La Razón Vital y la Perspectiva en Ortega y Gasset
1) La Razón Vital: La vida, según la concepción de Ortega, está en función de la razón, hasta tal punto que razón y vida son inseparables. De ahí que sus teorías se denominen raciovitalismo. La vida humana necesita la razón por cuanto es la vida misma y no impone sus categorías mentales a nada, sino que da razón de la vida misma. La razón explica la realidad tal y como es. Es un saber a qué atenerse en cada momento de la vida, porque para vivir, no hay más remedio que razonar ante la circunstancia de la vida.
“Yo soy yo y mis circunstancias”
La razón vital tiene que ser una razón abierta, integradora, que, radicando en el yo, asuma las circunstancias en las que el yo se desarrolla, actúa y vive. La vida no es algo estático, sino un continuo proceso de dinamismo en el que el hombre asume sus elementos personales junto con las circunstancias que le envuelven y condicionan.
La Razón Histórica en Ortega
2) Razón Histórica: La historia, para Ortega, es un intérprete de la vida. Ortega radicaliza su postura y dice que el hombre es historia. El hombre es lo que “se va haciendo” en el despliegue de su vida y que conforma el proyecto de la existencia humana. El hombre debe proyectar su vida, asumiendo luego el compromiso de cumplimiento de su proyecto. Solo de esta suerte su vida es auténtica. Mientras que la razón vital tiene su mejor cumplimiento en el plano individual, la razón histórica, además de ese plano individual, trasciende al plano colectivo y social.
En resumen, el hombre es una realidad vital que va existiendo en el transcurrir de su historia bajo el imperio de la razón.
La Vida como Perspectiva en Ortega
3) La Vida como Perspectiva en Ortega: A nivel individual, cada hombre posee un punto de vista peculiar que es lo que Ortega llama la “perspectiva” única e insustituible de la realidad. Conocemos la realidad tal y como se nos presenta a cada uno desde la perspectiva en que se nos ofrece. El hombre no tiene otro remedio que ver la realidad y la razón del mundo según su propia visión, y así se nos muestran modos diferentes de ver las cosas. No es que estas visiones sean falsas, sino parciales. Para tener una visión global sería necesario comparar la infinitud de posturas entre las cosas, y es imposible que la perspectiva ocupe varios puntos de vista a la vez. De todas maneras, el conocimiento es verdadero, pero no con una verdad absoluta, sino con una verdad parcial.
Nadie tiene derecho a imponer “su perspectiva”, sino que debe buscar complementarla con las de los demás.
Conceptos Fundamentales del Marxismo
Modos de Producción
Modos de Producción: Vienen definidos por tres elementos:
- Las fuerzas productivas: El hombre entra en contacto con la naturaleza al transformarla mediante el trabajo. Esta relación del hombre con la naturaleza es denominada por Marx “Las fuerzas productivas” y comprende todos los elementos necesarios para esta transformación.
- Relaciones de producción: Son las relaciones que se establecen entre los hombres en el proceso productivo. Vienen determinadas por las fuerzas productivas y su grado de desarrollo. Son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos.
- Modo de producción: Es un concepto utilizado pero no definido explícitamente por Marx o Engels. Es la unidad constituida por las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las primeras están en continuo cambio, las segundas tienden a mantenerse. Ello produce desajustes y contradicciones.
Estructura y Superestructura
Conceptos de Estructura y Superestructura: El modo de producción constituye la estructura de la sociedad, sobre la cual se alza la superestructura (conjunto de ideas dominantes en una sociedad). Dentro de la superestructura hay dos planos:
- Jurídico-político: Conjunto de normas e instituciones que rigen la sociedad bajo la autoridad del Estado. Mediante el aparato legal y coercitivo del Estado, la clase dominante ejerce su dominio sobre el proletariado.
- Ideológico: Conjunto de ideas morales, filosóficas y religiosas (“La religión es el opio del pueblo”).
La Plusvalía
La Plusvalía: Se basa en que los dueños de los medios de producción solo pagan una pequeña cantidad proporcional de las horas de trabajo al obrero, enriqueciéndose a costa de su labor. Esto es lo que se denomina la plusvalía, que son los beneficios obtenidos por el capital a costa del trabajo ajeno. El capitalista intentará incrementar sus beneficios alargando las horas de trabajo, disminuyendo los salarios y contratando mujeres y niños. El obrero, por miedo a perder su trabajo, se contentará con lo que tiene y no reivindicará ningún tipo de derecho. Esta situación provoca la acumulación de riquezas en pocas manos y la acumulación de pobreza y sufrimiento. Para poder eliminar esta desigualdad, será necesaria una revolución. La revolución es el único medio para alcanzar dicha igualdad.
La Alienación
Alienación: En la sociedad capitalista se deshace el vínculo entre el hombre y su actividad productiva, lo que hace que el trabajador quede reducido a su fuerza de trabajo. Este fenómeno de pérdida de sí mismo es lo que Marx llama alienación. Para Marx, la sociedad se divide entre los que tienen la propiedad y los que directamente la producen. Estos últimos no se pertenecen a sí mismos, siendo esclavos de los primeros. Esta es la alienación general. Durante todo el proceso de trabajo se produce la alienación. El trabajador se convierte en una máquina. Las formas de alienación humana planteadas por Marx son:
- En el producto de su trabajo: El productor crea su objeto, siendo este su medio de vida. Pero al final el producto pasa a otras manos; el trabajador lo pierde. El único que goza y disfruta del producto es el señor (el capitalista).
- En el acto de la producción: El hombre se encuentra con que su actividad misma le es extraña, no le pertenece, consecuencia de la alienación. El trabajador solo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Si el hombre no se realiza en el trabajo ni se siente libre aquí, ¿dónde sucederá esto? En las actividades que no son propiamente humanas: comer, beber, engendrar.
- En su vida genérica: Un ser genérico es un ser universal. En esto se distingue el hombre del animal. La alienación hace extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su esencia espiritual, su esencia humana. Por carecer de tal esencia, son entre sí extraños y no hombres. Esta alienación fundamenta el resto de las posibles alienaciones: religiosas, filosóficas, políticas, sociales y artísticas. Solo la clase dominante podrá dedicarse a esto.
La Revolución Social en el Marxismo
La Revolución Social en el Marxismo: Ante tanta injusticia dada en la alienación y plusvalía, el mejor camino es la revolución social. La revolución no es factible por vía pacífica, sino mediante medidas violentas. En el Manifiesto Comunista, Marx dice que la historia de la humanidad ha sido una continua lucha entre opresores y oprimidos: la lucha de clases. Marx pensaba que la estructura social ha de cambiar mediante una verdadera acción revolucionaria. Debería seguir el siguiente proceso:
- La democracia (Dictadura del Proletariado): Se impone una dictadura proletaria, en la que se obliga a la burguesía capitalista a ceder sus capitales e intereses financieros, y no solo económicos, sino también políticos.
- El socialismo: Una vez que el pueblo es el dueño de los medios de producción, comenzaría una producción a gran escala, y los beneficios y bienes se repartirían equitativamente entre todos. Las anteriores clases sociales irían desapareciendo. No hay pobres ni ricos.
- El comunismo: Sería el resultado de las dos etapas anteriores. Época de gran riqueza y abundancia de medios, la libertad individual estaría garantizada al máximo, el Estado se iría eliminando paulatinamente, ya no tendría razón de ser, al igual que las clases.
Nota: El anarquismo, aunque comparte la idea de la desaparición del Estado como instrumento opresor, difiere en los medios y la concepción de la transición.
La Filosofía de Friedrich Nietzsche: Voluntad de Poder y Superhombre
Actitudes Fundamentales en su Filosofía
Actitudes Fundamentales en su Filosofía: Destacamos su profesión de ateísmo, con su famosa frase de “Dios ha muerto”. Otro tema es la transvaloración de todos los valores. Nietzsche arremete contra los valores tradicionales en el campo filosófico y en el religioso. Ataca las virtudes cristianas y sus valores espirituales. La moral cristiana es como una moral de esclavos. El problema de Nietzsche fue llegar de lo negativo a lo positivo. Primero, destruir los ídolos; segundo, crear nuevos ideales. Hay que negar y afirmar, destruir y crear.
Lo Apolíneo y lo Dionisíaco
Lo Apolíneo y lo Dionisíaco:
- Apolo (vida del científico) representa el orden, la mesura, la belleza, la proporción; es controlado, mesurado.
- Dioniso (vida del artista) es el dios de la embriaguez, de la sensualidad, representando el aspecto material de la vida humana, los placeres.
Si en un primer momento el hombre se muestra dueño de sus pasiones, estableciendo un orden y un sistema de cuanto acontece, en su búsqueda de la vida se diluye en un imperio de los sentidos. La vida es un devenir, se afirma en ella misma, no en nada que venga a justificarla, y esto es posible, al decir de Nietzsche, en virtud del gran acontecimiento de los tiempos modernos: “Dios ha muerto”. Nietzsche sostiene que la crisis de la cultura europea que él vive se basa en esa distinción que la filosofía occidental siempre ha tenido en mente y que no es otra cosa que mundo sensible-mundo suprasensible, y es necesario a partir de estos momentos matar cualquier mitificación. Marx está en contra de Platón.
Los Valores Morales
Los Valores Morales: El bien y el mal tradicionales, tanto filosófico como religioso, deben ser derribados porque la moral cristiana es una moral de esclavitud, de negativismo. Debe triunfar la vida en su plenitud y afirmación absoluta. Hay que destruir viejos ídolos y sustituirlos por una visión nueva y productiva del hombre y su vida. El hombre debe alcanzar el nivel de Superhombre.
Crítica a la Moral Tradicional
Crítica a la Moral: Nietzsche se refiere a la moral como contranaturaleza, se opone a la vida que establece leyes en contra de los instintos vitales. Y esta es la moral platónico-cristiana. La base moral del cristianismo es el platonismo: “el mundo de las ideas” se convierte en “el más allá” de los cristianos. Esta moral pone el centro de gravedad del hombre en el mundo de las ideas, en el más allá. Nietzsche llama a esto el complot del cristianismo. Este orden moral no viene del hombre, nos llega de un pretendido Dios. Si el concepto de Dios ha sido hasta ahora la gran objeción contra la vida, contra la existencia, nosotros negamos a Dios, negamos la responsabilidad ante Dios; de esta forma redimimos al mundo.
La Nueva Moralidad del Superhombre
La Nueva Moralidad del Superhombre: La nueva moralidad del Superhombre será universal y, dentro de una libertad creadora que manifiesta la vida en su plena condición, debe de ser inmoral como la naturaleza, ya que el hombre en su aspecto más noble y menos corrompido es una total naturaleza y el hombre es más natural cuanto más verdadero. Así, en Más allá del bien y del mal dice: “Si Dios ha muerto, ¡que el Superhombre viva!”. Ya es hora de que el hombre actual marchito dirija su mirada hacia un hombre superior, y si hasta ahora no lo ha logrado ha sido debido a su propia confusión, que le ha llevado a peligrosos terrenos donde ha terminado por destruirse en la insatisfacción. Esta situación debe ser superada hasta alcanzar la meta del Superhombre. Desde un punto de vista destructor de lo anterior, y para crear un nuevo orden moral, es necesario partir de cero. El hombre debe exaltar esta vida terrenal, en la cual debe darse el eterno retorno; hay que amar la vida de forma que el hombre quiera volver a vivirla, porque todo vuelve a repetirse eternamente. Este amor proporciona al hombre el medio de ir superándose continuamente. El hombre es el puente hacia el Superhombre.
El primer discurso de Zaratustra expone tres metamorfosis del espíritu:
- El espíritu se convierte en camello: Simboliza a los que se contentan con obedecer; solo tienen que arrodillarse y recibir la carga, soportar las obligaciones sociales, obedecer los valores que se presentan.
- El camello en león: El gran negador, simboliza al nihilista que rechaza todos los valores tradicionales.
- El león en niño: Siente la necesidad de convertirse en niño, superar su autosuficiencia para poder crear una nueva tabla de valores.
El hombre domesticado por el cristianismo se ha convertido en mezquino, mediocre, prudente, servil… Se nota la influencia de Darwin. Tiene que llegar un hombre superior que cada día ame con más fuerza la vida, se ría de los valores del mundo suprasensible, porque sabe que él los ha creado. El hombre superior es un niño porque el niño no tiene prejuicios, es inocente, juega con la vida.