Lógica y Argumentación Jurídica: Demostración y Tipos de Falacias

La Demostración Lógica y Jurídica

La demostración es una argumentación en la que, a través de premisas verdaderas y necesarias, se llega a una conclusión igualmente verdadera y necesaria. No se diferencia del silogismo, puesto que, al igual que este, es deductiva; solo se distingue en la materia, ya que sus premisas deben ser verdaderas o irrefutables.

La demostración es un silogismo a partir de premisas verdaderas y necesarias. En este caso, la premisa mayor es la norma, la premisa menor es el caso concreto, y la conclusión sería la razón.

Es análoga al silogismo, pero aplicada al ámbito jurídico. En la práctica del derecho, la demostración y la prueba son los dos argumentos ciertos, que deben distinguirse de los probables. Todo proceso judicial consta de su respectiva demostración y prueba. La diferencia entre ambas radica en que la primera es deductiva y la segunda es inductiva.

Ejemplo de Demostración Jurídica

El artículo 61 del Código Penal de Venezuela establece:

Que toda acción penada por la ley se presumirá voluntaria,

a no ser que conste lo contrario;

Es así que en la acción de este imputado concurren las pruebas

necesarias, y además no consta que

su acción fuese voluntaria.

Luego este imputado debe recibir la sanción prevista.

Elementos de la Demostración

  • Tesis: Es la proposición que enuncia la verdad que debe ser demostrada en un caso. Suele ir acompañada de una explicación en la que se manifiesta la oportunidad de defenderla. Es la proposición que debe ser demostrada.
  • Fundamento: Es la proposición o el conjunto de ellas a partir de las cuales se hace evidente la tesis y se llega a su demostración efectiva, es decir, es donde se demuestra la tesis.
  • La Razón: Finalmente, es la consecuencia del razonamiento demostrativo. En ella se halla la forma de la demostración, por medio de la cual se evidencia la conexión lógica que hay entre el antecedente y el consecuente; es igual a la conclusión inferida del fundamento.

Sofismas y Falacias: Errores en el Razonamiento

Los sofismas, también conocidos como falacias, son verdades aparentes; por lo tanto, son mentiras. Se presentan porque, en el ámbito jurídico, el uso de la palabra a menudo se manipula con la intención de alterar una realidad para favorecer una decisión determinada. Por ello, se emplean «verdades aparentes» que, si no se leen e interpretan correctamente el idioma castellano, pueden llevar a engaño. El derecho, al operar a través del lenguaje, es susceptible a estas manipulaciones; si no se domina adecuadamente la palabra, la lengua o el idioma, pueden surgir estos problemas.

Clasificación de los Sofismas o Falacias

Falacias Formales

Cuando hablamos de sofismas, falacias o paralogismos formales, nos referimos a aquellos errores en el razonamiento donde no existe la intención de engañar o mentir. Estos surgen, por ejemplo, por un manejo inadecuado de las reglas del silogismo, lo que lleva a una estructuración incorrecta de las premisas. Un caso común es la inclusión de dos premisas negativas, lo que impide una conclusión válida. Por esta razón, se les denomina «de forma», ya que las fallas radican en el conocimiento o aplicación de las reglas silogísticas.

Falacia Existencial

Se comete cuando se viola la regla que establece que, si la conclusión de un silogismo categórico es una proposición particular, sus premisas no pueden ser ambas universales sin implicar la existencia de los sujetos. Ejemplo:

Todos los animales mimados son animales domésticos.

Ningún unicornio es un animal doméstico.

Entonces: Algunos unicornios no son animales domésticos.

Falacia de Quaternio Terminorum (Cuatro Términos)

En todo silogismo categórico válido solo debe haber tres términos. Si tiene más de tres términos, carecerá de validez. En este caso, el término medio se utiliza con doble significación, dándosele un significado diferente en cada premisa. Por ejemplo:

Don Quijote fue escrito por Cervantes.

Don Quijote es el nombre de un restaurante.

Luego: Cervantes escribió el nombre de un restaurante.

Falacia de Ilícito Mayor

Esta se comete cuando la conclusión de un silogismo va más allá de lo afirmado en las premisas, es decir, cuando el término mayor de un silogismo no está distribuido en la premisa mayor, pero sí lo está en la conclusión. Por ejemplo:

Todos los perros son mamíferos.

Ningún hombre es perro.

Luego: Ningún hombre es mamífero.

Falacia de las Premisas Excluyentes

Esta ocurre cuando ambas premisas son negativas. Por ejemplo:

Los chigüires no son animales acuáticos.

Los pulpos no son chigüires.

Luego: Los pulpos no son animales acuáticos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *