Evidencia de la libertad

LaAmistadyElAmor: Sobre la amistad, (Aristóteles) dice que es el bien más necesario de la vida, por encima del poder y de la riqueza, ya que estos bienes no se pueden conservar ni disfrutar sin amistad. La amistad se basa en una convergencia de actitudes prácticas o morales en virtud de la cual el amigo se comporta con su amigo como consigo mismo. La amistad no es mera benevolencia ni debe estar basada en la utilidad o el placer, pues si esto sucede está abocada al fracaso. El amor es una fuerza armonizadora y de uníón basada en el sexo, la concordia política y la amistad. El verdadero amor no anula la realidad individual ni la autonomía del ser amado, sino que la refuerza mediante un intercambio recíproco de beneficios que busca el bien de ambas partes. Platón enseñó que el origen del amor está en las imperfecciones del ser humano, por lo que el amor es el deseo de poseer la plenitud de la belleza y el bien. Con el cristianismo, el amor se convierte en un concepto teológico, y se transforma en un mandamiento destinado a configurar una comunidad de creyentes. Empédocles veía el amor como la fuerza cósmica que une y mueve las cosas, y los ROMánticos hablan del amor como unidad absoluta e infinita o como esencia misma del ser.


LaMuerte: La filosofía extrae de la muerte algunas conclusiones, como las de la finitud o limitación de nuestra vida, o de las posibilidades limitadas que se nos ofrecen en vida. Experimentamos el paso del tiempo como una especie de movimiento irreversible que lo conduce todo y en el que todo va desapareciendo de manera constante. La estructura temporal es tan implacable que el ser humano ha soñado siempre con librarse de ella, ya sea mediante la esperanza religiosa o mediante la proyección futurista de los viajes en el tiempo. La especie humana ha elaborado complejas creencias y mitos religiosos relativos a la muerte; de hecho se cree que el hombre se distancia del simio cuando comienza a homenajear a sus difuntos. Algunos filósofos consideran una tarea fundamental de la filosofía la preparación de la muerte. Las tendencias que afirman la inmortalidad del alma recurren al dualismo cuerpo-alma, pero Aristóteles defiende que el alma no puede subsistir independientemente del cuerpo. Las doctrinas dualistas y religiosas niegan la muerte al concebirla como un tránsito a otra forma de vida, es decir, en lugar de tratar la muerte, tratan de explicar la resurrección; la cual puede ser única o tratarse de reencarnaciones sucesivas. Por último, desde posiciones panteístas, la muerte disuelve al individuo en su totalidad, pues la vida humana es una chispa en el continuo latido del cosmos.


ElDeterminismo,LaLibertadYlaCienciaModerna: El concepto de determinismo surge con el modelo mecanicista, y defiende que la libertad de elección es ilusoria; que todo está fijado y condicionado y que no puede haber ni suceder más que lo que está establecido de antemano.El desarrollo de la ciencia moderna impuso la idea de un orden cósmico regulado por el principio de causalidad. La aparente indeterminación de la acción humana se debe al hecho de que somos incapaces de conocer todas las leyes que rigen la naturaleza y todas las relaciones de causa-efecto que hay detrás de cada acción. Kant entiende que mientras que el ámbito de la naturaleza está regido por ese completo determinismo, la libertad tiene su lugar propio en el dominio de lo moral.
La libertad es la carácterística principal del espíritu. El hecho de la transformación histórica del mundo demuestra que no todos los fenómenos están predeterminados por leyes físicas inexorables, sino que es posible el despliegue de nuevas posibilidades de organización en virtud de la acción humana.

Libertad

Y Responsabilidad:
Más que una antítesis entre determinismo y libertad, sería más apropiado hablar de la posibilidad o no de realizar una libertad relativa con la ayuda del conocimiento de las leyes que regulan el mundo. La aparición de la física cuántica ha debilitado al determinismo causal al establecer un límite de precisión en la descripción de fenómenos. Desde entonces, físicos y filósofos discuten sobre la interpretación que se debe dar al indeterminismo de la física cuántica. Si los seres humanos estuviéramos determinados a actuar por fuerzas a las que estamos sometidos sin poder evitarlo, seríamos irresponsables. 


* No se podría distinguir entre acciones buenas y malas, justas e injustas. Para poder hablar de responsabilidad y de justicia, hay que reconocer en los seres humanos la libertad de acción y la capacidad de dirigir su comportamiento y sus fines. La responsabilidad consiste en la posibilidad de responder por nuestros actos y asumir sus consecuencias. Un acto corresponde a la responsabilidad penal cuando se ha querido hacerlo y se ha hecho, cuando se ha hecho sin querer, o cuando dependía de nosotros evitar que ocurriera. Corresponde a la responsabilidad moral cuando se ha querido hacerlo pero no se ha hecho. Para que la responsabilidad recaiga sobre un individuo, este debe estar sujeto a una ley social o moral, estar en posición de sus facultades mentales, y actuar libremente. LibertadPositivaYNegativa: La libertad alude a la posibildad de elegir sin dependencias ni coacciones externas, lo que engloba desde emprender un viaje hasta votar a un partido político. Es contraria al determinismo, el cual nos impulsa a actuar siempre de una determinada manera. La libertad en sentido positivo o libertad “para” es el deseo de un individuo de ser su propio dueño; de realizarse plenamente y no depender de fuerzas exteriores. Esta voluntad de obrar de forma independiente requiere un alto grado de madurez y autoconocimiento, e implica la existencia de la voluntad como facultad autónoma en el individuo.La libertad en sentido negativo o libertad “de” se define por la ausencia de coacción externa al propio individuo, el cual debe sentir una libertad de acción sin ningún tipo de impedimento. Para Kant, la libertad consiste en actuar de acuerdo al deber, lo que se corresponde al ratio essendi de la ley moral. Por su parte, la ley moral o imperativo categórico corresponde al ratio cognoscendi de la libertad.

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