Sofistas y Sócrates: El Giro Antropológico y la Búsqueda de la Verdad
1. Contexto Histórico: El Giro Antropológico
En el siglo V a.C., durante la etapa clásica de la filosofía griega, se produce el llamado giro antropológico: los filósofos dejan de centrarse en la naturaleza (physis) —como habían hecho los presocráticos buscando el arjé o principio de todas las cosas— y comienzan a estudiar al hombre, su comportamiento y su papel en la sociedad.
Los seres humanos somos seres sociales; necesitamos convivir con otros, y para hacerlo de forma pacífica necesitamos leyes, normas y valores morales. Por eso, la reflexión filosófica pasa a centrarse en la ética (lo que está bien o mal) y la política (cómo organizar la sociedad).
Ejemplo de Cambio de Foco
Mientras que Tales de Mileto o Heráclito intentaban explicar el origen del universo, los sofistas y Sócrates se preguntaban cosas como: «¿Qué es la justicia?», «¿Qué es el bien?» o «¿Cómo debemos vivir en sociedad?»
Durante esta época se consolida la democracia ateniense, donde las decisiones se tomaban en la asamblea popular (el Ágora). Solo los hombres libres podían participar, y para convencer a los demás, era necesario saber hablar bien y argumentar.
2. Los Sofistas
Los sofistas fueron filósofos itinerantes que enseñaban a los ciudadanos las técnicas necesarias para triunfar en la vida pública: oratoria, dialéctica, retórica y ética. A cambio, cobraban dinero, por lo que Platón y Sócrates los criticaron duramente, considerándolos mercaderes del saber.
Aun así, su labor permitió democratizar la educación, ya que antes solo los hijos de la aristocracia tenían acceso a ella. Los sofistas enseñaron que con una buena preparación y dominio del lenguaje cualquiera podía ascender socialmente.
Ejemplo Práctico
Un joven ateniense que quisiera dedicarse a la política acudía a un sofista para aprender a hablar y convencer en la asamblea. Cuanto más hábil fuera con las palabras, más poder podía conseguir.
Rasgos del Pensamiento Sofista
- Escepticismo: Los sofistas dudaban de la posibilidad de alcanzar una verdad absoluta.
- El escepticismo moderado considera que dudar es positivo, porque obliga a pensar y no aceptar las cosas sin prueba.
- El escepticismo radical niega que exista una verdad universal, lo cual puede ser peligroso, ya que si «cada uno tiene su verdad», no hay criterios comunes.
- Relativismo y Subjetivismo: Protágoras afirmó que: «El hombre es la medida de todas las cosas». Es decir, cada persona y cada cultura determinan lo que es verdadero o justo. No hay verdades universales.
Ejemplo de Relativismo Cultural
Para los espartanos, era justo educar a los niños con dureza para que fueran guerreros; para los atenienses, en cambio, era más importante la educación intelectual y artística.
- Convencionalismo Jurídico: Las leyes (nomos) son acuerdos humanos y no provienen de la naturaleza ni de los dioses. Por tanto, pueden cambiar si la sociedad así lo decide.
Ejemplo: En la antigua Grecia, la esclavitud era legal y aceptada; hoy, las leyes la consideran injusta. Esto muestra que las normas cambian con el tiempo.
- Indiferencia Moral: Lo que se considera bueno o malo depende de las costumbres. Algunos sofistas decían que lo natural (physis) es buscar el placer y el poder, mientras que las leyes (nomos) son convenciones artificiales.
- Relativismo Religioso: Cada pueblo tiene sus propios dioses, que reflejan su cultura y valores. Los sofistas concluían que los dioses son una proyección humana, no seres reales.
Ejemplo: Los griegos adoraban a Zeus, los egipcios a Ra y los persas a Ahura Mazda.
En conjunto, los sofistas dieron importancia a la eficacia del discurso más que a la verdad, lo que hizo que Sócrates los considerara peligrosos para la educación y la moral.
3. Sócrates (470-399 a.C.)
Sócrates, nacido en Atenas, compartía el interés por los temas morales y políticos, pero se oponía totalmente al relativismo sofista.
Diferencias Clave con los Sofistas
- No cobraba por enseñar.
- No transmitía conocimientos cerrados, sino que ayudaba a sus interlocutores a pensar por sí mismos.
- Practicaba el diálogo filosófico en lugar de dar discursos.
Sócrates creía que la verdad existe, que está en el interior del alma y que puede descubrirse mediante el diálogo y la razón.
Fue acusado de corromper a la juventud por hacerles dudar de los dioses y las tradiciones. Condenado a muerte, prefirió beber la cicuta antes que renunciar a su forma de pensar.
Decía que prefería morir de pie antes que vivir de rodillas, porque mantenerse fiel a la verdad era, para él, la mayor virtud.
Ejemplo Histórico
En su juicio (narrado por Platón en la Apología), Sócrates se negó a huir o a retractarse, demostrando con su muerte la coherencia entre su pensamiento y su vida.
4. El Método Socrático: La Mayéutica
El método de Sócrates se basaba en el diálogo dialéctico y tenía como fin ayudar a descubrir la verdad interior. Se llama mayéutica, palabra que significa «arte de la comadrona», porque el filósofo actúa como una comadrona que ayuda a «dar a luz» las ideas del alumno.
Fases del Método
- Definición Inicial: Se plantea una pregunta, como «¿Qué es la justicia?».
Ejemplo: Un alumno puede decir: «La justicia es dar a cada uno lo suyo».
- Ironía: Sócrates finge ignorancia («Solo sé que no sé nada») y empieza a hacer preguntas para mostrar contradicciones.
Ejemplo: «¿Y si alguien da a otro lo suyo, aunque sea un arma para hacer daño, sigue siendo justo?» Así, el interlocutor se da cuenta de que su definición no era completa.
- Fase Positiva o Mayéutica: Con nuevas preguntas, el alumno reformula su idea hasta llegar a una definición más rigurosa.
5. El Intelectualismo Moral
Para Sócrates, el conocimiento es la base de la virtud. Solo quien sabe qué es el bien puede actuar correctamente. Por eso, afirmaba la doctrina del Intelectualismo Moral:
«Nadie obra mal a sabiendas; el que hace el mal lo hace por ignorancia.»
El mal no es un pecado, sino un error de conocimiento. De aquí surge su idea de que educar es hacer mejores a los ciudadanos.
Sócrates también sostenía que es mejor sufrir una injusticia que cometerla, porque hacer el mal corrompe el alma.
6. Conclusión
Los sofistas y Sócrates representan dos formas opuestas de entender la verdad y la educación:
- Los sofistas pensaban que todo es relativo y que lo importante es convencer y triunfar (énfasis en la retórica y el éxito social).
- Sócrates creía en la verdad universal, accesible por la razón, y que el conocimiento lleva inevitablemente a la virtud (énfasis en la ética y la búsqueda interior).
