Alienación e Ideología en Marx
El objetivo de Marx es realizar un estudio crítico de la sociedad capitalista. Pretende liberar a los obreros (proletarios) de su situación de explotación, transformando la realidad. Para ello, era necesario que la filosofía no se limitara a una mera interpretación, sino que cumpliera un papel transformador de la historia y de la sociedad (praxis).
Según Marx, el ser humano tiene como base su condición de ser natural y social, y se diferencia de los animales porque no tiene una naturaleza fija e innata, sino que debe hacerse y realizarse a sí mismo. Es decir, su esencia no está dada, sino que se construye a través de la historia y la praxis (su actividad transformadora). Sin embargo, el devenir histórico no ha llevado al ser humano a la felicidad. En el mundo capitalista, la mayoría de los seres humanos son seres alienados: han perdido su libertad, no son dueños de sí mismos. Solo unos pocos poseen los medios de producción, mientras que la mayoría debe vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
Marx identifica distintas formas de alienación que afectan al trabajador:
- Alienación del trabajador respecto al producto de su trabajo: El trabajo produce objetos que no pertenecen al obrero, sino al capitalista. El trabajador se ve separado de su producción, ya que el producto escapa de su control y enriquece al capitalista, mientras el obrero se empobrece.
- Alienación respecto a su propia actividad: La actividad productiva del obrero, que debería ser una manifestación libre de su esencia, se convierte en un acto forzado. El trabajo ya no es un medio para desarrollar sus capacidades, sino simplemente para satisfacer necesidades básicas fuera del trabajo.
- Alienación del ser esencial del hombre: En el trabajo alienado, el ser humano no se afirma, sino que se niega. El trabajo deja de ser una actividad libre y creativa para convertirse en un simple medio de subsistencia.
- Alienación del hombre respecto de otro hombre: El sistema capitalista divide a la humanidad en dos clases antagónicas: los propietarios de los medios de producción (burguesía) y los trabajadores (proletariado). Así, el trabajador queda subordinado al capitalista, y este también se aliena al depender de la explotación ajena para mantener su poder.
El carácter radical de la alienación económica significa que no puede superarse simplemente mejorando las condiciones de trabajo, porque los intereses de las clases sociales están necesariamente enfrentados: unos quieren mantener el sistema y otros cambiarlo. Esto promueve otras formas de alienación:
- La alienación social: Se da porque la sociedad se divide en dos clases enfrentadas: la clase propietaria de los medios de producción y los proletarios.
- La alienación política: Surge de esa división en clases sociales, ya que los intereses enfrentados llevan a la lucha de clases. La sociedad civil y la comunidad política (el Estado) representan intereses distintos y a menudo opuestos, y los seres humanos no se reconocen como iguales ante las estructuras de poder.
- La alienación religiosa: Toda religión funciona como una ideología que ofrece un consuelo imaginario y promete justicia más allá de este mundo, adormeciendo la conciencia crítica e inmovilizando así al pueblo. Por eso Marx afirma que «la religión es el opio del pueblo».
- La alienación filosófica / ideológica: Interpreta falsamente la realidad, de modo que justifica y mantiene el sistema existente. La ideología dominante no ayuda a transformar la sociedad, ya que la interpreta erróneamente y refuerza la dominación de la clase explotadora.
Materialismo Histórico y Comunismo
Para Marx, la historia se caracteriza por ser la sucesión de los diferentes modos de producción. Identifica principalmente cinco modos de producción:
- Modo de producción primitivo
- Modo de producción esclavista
- Modo de producción feudal
- Modo de producción capitalista
- Modo de producción comunista (como etapa futura a alcanzar)
El concepto “modo de producción” hace referencia a todo el sistema social en un momento histórico determinado, tanto a la estructura económica como a los niveles jurídico, político y cultural. Se distinguen dos grandes niveles interrelacionados:
- La infraestructura o estructura económica: Es la base material fundamental sobre la que descansa todo el proceso de producción y la sociedad en su conjunto. Está constituida por las fuerzas productivas (trabajadores, medios de producción, tecnología) y las relaciones de producción (las relaciones sociales que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos, basadas en la propiedad).
- La superestructura: Designa el conjunto de representaciones, ideas, instituciones y normas que configuran la conciencia social del ser humano, como las instituciones jurídicas y políticas (el Estado, el derecho) y las formas de conciencia social (arte, religión, filosofía, moral) propias de cada sociedad.
La ideología dominante en una sociedad corresponde a la ideología de la clase dominante y tiende a justificar y perpetuar la estructura económica existente.
El factor determinante del cambio histórico es la relación dialéctica (y a menudo contradictoria) entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. La contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción existentes (que se convierten en una traba para las primeras) constituye el motor de la historia.
El conflicto estalla cuando el desarrollo normal de las fuerzas productivas encuentra en las relaciones de producción un obstáculo insuperable dentro del marco existente. Se inicia entonces una fase de revolución social que transforma la base económica y, consecuentemente, la superestructura.
El objetivo final al que, según Marx, se dirige la historia es la instauración del comunismo. En ese momento desaparecerá la alienación y será posible la realización plena del ser humano, lo que solo se alcanzará cuando desaparezca la propiedad privada de los medios de producción y estos sean comunes, eliminando así la división de la sociedad en clases.
Comentario sobre la Filosofía de Marx
Autor
Karl Marx fue un filósofo, sociólogo y economista alemán del siglo XIX. El objetivo de su filosofía era analizar críticamente la sociedad burguesa capitalista con el fin de transformarla y superar la alienación y la explotación de la mayor parte de la población (el proletariado).
Ideas Principales del Concepto de Alienación
- La enajenación (o alienación) en el trabajo consiste en que este es externo al trabajador; en él no se siente feliz, sino desgraciado, no desarrolla libremente su energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu.
- En consecuencia, el trabajo no es voluntario, sino forzado; es trabajo forzado. No es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Supone autosacrificio y mortificación.
- Dicho trabajo no pertenece al trabajador, sino al capitalista que posee los medios de producción. De esta manera, el trabajador no se pertenece a sí mismo, sino a otro.
Explicación de las Ideas
El concepto de alienación en la filosofía marxista hace referencia a la pérdida de la esencia y libertad del ser humano en el modo de producción capitalista. Se analiza especialmente la alienación en el trabajo, considerada la base de otras formas de alienación.
Según Marx, el trabajo constituye la actividad esencial del ser humano, mediante la cual transforma la naturaleza y debería realizarse como individuo. Sin embargo, en el mundo capitalista, el trabajo se vuelve algo ajeno, externo al trabajador: no afirma su ser ni su libertad, sino que produce su negación, infelicidad y mortificación.
El trabajador actúa para obtener un salario y satisfacer sus necesidades básicas, pero en el proceso se pierde a sí mismo, ya que su actividad productiva pertenece al burgués (capitalista), propietario de los medios de producción.
La alienación económica es la base de otras formas de alienación: social (por la división de clases), política (por la separación entre sociedad civil y Estado, y la lucha de clases), religiosa (que funciona como ideología para justificar el sufrimiento terrenal) y filosófica o ideológica (cuando el pensamiento justifica el orden existente en lugar de criticarlo).
Marx plantea que la superación de la alienación solo será posible mediante la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y la superación del sistema capitalista, lo que llevaría a una sociedad comunista sin clases.