El Origen de la Filosofía Occidental: Del Mito al Logos
Se toma como referencia el siglo XI antes de Cristo y la carta de Jonia como punto de partida para el inicio de la filosofía occidental. En ciudades como Mileto o Éfeso comienza una actividad intelectual en busca de respuestas. En lugar de buscarlas en la religión, abren la búsqueda hacia lo racional a partir de la observación. Estos son los primeros filósofos.
¿Qué distingue el Mito del Logos?
El Mito es una narración poética que trata de explicar el origen del mundo y da respuestas a través de los dioses y sus fuerzas sobrenaturales. El mito se expresa mediante el lenguaje de los dioses o epos. Se transmite por tradición de unos a otros. Los acontecimientos que se producen son siempre caprichos de los dioses y nada es predecible. Al principio, los inmortales crearon una estirpe de hombres mortales en tiempo de Cronos, y vivían como dioses sin miedo a la vejez ni a la decadencia, y morían sumidos en un sueño. Pero más tarde, las generaciones posteriores, como relata Hesíodo, eran la estirpe de hierro, que nunca se verán libres de fatigas y miserias, y Zeus destruirá esta estirpe.
El Logos (Filosofía) es el conjunto de saberes y experiencias basadas en la razón que intentan hallar el sentido del mundo que nos rodea. La filosofía se expresa mediante un lenguaje racional llamado logos. La filosofía está en continuo cambio y siempre con nuevas reflexiones; las fuerzas naturales encuentran una explicación en sí mismas. La filosofía trata de descubrir por medio de la razón las leyes de la naturaleza, y trata de saber cómo y cuándo tienen que suceder las cosas.
Los Filósofos Presocráticos: La Pregunta por el Origen de las Cosas
Los primeros filósofos comenzaron con dos grandes temas:
- La Metafísica: La forma de estructurar y explicar la realidad.
- La Teoría del Conocimiento: La forma de explicar nuestro conocimiento.
Para explicar la realidad, los primeros filósofos se centraron en comprender la naturaleza: el conjunto de cosas sometidas a un orden, lo que llamamos Cosmos o Physis, como principio constitutivo de las cosas. La cuestión que da origen a la filosofía es: ¿cuál es el origen (*Arjé*) de las cosas?
Esta búsqueda se basa en dos ideas fundamentales:
- Búsqueda de lo permanente: Lo permanente frente a lo cambiante de las cosas o sus distintos estados. Lo permanente es la esencia (lo que son en realidad las cosas) frente a las apariencias (lo que parecen ser las cosas). La esencia es la unidad de las cosas frente a la variedad de estados o apariencias.
- El *Arjé*: El universo se reduce a uno o pocos elementos, este principio lo llamaron Arjé. El conocimiento de la realidad significa conocer la esencia de las cosas y lo que tienen de común y permanente. Los sentidos solo nos muestran las apariencias y estados cambiantes y accidentales.
Estos filósofos consideraban que la naturaleza estaba animada o poseía vida, lo que se denomina hilozoísmo.
Clasificación de los Presocráticos
Los presocráticos, anteriores a Sócrates, se dedican a comprender la naturaleza y, en menor medida, al ser humano y su vida social. Se denominan:
- Monistas: Los que pensaban que solo existía un componente (un *Arjé*) de las cosas.
- Pluralistas: Los que creían en varios componentes.
- Atomistas: Una subcategoría de pluralistas que creían en múltiples partículas indivisibles.
Los Monistas decían que el principio es el agua (Tales de Mileto) y también que las cosas inanimadas tienen alma. Anaximandro decía que el principio de todas las cosas es el infinito o alguna naturaleza a partir de la cual se generan todos los elementos, lo que él llama ápeiron. Anaxímenes dice que el principio es infinito, pero determina que el aire es el principio de las cosas.
Heráclito y Parménides tienen dos formas de conocer la naturaleza: el primero parte de lo que nos dan los sentidos para llegar por medio de la razón al fundamento; Parménides parte de los argumentos de la razón sin atender a los sentidos.
Los Pluralistas: Conciliando el Ser y el Devenir
En el siglo V a. C., Empédocles, Anaxágoras y Demócrito intentan conciliar la doctrina de Heráclito con la de Parménides. ¿Cómo conciliar el movimiento y la inmutabilidad? La solución está en suponer que no hay un solo principio constitutivo, sino varios, y que todas las cosas surgen por combinación, bien producidas por varias fuerzas exteriores o por sus mismas propiedades naturales.
- Empédocles: Afirma que existen 4 elementos (aire, agua, fuego y tierra) que pueden explicarse por la acción de dos fuerzas cósmicas contrarias: el Amor (que une los elementos) y el Odio (que los separa).
- Anaxágoras: Decía que no es posible explicar la constitución de las cosas con solo 4 elementos, porque para él son agregados de infinidad de elementos primitivos. A las partículas primitivas les llama homeomerías. Estas estaban mezcladas en un caos. El paso al cosmos se debía a una fuerza superior y distinta que llama Nous (Mente o Inteligencia).
- Demócrito (Atomismo y Mecanicismo): Distingue dos principios: lo lleno y lo vacío. Lo lleno está constituido por partículas llamadas átomos, que son iguales en cualidad, pero distintas en peso y figura. Con el vacío explica el movimiento y el azar. Dice que los átomos se mueven en todas las direcciones a través del vacío y se unen formando muy variadas formas, que son las cosas del mundo.
Mecanicismo
Es la teoría según la cual el movimiento de la naturaleza se debe a sus propiedades y no a fuerzas externas. No se produce porque persiga ningún fin. Esta teoría se opone al finalismo y al teleologismo.
La Escuela Pitagórica: El Número como *Arjé*
Para los Pitágoras, lo que permite acceder al conocimiento de la naturaleza es la razón entendida como razón matemática. Esta opinión viene del descubrimiento de la correspondencia entre la longitud de la cuerda de un instrumento musical y las notas, lo que les lleva a pensar que hay una correspondencia entre las cosas y los números, y que todo es proporción y armonía. Para ellos, los números no eran abstracciones, sino que tenían entidad material y se identificaban con elementos geométricos (el uno equivalía al punto, el dos a la línea, etc.). La correspondencia entre los números y la constitución de las cosas, el movimiento y el lugar que ocupan, inicia el camino a la constitución de modelos matemáticos para analizar la naturaleza.
El Giro Antropológico: Foco en el Hombre y la Sociedad
Mientras que los primeros filósofos del siglo V a. C. se caracterizan por ofrecer modelos que expliquen la realidad y pretendían conocer la naturaleza y la Physis de las cosas, a lo largo del siglo V la filosofía griega cambia y busca dentro del hombre y de la sociedad. Los Sofistas y Sócrates son los protagonistas de la época.
Los sofistas no se interesan en las especulaciones de otros filósofos, pues sus explicaciones no han significado una solución para los problemas del hombre. La evolución política de algunas polis, con una estructura que pasa de aristocrática a más democrática, lleva a que las clases medias accedan a la vida política y que los ciudadanos quieran formarse en leyes.
Los Sofistas: Maestros de la Retórica y el Relativismo
Sofista significa ‘sabio’. Serían los maestros del saber y se dedicaban a enseñar cobrando. Son un movimiento de sabios con convencimientos comunes. El sofista más relevante fue Protágoras, quien pensaba que nuestro conocimiento tiene su origen en los sentidos, y el conocimiento es siempre subjetivo, particular y cambiante, por lo que puede haber opinión, pero no verdad universal o ciencia. Las cosas se perciben según la situación de cada uno.
Si todo saber es opinión, lo que hace preferir una opinión a otra es su utilidad, la que da ventajas. Al decir que todo es opinión, los sofistas rechazan leyes políticas y normas éticas objetivas y universales. Lo que da validez a las leyes o normas morales es la conveniencia para el Estado o grupo social. Plantean la necesidad de distinguir entre la naturaleza y el convencionalismo.
A diferencia de los sabios tradicionales, los sofistas entran en la vida social como muestra de cultura y virtud, y son capaces de hacer valer sus opiniones gracias al arte de la oratoria y el discurso. Los ciudadanos acuden a los maestros del lenguaje. Los sofistas cobraban por sus servicios, cosa que fue rechazada por Sócrates o Platón; sin embargo, Platón les presta gran importancia.
Sócrates: La Búsqueda de la Verdad Universal
Sócrates y los sofistas estudiaron los mismos problemas y tuvieron las mismas preocupaciones sociales y políticas. Sócrates podía ser confundido con un sofista más, pero ni su método ni su doctrina se confundían con la de ellos.
Sócrates frente a los Sofistas
Los sofistas cobraban por sus enseñanzas, y Sócrates alardeaba de su pobreza. Aunque en su primera época comparte con ellos la idea de la bondad natural del hombre y su confianza en la razón, Sócrates afirma la necesidad de recuperar el diálogo e impone la reflexión para buscar el logos. Está convencido de la existencia de la verdad de valor universal.
Para él, los dioses han dejado a nuestro alcance cuestiones sobre las que no quieren ser molestados, y esta voluntad avala la existencia de valores absolutos. No acepta la separación entre lo individual y lo colectivo, y dice que el individuo y la sociedad deben coincidir. Defiende las leyes como protectoras del individuo y del Estado.
El Método Socrático: La Mayéutica
Para Sócrates, el conocimiento y su alcance son sus grandes intereses. Dice que puede alcanzarse un conocimiento objetivo y universal, y ese conocimiento se obtiene llegando al conocimiento de las cosas y de la virtud. La sabiduría no le vendrá al hombre de fuera, sino del propio hombre o de su mente. Dice que hay que conocerse a uno mismo. Decía que le gustaba ayudar a que los hombres dieran a luz, pues la verdad la lleva cada uno en sí mismo y tiene que descubrirla; desde fuera solo se le puede ayudar a encontrarla.
Esta labor de ‘comadrona’ mediante la Mayéutica consta de dos momentos o partes:
- Primera parte: El reconocimiento de la ignorancia. La ignorancia es el peor mal que un hombre puede padecer, y es preciso querer salir de ella. Solo se sale si se sabe que se es ignorante. La mayéutica sería como la comadrona que ayuda a parir un hijo, es decir, ayuda a encontrarse a uno mismo y salir de la ignorancia.
- Segunda parte: La búsqueda de la definición. Cuando el interlocutor reconoce su limitación y acepta la ayuda, la investigación debe seguir aplicando el razonamiento expresado en el diálogo. El diálogo desemboca en el descubrimiento de la definición aceptada. Esta parte conduce a encontrar esa definición o acuerdo al que han llegado todos los participantes del diálogo. De esa forma, el acuerdo al que se llega adquiere valor universal frente a la opinión particular, y ese valor universal debería regir en la sociedad.
