Sastre es un filosofo que determina al hombre como

COMENTARIO ARISTÓTELES

El autor del texto es Aristóteles, filósofo griego nacido en la Época Antigua, concretamente en el 384 a.C y fallecíó en el 322 a.C. Fue discípulo de Platón y tutor de Alejandro Magno. Fue fundador de El Liceo, una de las escuelas de la historia de la filosofía más grandes e importantes de Grecia. Aristóteles quiso crear una síntesis de todos los saberes de la Antigüedad, y pese a que sus capacidades literarias eran considerablemente inferiores a las de Platón, se le considera padre de la filosofía occidental.

De Aristóteles, tan solo conservamos sus obras esotéricas, que fueron probablemente notas y apuntes tomados por sus alumnos del Liceo. Por el contrario, su obra exotérica, aquella destinada al gran público, se perdíó por completo.

En este texto el filósofo expone su idea del ser humano como un ser social y racional. Es decir, el texto tiene una carácter político, social y ético.

Aristóteles explica como el ser humano es el único animal que posee “la palabra.” Cabe distinguir la palabra de la voz, la voz la poseen tanto los animales como los humanos, ya que permite solo manifestar placer o sufrimiento y los animales sí poseen esta capacidad. Así pues, la palabra (el lenguaje) está íntimamente relacionada con el pensamiento y por lo tanto pertenece solo a los hombres, capaces de distinguir el bien del mal. Esto nos permite tener una vida moral.

El ser humano es el único animal capaz de discernir lo justo de lo injusto y de, a su vez, comunicárselo a sus semejantes. En relación con esta última idea, Aristóteles consideraba al ser humano como un ser social que no se basta de sí mismo, sino que necesita al resto, ya que en soledad sería un Dios o una bestia, por lo que precisa de otros para su propia supervivencia.

A partir de esas capacidades y necesidades, el ser humano construye una sociedad en la que vivir y relacionarse, como hace mención Aristóteles, refiriéndose a la comunidad doméstica, casa, y a la social, ciudad.

Para concluir, cabría destacar la interpretación del alma de Aristóteles. Consideraba que los seres inertes carecían de alma, frente a los seres vivos, ya  la vez distinguía tres almas en relación a las funciones vitales. La primera, la función vegetativa, es aquella que poseen todos los seres vivos; las plantas solo tienen esta función. La siguiente es la función sensitiva, dentro de ella diferenciaba sensibilidad primaria y secundaria, que poseen los animales. Por último, la función racional que es propia exclusivamente de los hombres, que también tienen las tres anteriores. El alma sensitiva guarda relación con la voz, ya que es la que, como ya he mencionado, tienen los animales y les permite expresar dolor o placer. Por otra parte, el alma racional guarda relación con la palabra, exclusiva de los hombres.

Esta visión también se corresponde con la interpretación teológica de la realidad que inspira la filosofía de Aristóteles. El filósofo creía que todo lo existente aspiraba a alcanzar sus propias metas. Consideraba que el ser humano poseía la razón y la palabra para poder convertirse en un ser moral y social, esta es la única manera en la que puede alcanzar la felicidad, que es la meta que tiende a alcanzar de manera natural.

LA LIBERTAD 1

El autor del texto es Spinoza, filósofo de la Edad Moderna, más concretamente del S.XVII d.C. Este filósofo se vio influido enormemente por las obras de Descartes, que le llevaron a elaborar una visión peculiar del Racionalismo, que sosténía la razón como fuente de conocimiento, a partir del método matemático. Spinoza consideraba que solo existía una sustancia, que identificó con la totalidad del universo, y que denominó como “Dios o la Naturaleza.” Pensaba que el resto de realidad que los humanos distinguimos son meros aspectos de esta única sustancia (atributos.) Sus ideas le llevaron a ser expulsado de la comunidad judía a la pertenecía.

En el texto se refleja la mentalidad determinista de Spinoza, quién afirmaba que todo cuanto hacemos está prefijado y sucede de un modo inevitable, por lo que sensación de libertad proviene de la ignorancia.

El tema principal es la libertad del hombre.
El filósofo explica cómo el ser humano no es verdaderamente libre, tan solo cree serlo debido a que es ignorante.

Considera como el ser humano está condicionado y determinado por una serie de causas, que pueden ser investigadas y descubiertas, pero que las personas ignoran, lo que les causa la sensación de estar actuando libremente. Esto se podría aclarar con un ejemplo: si una piedra pudiese hablar y le preguntásemos por qué se cae, nos contestaría que es porque quiere, ya que desconoce que existe una causa natural, en este caso la gravedad, que explica su movimiento.

Con todo esto, podemos deducir que el ser humano se mueve por el principio de causalidad. Este principio atiende a que las cosas no suceden de una manera aislada, sino que unas cosas están ligadas a otras, en un proceso de interacción. Se conoce que ningún fenómeno sucede sin causa, sino que lo engendran el desarrollo precedente a ese suceso o otros fenómenos. El origen de todo fenómeno recibe el nombre de causa, y lo que surge bajo la acción desarrollada por la causa se denomina efecto.

Así pues, Spinoza concluye que el hombre se mueve de forma mecánica, siguiendo una seride impulsos; por lo que todo lo que nos ocurre, nuestras decisiones, nuestras acciones… Todo obedece a una causa.

Para concluir, podríamos comentar las obvias diferencias entre el pensamiento de Spinoza determinista y el indeterminismo, concretamente el existencialismo de Sartre, para así matizar conceptos.

El indeterminismo es la doctrina que defiende que nada sucede “necesariamente”, porque ningún acontecimiento está predeterminado. Concretamente, el existencialismo considera que la libertad constituye la carácterísticas más importante de las personas, por lo que es una realidad fundamental y constituye un rasgo único de los seres humanos. Sarte explicaba esta singularidad humana con la diferencia entre esencia y existencia. Este otro filósofo consideraba que los objetos eran seres-en-sí, caracterizados por una esencia fija y por lo tanto, no libres; mientras que los humanos somos seres-para-sí, ya que carecemos de una esencia, sino que nuestra libertad nos permite construír aquello que queremos ser con nuestras decisiones libres, es decir, nos convertimos en aquello que terminamos siendo con nuestra existencia.

LIBERTAD 2

Este texto es de Sartre, filósofo de la Edad Contemporánea, concretamente del S.XX. Además de cómo filósofo, destacó como escritor, recibiendo un Premio Nobel de Literatura que finalmente rechazó. Sarte expuso los principios de su filosofía en numerosas novelas, obras de teatro y textos divulgativos. Durante toda su vida Sartre mantuvo un compromiso con todo tipo de causas políticas y sociales.

Este texto refleja la mentalidad indeterminista existencialista de su autor, que expone con su idea de la libertad, tema principal de texto. El indeterminismo es la doctrina que defiende que nada sucede “necesariamente”, porque ningún acontecimiento está predeterminado. Concretamente, el existencialismo considera que la libertad constituye la carácterísticas más importante de las personas.

La ideal principal es que el ser humano es completamente libre, concretamente “condenado a ser libre”, ya que no puede elegir sobre esto.

Sartre destaca que el hombre nace siendo nada y con el paso del tiempo sus decisiones y acciones le forman y le convierten en lo que es. Esta visión corresponde con la idea de Sartre de la singularidad humana representada con la diferencia entre esencia y existencia. Este filósofo consideraba que los objetos eran seres-en-sí, caracterizados por una esencia fija y por lo tanto, no libres, ya que consisten en algo permanente y determinado; mientras que los humanos somos seres-para-sí, ya que carecemos de una esencia, sino que nuestra libertad nos permite construír aquello que queremos ser con nuestras decisiones libres, es decir, nos convertimos en aquello que terminamos siendo con nuestra existencia. Entonces, ser es elegirse, ya que el hombre ha de hacerse a sí mismo.

Sartre también pensaba que al morir, al no quedarnos ya más decisiones por tomar, dejamos de ser existencia y nos convertimos, finalmente, en esencia; así pues, la existencia es anterior a la esencia. Este filósofo afirmaba que las cosas son, pero no existen, ya que no pueden elegir, mientras que los hombres son los únicos que existen realmente, pues tienen elecciones libres.

Para concluir, podríamos relacionar el tema del texto con una ideología radicalmente opuesta, el determinismo, en el que destacó el filósofo Spinoza.

El determinismo afirma que todo cuanto hacemos está prefijado y sucede de un modo inevitable, por lo que sensación de libertad proviene de la ignorancia. Considera como el ser humano está condicionado y determinado por una serie de causas, que pueden ser investigadas y descubiertas, pero que las personas ignoran, lo que les causa la sensación de estar actuando libremente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *