Lacan y Descartes

ALMA: Es una sustancia espiritual finita porque tiene comienzo. También es simple porque no se descompone en partes y, por lo tanto, es inmortal. Es una sustancia independiente del cuerpo y no necesita de él para existir. Es principio de conciencia, es decir, aquello por lo que soy consciente. Según Descartes, el alma es más fácil de conocer que el cuerpo.

CERTEZA: Acto del espíritu por el que se reconoce sin reservas la claridad y distinción de la verdad. Es la seguridad y convicción del sujeto ante la verdad. Es garantía y fundamento de la evidencia.
Descartes se refiere a la evidencia que proporciona la certeza verdadera, ya que también puede darse la certeza falsa: si el sujeto está seguro y convencido de algo que, en realidad, es un error.

CLARIDAD Y DISTINCIÓN: Pertenecen a la primera regla del método cartesiano y son las carácterísticas propias de la evidencia. Claro es aquello que es transparente, manifiesto, nítido y visible a la razón.
Distinto es lo diferenciado, lo preciso, lo único e inconfundible.

CUERPO: Sustancia extensa. Es la sustancia material, está delimitada por la figura y ocupa un espacio, se puede pesar y medir. Su funcionamiento se asemeja al de una máquina, puesto que se compone de partes materiales que se mueven y, en consecuencia, todo cuerpo extenso es limitado, finito y mortal

Dios: Sustancia infinita. Es el Ser Infinito que ha puesto en mí la idea de infinitud. Su presencia en mi mente demuestra su existencia. Tiene todas las perfecciones y no le puede faltar la existencia. Además de perfecto, omnipotente y bueno tiene un atributo primordial que es la veracidad. Dios no me engaña, es principio y garantía de verdad.

DUDA: Punto de partida en el conocimiento cartesiano. Actitud de prevención de la mente ente lo desconocido. La duda es teórica, no es práctica; es metódica y no escéptica, es la estrategia cartesiana para llegar a la verdad. Es universal, abarca a los sentidos, a los sueños, al genio maligno y a la propia razón cuando actúa mal; pero no se aplica a las verdades de fe.

EVIDENCIA: Criterio de verdad que se basa en la claridad y en la distinción, consiste en captar directamente la verdad de una proposición con la simple inspección de la mente. Es la primera y más importante regla del método, que acepta como verdadero sólo lo que es claro (indudable) y distinto (inconfundible) para un espíritu atento que evita la precipitación y la prevención. La evidencia e sposible gracias a la intución intelectual y así puedo comprender la verdad «pienso luego soy»


EXTENSIÓN: Todo lo material, sensible o corporal que tiene anchura, altura y profundidad. Es el atributo esencial del mundo.
Lo extenso no piensa y lo pensante no es extenso. Esta sustancia extensa es matematizable, se puede calcular, medir y encuadrar en el espacio gracias a las coordenadas cartesianas. Al estar compuesta de partes materiales es limitada, se descompone y muere.

HOMBRE: Uníón accidental de dos sustancias, pensamiento (alma) y extensión (cuerpo). Alma y cuerpo son dos sustancias independientes, pero conectadas a través de la glándula pineal (dualismo). El hombre es como una máquina pensante. Es un ser libre que debe dominar las pasiones de su alma.

IDEA: la forma de un pensamiento por la inmediata percepción de la cual soy consciente de este pensamiento. Es cualquier objeto de pensamiento. Hay tres tipos de ideas: adventicias, facticias e innatas.

MÉTODO: Conjunto ordenado de reglas ciertas y seguras para evitar el error y llegar al verdadero conocimiento. Es el camino a seguir para llegar a la verdad y el instrumento útil para inventar y descubrir verdades nuevas. Las reglas me permiten proceder de modo sistemático y racional, son cuatro: evidencia, análisis, síntesis y enumeración.

MUNDO: El mundo es sustancia extensa, es una realidad material no pensante y finita. Esa extensión corpórea y geométrica es matematizable. Se asemeja a una gran máquina compuesta por máquinas. El mundo existe realmente porque Dios es veraz y no me engaña. El mundo extenso es otra idea innata, clara y distinta.

PENSAR: Todo acto de conciencia, todo aquello de lo que somos conscientes: entender, querer, dudar, imaginar, afirmar, negar, sentir…. Pensar es propio de la sustancia pensante ( Alma). Para pensar necesito ser. Pienso, luego soy un ser pensante. Nada hay en el pensamiento que no venga del pensamiento. El pensamiento me convierte, cualitativamente, en un ser superior a la materia que no piensa.

RAZÓN: Facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso; es primordial en el ser humano utilizar bien su ingenio, su luz natural. Esta facultad es la base del Racionalismo, el conocimiento comienza y se fundamenta en la razón, pero no todos la usan del mismo modo. La confianza en la razón va emparejada con la desconfianza de los sentidos.


SUSTANCIA: Aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Especie de base o sustento en la cual tiene lugar las propiedades y cualidades de las cosas. Distingue tres clases: sustancia pensante, sustancia infinita y sustancia extensa.

VERDAD: Objetivo del método y la filosofía cartesianos. Es entendida como certeza y como evidencia del yo. En el juicio verdadero intervienen el entendimiento y la voluntad. Al descubrir la primera verdad, Descartes rechaza el escepticismo. La garantía última de verdad está en el Ser Veraz.

YO: Primera idea innata, clara y distinta que descubre Descartes. Esa evidencia es el sujeto de mis pensamientos. Pienso luego soy, supone el descubrimiento del yo pensante. El texto del Discurso está escrito en primera persona, desde la subjetividad, dando siempre protagonismo al yo: yo pienso, yo dudaba, yo era, yo soñaba, mi razón, mis sentidos….

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