Ética del superhombre

El texto pertenece a El crepúsculo de los ídolos (1888). Su contenido forma parte de una obra magna en la que el autor pretendía sintetizar todo su pensamiento, titulada La voluntad de poder, ensayo de una transvaloración, que no llegó a publicarse nunca con este nombre, y quedando dividida en El crepúsculo de los ídolos y en El Anticristo publicado póstumamente por su hermana. En estas obras juntos con El caso Wagner y Ecce homo, escritas también en 1888, N. No escribe ningún pensamiento nuevo, enfatiza lo ya dicho. En Enero de 1889 cae enfermo, muriendo el 25 de Agosto de 1900. Las obras mencionadas junto con Así habla Taratustra, Más allá del bien y del mal y la La genealogía de la moral, constituyen su tercer y último periodo, de madurez, dominado por los temas de voluntad de poder, el eterno retorno y el superhombre.
Podemos distinguir 3 fases en el desarrollo de la filosofía de N. Un periodo de juventud, o ROMántico, donde se deja influenciar por la cultura griega, la música de Wagner y por el pesimismo de Schopenhauer. Un periodo de transición, o periodo positivista, en el que se apoya en las ciencias experimentales para renegar del Romanticismo. Un periodo de madurez, en el que combina los grandes temas de su filosofía (eterno retorno, superhombre, etc) con la crítica feroz de la tradición cultural de Occidente. El pensamiento de N se define por las siguientes ideas: un crítica radical de la tradición cultural de Occidente, pos su falta de valores (Nihilismo contemporáneo). Esta crítica presupone en todo momento, una formación disciplinada en esa tradición, un gran respeto, una devoción y hasta una verdadera veneración. Otra carácterística es que N propone, como alternativa positiva a la tradición criticada, un irracionalismo vitalista, una filosofía de la vida que sirva de base a toda futura y nueva cultura. Esta filosofía positiva se resume en un sí a la vida, que se desarrolla a través de una serie de doctrinas y temas. El eterno retorno de lo mismo, síntesis del concepto de ser y del concepto de devenir, es según N una forma de decir sí a la vida, para que ellos hombres llenos de vitalidad que no solo están conformes con todo lo que existe, sino que lo afirman activamente. Convierte a Dionisos en símbolo de su filosofía, la mitología griega representa la fuerza de la vida y la muerte, el sexo, etc, todas aquellas pasiones que componen la totalidad del ser, por lo que para N supone la identificación de la vida. N utiliza imágenes tomadas de la naturaleza como símbolos del en cuanto multiplicidad y movimiento otra carácterística de N es el uso del superhombre, es decir, la esperanza de una nueva humanidad, con un nuevo tipo de hombre.
El superhombre es aquel hombre capaz de soportar sin enloquecer la muerte de Dios y la idea del eterno retorno, capaz de sumergirse en el fondo dionisíaco de las cosas, en la multiplicidad y en el devenir del ser. N también propone como alternativa a la moral tradicional una transmutación de todos los valores, es decir propone una moral en la que la culpa se asocie con la inocencia, el perdón con el olvida, o sea, una moral basada en las idea del eterno retorno, de hacer lo que queremos que nos sea devuelto.

N (1844-1900) ha sido estudiado en el SXX por numerosos críticos. Se ha escrito que su obra no es más que un puntear de su locura latente. En una de sus últimas obras antes de la locura escribíó yo no soy un hombre, yo soy dinamita. La primera obra importante es el Origen de la tragedia del Espíritu de la música, donde muestra su aprecio sobre lo dionisíaco, lo virtual. Pero la inspiración que N obtiene de Wagner se acaba cuando este integra elementos cristianos en su obra. N no tiene una obra sistemática, pero no es difícil diferenciar sus elementos básicos, ya que se repiten constantemente. N vive en una época marcada por la decadencia de una sociedad cristiano-burguesa. Su obra es una reacción contra la mediocridad y el convencionalismo de la moral tradicional, y una crítica implacable contra su sistema de valores. Es una época de crisis social en la que los movimientos sociopolíticos traen consigo esperanza de liberación y justicia para el hombre. Estos movimientos revolucionarios son lo que le inducen a crear el estereotipo del superhombre. En Europa central se crea una corriente llamada vitalismo, que subordina lo racional a lo vital. Representantes de este movimiento, además de N, son Vitley y Berguon. Otros intentos de renovación de la cultura son los vinculados a Marx y Freud, que partirán de la idea de que lo material es el fundamento de lo ideal. Frente al Racionalismo de Kant, N va a oponer su vitalismo, es decir, su idea de que no es lo racional lo que fundamenta a lo irracional, sino justamente lo contrario, para él incluso tras la ficción de un mundo verdadero, de un Dios, encontramos en la voluntad de poder una forma de vida. Su pensamiento presenta 3 grandes influencias. Por un lado el Romanticismo, del que toma las imágenes naturales, a pesar de considerarlo una corriente enferma debido a su sentimiento, su histrionismo y sus fantasmagorías. Frente propondrá el arte trágico, que reconoce el carácter terrible y problemático de las cosas. Desde el punto de vista filosófico destaca la influencia de Schopenhauer, que identificó al mundo de los hechos como el mundo de la voluntad, una fuerza anónima e irracional. La gran diferencia entre los dos es que Schopenhauer tiene una concepción pesimista de la vida, mientras que N la tiene trágica, dionisíaca. La tercera gran influencia fue Darwin, del que tomó las ideas de que las especies superiores, incluida el hombre, provienen de otras inferiores, es decir, que no estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, sino que somos el resultado de un proceso evolutivo. Digamos para terminar, que N es un filósofo en el sentido pleno de la palabra, pero que dada su posición de pensador de la metafísica practica la filosofía como literatura o filosofía de la vida. Esto quiere decir que llegará a resultados ontológicos, gnoseológicos y éticos a través de un itinerario que pasa por la crítica de la cultura, la reflexión de tipo moralista, el análisis de los prejuicios, y la observación y autoobservación psicológica.

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