La Búsqueda de la Verdad: Sócrates, Mayéutica e Idealismo Platónico

Sócrates: El Combate contra el Relativismo Sofista

Sócrates fue un ateniense humilde que combatió a los sofistas. Él no escribió, sino que enseñó oralmente, no cobró por la educación y renunció a la oratoria. Lo conocemos principalmente por las críticas de Aristóteles y Jenofonte, y por los diálogos de Platón.

Sócrates era antagonista de los sofistas, ya que rechazaba el relativismo y el convencionalismo. Afirmaba la existencia de una verdad única y absoluta por encima de las opiniones particulares. Esta verdad se encuentra en el interior de cada persona y puede ser descubierta. El objetivo de la filosofía y del método socrático es, por tanto, la búsqueda colectiva de la verdad mediante el diálogo.

El Método Socrático: Desvelar la Verdad y Construir Definiciones

El método socrático tiene como objetivo desvelar la verdad y construir definiciones rigurosas. De esta forma, se produce una revalorización del lenguaje, que deja de ser considerado un instrumento de manipulación para ser visto como un vehículo de significaciones objetivas y válidas para toda la comunidad. (Para Sócrates era fundamental definir rigurosamente los conceptos morales).

Los momentos clave del método son:

  1. La Ironía: Es el conjunto de preguntas que tienen por objetivo demostrar la ignorancia del individuo. El objetivo de la ironía es exponer la pluralidad de críticas y opiniones, y acabar con el dogmatismo sofista, ya que el falso saber es un obstáculo para alcanzar la verdad.
  2. La Mayéutica: Es el conjunto de preguntas que tienen como objetivo descubrir la verdad en uno mismo. Sócrates ayuda a desvelar la verdad en cada individuo, rompiendo con el individualismo y la autosuficiencia sofista.

Aristóteles señala que son productos socráticos el razonamiento inductivo, la particular generalización de las definiciones universales, y las definiciones que son la esencia inmutable de la realidad investigada. Esto se opone al convencionalismo e inicia el camino de la búsqueda de la esencia, continuada posteriormente por Platón. El procedimiento para llegar a la definición verdadera es la Inducción. La Mayéutica tiene como objetivo alcanzar esta definición mediante procesos inductivos y formular conceptos morales (virtudes) que superan el relativismo sofista y posibilitan el diálogo y una actitud moral. Definir las virtudes es un fin práctico.

El Intelectualismo Moral y el Utilitarismo

Sócrates sostiene que la virtud se puede enseñar y aprender, lo que se conoce como Intelectualismo Moral. Este consiste en aprender el bien, y por tanto, actuar bien; el mal es fruto de la ignorancia. Conocer el bien determina la voluntad y no deja lugar a la noción de pecado o culpa.

El Intelectualismo Moral socrático conlleva al Utilitarismo Moral: lo bueno es útil. Por lo tanto, buscamos la felicidad y la utilidad, las cuales encontramos en la virtud que discierne lo más útil y nos permite actuar en consecuencia. Esto da lugar al saber práctico (saber qué es lo mejor en cada caso). El saber y la virtud se enseñan y se aprenden.

La Objetividad de los Valores

Tanto los sofistas como Sócrates tienen como tema central los problemas morales del hombre. La objetividad de los valores es aceptada por Sócrates, ya que posibilita el diálogo moral y permite que los valores (buenos y malos) sean comunes a todos, es decir, que sean valores morales unívocos. También acepta la voz de la conciencia (la voz del daimon) que prueba estos valores unívocos.

Los valores morales son objetivos y unívocos, por lo tanto, son lo que son al margen de cada hombre y cultura. La objetividad de los valores consiste en que estos son semánticamente consistentes, es decir, tienen significado con independencia de cualquier consideración particular. Definir un concepto es igual a explicar lo que es y desvelar su esencia; esta definición es siempre universal e incluye todos los casos.

Filosofía de Platón: La Teoría de las Ideas y la Política

La sociedad griega es heredera de dos grandes tradiciones: la tradición filosófica, que se centra en el conocimiento de la physis en el siglo VI a.C. y en los problemas antropológicos a partir del siglo V a.C.; y la tradición política. Esto hará que los temas permanentes de reflexión platónica sean la vida y el hombre.

La vida, para Platón, es entendida como un peregrinar transitorio por el mundo sensible; es decir, el hombre está de paso por esta vida. Para él, la vida es un castigo para el alma, y para alcanzar la felicidad debemos encontrar la armonía y la justicia.

Las Preguntas Fundamentales y la Teoría de las Ideas

Las preguntas sobre el hombre se diversifican en Platón en distintos matices:

  1. La Epistemología o Teoría del Conocimiento: ¿Qué es la verdad?
  2. La Ontología o Teoría del Ser y la Realidad: ¿Qué son las cosas?

Ambas se engloban en su Teoría de las Ideas y en su política.

La política tiene como objetivo organizar y armonizar la vida en sociedad según los fines del hombre. La teoría política será un duplicado de las facultades y cualidades del hombre. Para guiarse, el hombre necesita conocer las Ideas de Justicia y Bien. Para ello, es imprescindible un procedimiento educativo que guíe a los hombres hacia las Ideas y la verdad, lográndose así una sociedad justa y armoniosa (siguiendo la línea socrática).

El hombre se libera de los engaños por medio de la educación, que nos enseña y descubre la verdad, que es el Mundo de las Ideas. A esto da respuesta la Teoría de las Ideas, que engloba la ontología y la epistemología. Una vez conocida la verdad, esta se aplica en la política.

La Felicidad, la Razón y la Dialéctica

El hombre solo puede alcanzar la felicidad en sociedad. Lo que garantiza la felicidad es que el hombre y la sociedad actúen armónicamente y organizadamente, y estén sometidos a la verdad y la razón. Para saber lo que es la verdad se necesita de la teoría del conocimiento y la realidad, que forman parte de la Teoría de las Ideas.

Desvelada la verdad, el hombre la seguirá, por lo que el filósofo es un perpetuo buscador de la verdad y, una vez la encuentra, se convierte en educador. En esto consiste el método platónico: la Dialéctica.

La Dialéctica platónica lleva al hombre a la verdad, la justicia y el bien, que son los fines para garantizar la vida social y una sociedad justa, aquella donde el hombre alcanza la armonía y la felicidad. Alcanzado el Mundo de las Ideas, el hombre alcanza la sociedad perfecta y se libera el alma de los males materiales (influencia del orfismo). Platón da prioridad a las Ideas frente a la realidad material, por lo que decimos que es idealista. La filosofía platónica gira en torno a las Ideas, en su modo de conocerlas, la relación de estas con los objetos físicos y cómo poner en práctica el conocimiento de estas.

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