente ligada a los juicios de valor, que pueden clasificarse en:

  • Metodológicos: Hacen referencia a la forma más adecuada de abordar los problemas y situaciones económicas.
  • Normativos: Se centran en la valoración de los estados deseables del mundo y de los comportamientos económicos.

En torno a esta dicotomía, surgen diferentes posturas teóricas:

  • La postura ortodoxa establece una separación radical entre ciencia (como la economía, que se ocupa de los hechos) y arte (como la política, que admite valoraciones de los estados del mundo).
  • La postura heterodoxa no admite una separación tan tajante, argumentando que los fines, medios y juicios de valor suelen estar intrínsecamente mezclados.

Un tercer enfoque es la economía artística, que busca analizar la realidad económica según un conjunto de normas establecidas, incorporando elementos estéticos. Sus principios incluyen la incorporación de variables cualitativas, el uso de criterios personales razonables para juzgar la política y la utilización de las mejores teorías disponibles.

2.4 Consenso y Conflicto en la Economía

En la economía, los conflictos son inherentes debido a la escasez de recursos. Por lo tanto, el conflicto existe desde sus fundamentos. En materia de política económica, los conflictos son habituales, ya que la consecución de ciertos objetivos implica la renuncia a otros, generando un trade-off.

Los conflictos pueden resolverse mediante la coacción ejercida por el poder, que a menudo manipula creencias y valores. Alternativamente, el consenso permite alcanzar acuerdos que son implementados por las autoridades económicas.

Joseph Schumpeter resalta el concepto de caudillaje competitivo, argumentando que, una vez que un grupo político alcanza el poder, su tendencia es a desarrollar medidas que satisfagan sus ideologías y aumenten su popularidad.

2.5 Enfoques Formalista y Factual

Las ciencias formales se construyen sobre estructuras lógicas y abstractas, sin necesidad de contrastar sus hipótesis con la realidad. En contraste, las ciencias empíricas toman la realidad como referencia y se basan en pruebas factuales.

En el ámbito de la política económica, se encuentran aproximaciones de ambos tipos.

2.6 Perspectivas Positivista e Interpretativa

El enfoque positivista busca establecer leyes de causalidad y se centra en las relaciones de causa-efecto. El enfoque interpretativo, por su parte, pretende analizar las intenciones, motivos y razones de los agentes.

Según Max Weber, la acción humana puede clasificarse en cuatro tipos de conducta:

  • Racional con arreglo a fines: Implica una valoración exacta de los datos y la adopción de los medios más eficientes para conseguir un fin determinado.
  • Racional con arreglo a valores: Los juicios de valor determinan tanto los medios como los fines de la acción.
  • Afectiva (o emotiva): Dominada por los sentimientos y las emociones.
  • Tradicional: Surge de prácticas establecidas previamente y del respeto por la autoridad o las costumbres existentes.

Otra aportación importante es la de Imre Lakatos, quien distingue entre historia externa e historia interna de la ciencia:

  • Historia interna: Se refiere a los avances en el conocimiento, los métodos y el desarrollo científico, argumentando el cambio objetivo de los científicos de un programa de investigación a otro.
  • Historia externa: Configurada por las presiones externas (sociales y políticas) que, al financiar la ciencia, ejercen una considerable influencia.

2.7 Determinismo e Indeterminismo

Una de las grandes cuestiones en la economía es determinar el grado de determinismo al que se enfrenta. Según Karl Popper, es imposible predecir el conocimiento futuro, ya que esto implicaría poseerlo en el presente.

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