Saber mítico filosofía

Etimoló gicamente la palabra filosofía se compone a su vez de las palabras griegas “philo” que indica amistad”, “amor”, y “sophia” que significa “sabiduría”; de modo que filosofía etimológicamente significa “amor a la sabiduría”[2].
El significado varíó rápidamente y “filosofía” pasó a significar la sabiduría misma. Sin embargo qué sea la sabiduría, y por tanto, qué sea la filosofía se ha hecho en sí misma una pregunta filosófica sobre la que los propios filósofos discuten. Aunque no haya acuerdo pleno sobre qué sea la filosofía puede definirse, en un sentido amplio, como un saber teórico y racional sobre los primeros principios.
En lo que sigue se aclarará qué significan los términos técnicos de la definición.
1.1. Saber teórico y saber práctico.
Existen distintos tipos de saberes. Están los saberes prácticos y los teóricos. Los saberes prácticos consisten en un saber hacer que puede ejecutarse sin tener porqué conocer la teoría.
Por ejemplo el saber hablar, o el ser moral, pueden realizarse sin conocer, respectivamente, ni gramática ni ética.
En cambio los saberes teóricos consisten en ser teoría; es decir, en un conjunto de conocimientos según conceptos, y por tanto son un saber comunicable a través de las palabras.
En términos generales se considera que la filosofía, o cuanto menos una parte sustancial de ésta, consiste en ser un saber teórico[3].
La capacidad de poseer saber teórico es una carácterística del ser humano que lo diferencia de los animales.
La estrategia básica de supervivencia de los animales descansa en los instintos, con los que nace. Ellos les indican, en gran medida, qué deben de hacer en el mundo para sobrevivir. Es decir, nacen “sabiendo” hacer las cosas.
Así, pueden ajustar su conducta de un modo más preciso al entorno en el que les ha tocado vivir. Pero esta capacidad está limitada por dos razones, primero porque muchas de sus conductas instintivas no pueden ser alteradas, es decir, no puede modificarlas, y segundo por la imposibilidad de adquirir conocimientos teóricos de sus congéneres, o de transmitirlos.

1.2.

Saber mítico y saber racional


Existen diferentes clases de saberes teóricos. Históricamente la primera clase de saber teórico, y por tanto la primera forma en que el hombre intenta conocer teóricamente el mundo, son los mitos.
Los mitos son relatos de acontecimientos fabulosos que narran cómo ha llegado a la existir, tras la hazaña de seres sobrenaturales, alguna realidad de importancia e interés para el ser humano.
Y así en los mitos se narra la creación del mundo, la aparición del propio ser humano, la de la tierra, la muerte…,
A diferencia de los cuentos los mitos son creídos como verdaderos; es decir, narran acontecimientos que quien los cree toma como ciertos. Los cuentos, en cambio, narran acontecimientos que no se pretenden verdaderos.
Los cuentos, en general, cumplen funciones sociales; como la de representar cómo se debe actuar en situaciones especiales. El niño, al oírlos, va internalizando maneras típicas de actuar en su sociedad; así puede aprender cómo actúan los héroes, cómo debe precaverse del engaño, etc.
La religión, por su parte, adopta como verdaderas una serie de proposiciones que no son demostradas racionalmente, sino que son aceptan por fe, y en ese sentido se parece al mito.

Sin embargo, una vez adoptadas tales proposiciones, y a diferencia de lo que hace el mito, la religión no se para ahí, sino que utiliza la razón para construir un edificio sistemático de conocimientos en los que, por un lado, las proposiciones adoptadas por fe son interpretadas de modo que se eviten incoherencias entre ellas, y por otro, y a partir de esas proposiciones aceptadas por la fe, se deduzcan otras proposiciones con las que se va construyendo ese edificio de conocimientos compacto que se denomina teología.
Por tanto, la carácterística esencial del mito y de la religión, que los diferencia del saber racional, es que en todo, o en parte, carecen de posibilidades de contrastación o demostración racional. Es decir, no pueden aportar razones que justifiquen su validez.
Una forma distinta de intentar conocer y explicar el mundo es a través de las teorías racionales, que son las producidas por la filosofía y la ciencia.
La carácterística esencial de las teorías racionales es que utilizan la razón para demostrar, seleccionar, y en la medida de lo posible comprobar, las distintas teorías que puedan ocurrírsele a la imaginación.
Una teoría racional pretende ser un pensamiento racionalmente bien fundado, y ello se consigue a través de someter esa teoría a una labor crítica por parte de la razón, de manera que se puedan ofrecer razones que hagan preferible, y por tanto fundamenten, ese conocimiento.

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