Porque el alma según Aristóteles no es inmortal

Las objeciones: la duda o argumentos en contra (tesis). Planteada la pregunta ofrece una serie de objeciones, que la ley natural no contiene muchos preceptos, sino solo uno. Tomás comienza presentando diversas objeciones que responden a otras dudas. Es como la historia de la cuestión y Tomás  poseía buen conocimiento de las opiniones tanto de su tiempo como anteriormente. Las razones de por qué empieza así son: -Quienes buscan la verdad han de comenzar por dudar toda investigación viene a ser la solución de interrogantes. –Quienes buscan la verdad, pero no comienzan por dudar, se parecen a los que se ponen en camino sin saber el destino. –Quienes se ponen en camino sin saber a donde van. –Así el investigador debe conocer las opiniones de su contrario. –En cambio (antítesis). Viene a ser una nueva objeción de signo contrario a las anteriores. Es la opinión que defiende la ogra parte de la disyuntiva planteada. –Solución o Cuerpo del artículo. En la Suma hay 4 clases de artículos: -Sobre la existencia, el hecho. La pregunta de si existe o no la ley natural la ha tratado en una cuestión anterior a la que el alumno está llamando a examinar. –Sobre la esencia, la definición. –Sobre la existencia  de alguna propiedad. –Sobre el por qué de tal propiedad. –Respuestas a las objeciones. Tras la solución, da respuestas y el argumento presentado a favor.  

La cuestión disputada

Es el resultado de una disputa o animado debate escolar, en el que habían intervenido no solo los alumnos del maestro que convocaba a la disputa, sino los maestros de otras escuelas de la ciudad y otros eventualmente de paso. Con Tomás la cuestión disputada adquiere estabilidad y la usa con frecuencia hasta entonces desconocida. Una cuestión disputada es la determinación del maestro sobre la doctrina discutida. Sobre una cuestión es necesario antes atender a argumentos, y estos son: –Objeciones: son los argumentos en contra, entendíéndolas como razones que otros puedan dar sobre el tema. De ahí, Tomás da la razón al objetante. Son soluciones dadas al problema pos autores. –En cambio (sed contra). Es otro posible argumento o respuesta al tema. Dicho argumento precede y prepara la solución de Tomás, menos elaborado y más breve. –Solución. Al interrogante con que se inicia el artículo. Nuestro autor da una solución argumentada a la cuestión que ha sido planteada en el título y discutida en objeciones y en  cambio. –Respuestas a las objeciones. Responde una a una a las objeciones u opiniones planteadas. Estas respuestas son una llamada de atención a quienes han puesto las objeciones. Y a veces responde al argumento presentado a favor. 

ARISTÓTELES Y LA FUERZA DE LA RAZÓN. La razón, que todos se ven obligados a aceptar

Aristóteles trataba las ciencias naturales, la importancia dada al mundo sensible, la investigación de las leyes de la vida y fenómenos de la generación, contrastaba con el espiritualismo idealista, favoreciendo el agustinismo. La filosofía de Aristóteles hizo hincapié en la biología en realidades concretas. Y negando las Ideas existentes en la mente divina. Cortó los caminos hacia Dios y los derivó a la razón. Con Aristóteles aparece el mundo real e inteligible, con la inteligibilidad se afirma la fuerza de la razón. Tomás dice que no puede haber contradicción entre la fe y la razón y dialogando hay que dar argumentos filosóficos.  

Cuando la filosofía parece incompatible con la fe cristiana

3 textos de Aristóteles: La física, con una concepción del movimiento continuo, posibilitando la eternidad del mundo; De ánima, ligaba el alma al cuerpo, como la materia a la forma; y la Ética a Nicómaco, un código de conducta humano de tipo temporal y terreno. El problema surge cuando estas concepciones parecen inconciliables con la concepción cristiana del mundo, del hombre y de Dios. Digamos: -Sobre la eternidad del mundo. No es cognoscible ni demostrable. Y sostendrá que afirmar que el mundo existe no es contradictorio con la afirmación de un Dios creador del mundo, Dios ha creado al mundo y el mundo seria creado, dependiente de Dios y co-existiendo con Dios desde toda la eternidad. –Sobre la uníón de alma y cuerpo. Aristóteles dice que el cuerpo y el alma no son dos realidades distintas, pero si dos principios substanciales de un mismo ser humano: el principio de la vida y la adecuada materia para que esta vida pueda realizarse; son forma y materia. Y el  hombre es un ser natural y sigue la misma teoría que para el resto de los seres. El alma es forma del cuerpo, como la salud es forma del cuerpo y la ciencia lo es del alma. La teoría hilemórfica del alma como forma del cuerpo en Aristóteles conducía a afirmar la mortalidad del alma. Para Tomás el hilemorfismo de Aristóteles no es incompatible con la fe en la resurrección de los muertos, el mismo yo humano, el alma como la forma da identidad y anima al cuerpo, permanece por diferentes cambios de la materia corporal. Tomás afirma que estar separada del cuerpo es contranatural al alma, y sin él no podrá tener la perfección que exige su naturaleza. ­–Sobre una ética no religiosa. Aristóteles ofrece normas de conducta independientes de la Biblia. Y la perfección moral no se abre a los valores religiosos. Los valores humanos existen por si mismos. Esta ética no religiosa significa la felicidad que se limita a las realidades de este mundo. Tomás distinguirá una felicidad sobrenatural, se alcanza en el encuentro con Dios, y una felicidad natural, que brota de los bienes de este mundo. Hay una doble finalidad: una sobrenatural, tiene a Dios, y otra natural, sigue cauces de la naturaleza y de la recta razón. Estas dos se complementan.  

LAS FUENTES CLÁSICAS DE LA LEY NATURAL.   Aristóteles, padre del derecho natural

Hay 2 clases de derecho: natural y legal, correspondientes a dos clases de leyes: la ley natural, o común a los hombres, y la ley propia o positiva, correspondiente a un grupo social. El derecho natural se funda en la misma naturaleza del hombre y tiene validez siempre y para todos, independiente de las opiniones particulares, siendo anterior a todo pacto o convenio humano.

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