Ortega y Gasset: Contexto Histórico, Filosófico y Cultural

Contexto Histórico

Histórico: La situación de la España de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX es de atraso en lo económico, de agitación en lo social y de agotamiento en lo político. Esta es la situación que influye en el pensamiento de Ortega que, por su vinculación familiar con el periodismo, estuvo muy atento a los fenómenos políticos y sociales. La revolución industrial llegó a España en fecha muy tardía y limitada a dos regiones: Cataluña y el País Vasco. Hasta entonces, lo que predomina es una economía agraria en manos de una oligarquía terrateniente, más preocupada por aumentar la extensión de la propiedad que por la productividad de la finca.

En lo social, la época que le tocó vivir a Ortega se caracterizó por el desarrollo de las organizaciones obreras, englobadas fundamentalmente dentro del anarquismo y el socialismo. Aumenta la conflictividad social con la reivindicación de mejores condiciones de trabajo, secundada en un sector minoritario del anarquismo con prácticas terroristas.

Por lo que se refiere a la esfera política, la España de Ortega y Gasset se caracterizó por la restauración de la monarquía constitucional tomando como modelo la monarquía inglesa, pero con gravísimos errores que falsearon su carácter democrático, y que a la postre impidieron su reforma. El turno en el poder de los dos partidos gobernantes (conservador y liberal) quedaba adulterado por unas elecciones dominadas por el caciquismo. La primera mitad del siglo XX conoce la búsqueda de un modelo estable de Estado. Ni la dictadura de Primo de Rivera, y la Segunda República fueron capaces de conseguirlo, y su fracaso dio origen a la guerra civil y a la posterior dictadura del general Franco, que tampoco resolvió el problema. Para colmo, las dificultades de vertebración que tuvo España fueron potenciadas por el desarrollo de los nacionalismos, especialmente en Cataluña y el País Vasco. La invertebración de España fue un problema que preocupó profundamente a Ortega, hasta el punto de dedicarle una de sus obras.

Contexto Filosófico

Filosófico: La doctrina del punto de vista constituye el último capítulo de la obra El tema de nuestro tiempo. Esa obra se publicó por primera vez en 1923. La exposición de «la doctrina del punto de vista», que es tanto una doctrina epistemológica, se inserta dentro de una problemática más amplia de orden social y cultural, que es la que explica su primitiva publicación en un periódico.

Se suele dividir el pensamiento de Ortega en tres fases:

  • El objetivismo (1902-14)
  • El perspectivismo (1914-23)
  • El raciovitalismo (1924-55)

El pensamiento de Ortega se sitúa dentro de la crisis de la razón que se produce en la cultura a finales del siglo XX y a la que intentan dar respuesta. La confianza que la Edad Moderna había depositado en la razón a través de sus diversas formas entra en quiebra, especialmente por las críticas de algunos filósofos como Marx y Nietzsche. Empieza a sospecharse que la razón no nos sirve para comprender la realidad, bien porque la deforma y falsifica, bien porque niega y deprime las tendencias más profundas del ser humano. En la elaboración de su respuesta a la crisis de la razón, Ortega recibe diversas influencias, todas ellas de la filosofía continental europea, francesa y sobre todo alemana.

La influencia del historicismo le viene a Ortega de tres pensadores: Dilthey, Simmel, Spengler, especialmente del primero, al que profesó gran estima. El historicismo afirma el carácter histórico de toda realidad, y especialmente la realidad humana. La historia es simplemente la vida, concebida desde el punto de vista del todo de la humanidad. Así mismo, el hombre es esencia histórica.

La influencia del vitalismo se concreta en dos pensadores: Nietzsche y Bergson. Para Nietzsche: «no hay hechos sino interpretaciones», «no hay cosas en sí sino perspectiva». Para Bergson, la realidad es devenir, vida, impulso vital. Esa vida no se conoce a través de la inteligencia, que inmoviliza y fracciona la realidad, sino a través de la intuición.

El existencialismo, representado por Heidegger —con el que Ortega llegó a tener una relación personal— toma como punto de partida la fenomenología de Husserl, su maestro, al que sucedió en su cátedra de Friburgo. Ortega ve con gran interés su primera obra, que es Ser y tiempo, pero considera que esa analítica está superada por su concepción raciovitalista.

La influencia de Ortega en otros pensadores españoles dio origen a la Escuela de Madrid, que sólo llegó a articularse como tal durante la Segunda República, especialmente durante los años 1933-36, pero desgraciadamente la guerra civil truncó su desarrollo. Sus tres máximos representantes fueron Manuel García Morente, Javier Zubiri y José Gaos.

Contexto Cultural

Cultural: Hay un denominador común en las diversas manifestaciones culturales, ya sean artísticas, literarias o científicas. En todas ellas se percibe, no tanto la sustitución del relativismo por el subjetivismo, o la visión realista de las cosas por otras subjetivistas, como la sustitución de un sujeto absoluto, al modo romántico, o de un sujeto universal al modo racionalista, por otro tipo de sujeto, más particular, más inserto en la circunstancia concreta.

Desde finales del siglo XIX, el mundo artístico vive momentos de fuerte cambio, cuya característica general es el abandono de la representación realista. Las primeras manifestaciones, situadas todavía en el siglo XIX, son el impresionismo y el postimpresionismo.

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