Pensamiento Político de Marx
Al comienzo de su teoría política, Karl Marx propuso el materialismo histórico, una perspectiva que analiza la historia para comprender y corregir los problemas sociales. Este enfoque materialista estudia los distintos modos de producción que se han desarrollado a lo largo de la historia, partiendo de la premisa de que la base del funcionamiento histórico es la economía.
El Materialismo Histórico
Marx explica que en todo Estado existe una estructura económica. Dentro de esta estructura se encuentran las fuerzas productivas, entendidas como los medios de producción (no humanos) más el trabajo de las personas. Estas personas se relacionan entre sí, formando relaciones de producción. El concepto de trabajo es fundamental, ya que genera las relaciones sociales y la interacción de los individuos con la naturaleza.
Por encima de la estructura económica se halla la superestructura, que es el conjunto de ideas, valores, instituciones (como el Estado, la religión, el derecho) de una sociedad, sustentados y condicionados por la estructura económica subyacente.
Los modos de producción son los sistemas económicos en los que se fundamentan las sociedades. Marx plantea que cada modo de producción se caracteriza por la existencia de dos elementos principales: una clase social dominante y una clase social sometida.
Modos de Producción a lo largo de la Historia
A lo largo de la historia, Marx identifica varios tipos de modos de producción:
- Modo de producción asiático o esclavista: Desarrollado en Asia, con la nobleza como clase dominante y los esclavos como clase sometida.
- Modo de producción feudal: Característico de la Edad Media, donde la nobleza era la clase dominante y los campesinos, que trabajaban en el feudo, eran la clase sometida.
- Modo de producción capitalista: Surge con el mercantilismo en la Edad Moderna y alcanza su forma más extrema en el siglo XIX, impulsado por la Revolución Industrial. En este modo, la clase social dominante es la burguesía, dueña de los medios de producción, mientras que la clase sometida es el proletariado.
El Capitalismo: Alienación y Valor
Marx asegura que el capitalismo lleva a los trabajadores a desarrollar su labor dentro de una producción en cadena. En este sistema, la materia se transforma utilizando los medios de producción y la actividad humana; sin embargo, el trabajador a menudo no ve el producto final y siente que su trabajo carece de sentido, pues no lo considera como propio. Esta sensación de extrañamiento o desposesión recibe el nombre de alienación.
La alienación se manifiesta en jornadas de trabajo interminables y en la incapacidad del trabajador para apreciar el objeto de su labor. El individuo se ve a sí mismo como un objeto que produce a cambio de un salario, y su vida se convierte en una actividad agotadora, viviendo solo para trabajar.
En definitiva, el capitalismo fomenta la alienación, lo que lleva a que los trabajadores se sientan obligados a cumplir con sus tareas para evitar el desorden social. La ideología capitalista, según Marx, oculta esta alienación para estabilizar la sociedad, intentando modificar la realidad para que el individuo crea que es feliz trabajando. Sin embargo, Marx insiste en la necesidad de ver la realidad tal cual es: la relación entre la burguesía y el proletariado está jerarquizada dentro del marco de la producción de mercancías.
Así, los productos tienen dos valores:
- Valor de uso: Depende de la necesidad que un producto es capaz de satisfacer.
- Valor de cambio: Depende del trabajo socialmente necesario empleado en la producción de un objeto.
El valor de la mercancía, en el capitalismo, incluye el valor de cambio, el valor de uso, la amortización de los medios de producción y la plusvalía, que es el valor excedente generado por el trabajo del obrero y apropiado por el capitalista.
La Lucha de Clases
A raíz de la crítica al capitalismo que se extrae del materialismo histórico, Marx asegura que este sistema es injusto y obsoleto, y que debe ser sustituido. Además, sostiene que la historia se reduce al enfrentamiento entre dos clases sociales: la dominante y la trabajadora. A este conflicto se le denomina lucha de clases, que es el intento de la clase social dominante por mantener su dominio y el intento de la clase trabajadora por dejar de ser explotada. Esta lucha es una consecuencia directa de la alienación de la clase trabajadora.
Hacia el Comunismo: Revolución y Dictadura del Proletariado
Según Marx, la alienación solo se solucionará mediante la revolución socialista, la cual dará lugar al nacimiento de un nuevo modo de producción: el comunismo.
La Revolución Socialista y la Conciencia de Clase
Para lograr el comunismo, Marx dice que el primer paso será la revolución socialista, basada en la lucha de clases donde el proletariado pretende sustituir a la burguesía en el poder, usando la fuerza si es necesario. Para que se dé la lucha de clases, debe haber conciencia de clase, es decir, que todos los proletarios estén unidos en su objetivo común.
La Dictadura del Proletariado y sus Medidas
Una vez que los obreros lleguen al poder, se instaurará la dictadura del proletariado, que implica la existencia de un solo partido político, formado por los proletarios. Durante la dictadura del proletariado se llevarán a cabo una serie de medidas:
- Abolición de las herencias.
- Colectivización de tierras y medios de producción.
- Centralización de los medios de transporte.
- Educación pública y gratuita.
- Eliminación de la propiedad privada.
- Eliminar las diferencias entre el campo y la ciudad.
- Existencia de un banco nacional.
- Prohibición de cualquier práctica religiosa.
- Trabajo obligatorio para todos.
La Instauración del Comunismo
Se llegará al comunismo tras la revolución socialista, es decir, una vez que las medidas de la dictadura del proletariado han sido interiorizadas por la sociedad y el Estado ya no es necesario. En la sociedad comunista, no existirán diferencias entre clases. Existirá una igualdad total donde todos trabajarán en beneficio de la comunidad. Se establecerá, finalmente, el comunismo.