La coherencia entre los principios del conocimiento, los instrumentos del conocimiento y el resultado de conocimiento del proceso de conocimiento

1.- El problema de la realidad y el conocimiento:


Ortega hará una crítica tanto a la filosofía anterior a la modernidad, el Realismo, como al Idealismo.En el Realismo,la realidad es comprendida como el conjunto de las “cosas” que existen independientemente del sujeto.
Esta realidad es algo acabado,  y se explica con los conceptos de “esencia” o “sustancia”, en el Realismo el sujeto es una cosa más siendo el yo absorbido por el mundo. Ha sido la interpretación dominante en las filosofías antigua y medieval. Su tesis principal se puede desdoblar en las dos afirmaciones : la realidad es independiente de la conciencia que la conoce; el sujeto no construye la realidad que conoce. Para el Realismo, los animales, las personas, el Universo en su conjunto, está más allá de nuestra mente y tiene una existencia autónoma. Para el Realismo, es como un espejo fiel de la realidad. Todo elemento subjetivo enmascara la realidad, deforma la imagen que ésta puede exhibir en nuestra mente,el idealismo defiende todo lo contrario: la realidad es una construcción de la subjetividad que se la representa.Con el Idealismo el conocimiento de la realidad se fundamenta sobre el sujeto, sobre el pensamiento, llegándose a afirmar que todas las realidades no son sino ideas del sujeto. Este sujeto es a su vez una sustancia estática que no evoluciona con el tiempo.Para Ortega la verdadera realidad está en el yo con las cosas, no siendo ni el yo ni las cosas algo acabado e independiente, sino dependientes ambos en su constitución y desarrollo. Son dos extremos que se necesitan y no pueden darse uno sin el otro, ni separados el uno del otro.


Los términos yo y mundo, sujeto y objeto pueden expresarse como: yo y circunstancias. Esta es una de las dimensiones más profundas de la célebre frase “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”: mis circunstancias están ahí porque yo las atiendo; el mundo no es algo independiente sino que existe más bien en su relación conmigo, con mi subjetividad entera (residuo del idealismo). Pero el yo no puede darse sin las circunstancias y depende de las cosas para su realización (residuo del Realismo). La realidad consta de mundo y subjetividad y ambas se necesitan mutuamente. Ésta relación mutua del sujeto y del objeto se da en la Vida y por ello ésta es el fundamento de toda realidad, la vida se constituye como el elemento fundamental, la vida es la Realidad Radical.Ortega estudiará las carácterísticas fundamentales que definen la Vida:1La vida es autoconciencia de vivir, reconocerse, saberse como conciencia; los objetos meramente físicos, no se sienten ni se saben a sí mismos, nosotros sí. 2. La vida  es  encontrarse  en una circunstancia que es la mutua relación de mi vida y mi mundo ocuparse con las cosas del mundo, es convivir con una circunstancia.El mundo o circunstancia al que se refiere Ortega,no es sólo el descrito por la ciencia, es también el mundo de los valores, de los objetos de la religión y en definitiva “todo aquello que nos afecta”; es toda realidad en la que se sitúa.3.-La vida es fatalidad y libertad. Vivir es algo imprevisto pues no hay una elección es estar en una circunstancia,y es a partir de ella como debemos actuar y modelar nuestro futuro; este hecho permite precisamente la libertad, la pura indeterminación la haría imposible.


La fatalidad de nuestra vida no es completa, existe la libertad: no sentimos que nuestra vida esté prefijada totalmente pues la circunstancia nos permite un cierto margen de posibilidades y, nos exige decidir. Por esta razón, la vida se presenta siempre como un problema. La idea de la responsabilidad que siempre está presente en nuestro vivir lleva a Ortega a tesis muy próximas al existencialismo sartriano: la vida tiene un inevitable carácter dramático; estamos arrojados a la existencia y nos toca elegir. En consecuencia tenemos proyectos, y el proyecto, lo que debemos elegir, ha de ser fiel a lo más profundo de nuestro ser; la vida es libertad, y debe ser responsabilidad.4. La vida es temporalidad :nuestra vida es siempre atender al futuro, apostar por un proyecto y actuar para realizarlo; la primacía que tiene el futuro en la vida humana es tal que incluso nuestro presente está condicionado por nuestro futuro, pues hacemos lo que hacemos para ser lo que queremos ser. Surge el raciovitalismo que se encuentra en la vida concreta de cada uno, consiste básicamente en el intento de conjugar la vida con la razón, superando críticamente las contradicciones que se dan entre ambas,.El análisis orteguiano del vitalismo y del Racionalismo se realiza en el artículo «Ni vitalismo ni Racionalismo», publicado en 1924 en la Revista de Occidente. Nuestro autor considera que carece de sentido rechazar la racionalidad humana pues es una dimensión básica e irrenunciable al estar incardinada en la vida humana y ser uno de sus instrumentos. El apetito de verdad y de objetividad forma parte de lasinclinaciones más profundas del ser humano. “ La razón vital, a diferencia de la razón pura del Racionalismo es capaz de recoger las peculiaridades y reclamaciones de la vida”


La condición histórica del hombre ha sido un descubrimiento del Siglo XIX. Sólo a partir de entonces se han empezado a comprender las insuficiencias de la razón físico-natural a la hora de abordar la realidad humana. La razón física sirve para explicar las cosas en tanto que poseen una naturaleza. Cuando esta razón naturalista se aplica al hombre no consigue pensarlo más que como una cosa, dejando al margen su realidad más propia.La necesidad de pensar la realidad humana en su especificidad nos empuja, a elaborar conceptos capaces de describirla, aunque con ello tengamos que escapar a los imperativos de la ontología tradicional. Dilthey fue el primero en elaborar una razón histórica de este tipo, aspecto que tuvo una gran influencia en Ortega. La naturaleza del hombre es, fundamentalmente, histórica. Eso supone afirmar que no hay una naturaleza humana inmutable: el hombre es, en cada época, en buena medida, lo que hereda de sus antepasados,  transmitíéndola a las generaciones futuras.Razón vital y razón histórica no son pues dos razones distintas. Esta razón asume a la vida como temporalidad y, en consecuencia, comprende la realidad en su devenir. La razón histórica o vital no acepta nada como un hecho fijo, sino que estudia el proceso de la realidad mediante esquemas intelectuales, categorías y conceptos, que van cambiando y modificándose con la vida misma. Por ello, ella misma es algo móvil, igual que la realidad que trata de conocer, siendo un proceso que nunca acabaSurge así el Perspectivismo: cada individuo tiene una perspectiva propia. No pueden ser  tomadas como verdades absolutas.


La realidad se dará siempre en perspectivas diversas y cambiantes. A su vez, estas perspectivas propias podrán unirse con la de otros formando perspectivas más amplias y verdaderas,pero nunca se llegaría a la verdad absoluta .El filósofo madrileño ilustra con frecuencia su tesis refiriéndose a la perspectiva espacial: el mismo paisaje es distinto visto desde dos puntos de vista; la posición del espectador hace que el paisaje se organice de distinto modo y que haya objetos que desde una se aprecien y desde otra no. La propia esencia de la realidad es perspectivística,  todo conocimiento está anclado en un punto de vista, en función de su constitución orgánica y psicológica y de su pertenencia a un momento histórico y cultural, todo sujeto de conocimiento está situado en una perspectiva, en un lugar vital concreto. Una realidad que vista desde cualquier punto de vista sea siempre igual es un puro absurdo. El conocimiento absoluto, objetivo e independiente del sujeto cognoscente no existe.El método filosófico de Ortega partirá de las cosas más próximas, las que nos rodean, para alcanzar las más lejanas, que encontramos tratadas bajo la forma de los problemas filosóficos tradicionales eso supondrá el reconocimiento de una jerarquización de las circunstancias en función de su «cercanía»: la reflexión filosófica ha de empezar por lo más próximo, lo más cercano al yo. Además, el propio sujeto tendrá en su mente Ideas y Creencias: las primeras, son aquellas con un puro contenido intelectual; las segundas, las creencias, tendrán un contenido vivencial o existencial que se vivirá en la propia existencia individual.


2.- El problema de la sociedad


Para Ortega, la historia se puede analizar de acuerdo a las generaciones. En su teoría de las generaciones, Ortega asume que en toda sociedad humana conviven distintas generaciones. Estas generaciones se cumplen en periodos de quince años y hay dos tipos fundamentales: las establecidas, las mayores que ya poseen el control social, y las emergentes, las nuevas. Cuando los presupuestos teóricos de ambas son compatibles, la sociedad se desarrolla sin sobresaltos; cuando, sin embargo, hay una ruptura entre una y otra, surge la crisis social.En nuestra época se da una crisis en la sociedad pues ha ocurrido un fenómeno especial: la rebelión de las masas. Para Ortega los hombres se dividen en hombre masa y en minoría selecta. No se trata de una división de acuerdo al puesto social que se ocupa sino de acuerdo a una forma de ser y actuar en la vida. El hombre masa es aquel que se encuentra satisfecho de sí mismo creyéndose completado moral e intelectualmente y actúa como el niño mimado que pretende que todo esté para él sin exigirse nada. Sin embargo, y frente a esto, la minoría selecta es aquel tipo de persona que se exige a sí mismo más que a los demás y vive su vida buscando alcanzar ese desarrollo máximo ateniéndose a deberes y trabajo vital. El problema actual, piensa Ortega,es que el hombre masa gobierna la sociedad, sin atender a la minoría selecta, imponiendo su capricho uniformador y poco respetuoso con la auténtica libertad individual.

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