Esencia devenir inteligencia opinión ciencia creencia creencia pensamiento discursivo conjetura

– TERMINOLOGÍA

ALMA (psyché): El término «alma» tiene en Platón estos dos sentidos: principio de la vida y principio del conocimiento racional. En su primera (y más amplia) acepción, el alma es el principio que anima los cuerpos de los seres vivos. En este sentido, Platón mantiene una concepción tripartita del alma, distinguiendo el alma racional (inteligencia), el alma irascible (ánimo) y el alma concupiscible (apetito). En la segunda (y más restringida) acepción, Platón identifica a menudo el alma con el alma racional, la única que es inmortal y que, siendo afín a las Ideas, debe tender a la verdad y al conocimiento de la Idea del Bien. El alma es entonces el principio del conocimiento racional que caracteriza esencialmente al ser humano. Se plantea así una distinción radical entre cuerpo y alma. El cuerpo (ligado a lo sensible)
Es una prisión para el alma (afín a lo inteligible) de la que ésta se libera con la muerte.

BIEN (agathón), BIEN EN SÍ: Idea suprema; causa y principio fundamental de toda la realidad; fuente de verdad e inteligibilidad. Como ocurre con el sol en el mito de la caverna, la Idea del Bien es la realidad más importante y la más difícil de conocer. Su conocimiento sólo es alcanzable por medio de la inteligencia, y resulta imprescindible para el gobernante, en tanto que el Bien ha de ser el modelo y el criterio para organizar tanto el funcionamiento de la polis como la vida de cada cual.

CIENCIA (episteme): Conocimiento infaliblemente verdadero, universal y necesario que concierne solamente a la auténtica realidad, inteligible e inmutable –es decir, a las Ideas– y que alcanza el conocimiento de la Idea del Bien. La ciencia, como contemplación intelectual de las Ideas, es el grado máximo de conocimiento, propio del método dialéctico, y se caracteriza por alcanzar la esencia de la realidad y por poder dar cuenta de ella tanto a uno mismo como a los demás.

CIUDAD, ESTADO (polis): Organización social soberana y autosuficiente, estructurada jurídicamente, que permite el desarrollo armónico de la vida de los seres humanos en comunidad gracias a la ley. El espacio físico en el que se desarrolla esta convivencia incluye normalmente un núcleo urbano y un territorio más o menos amplio que le proporciona un grado suficiente de autonomía, el campo. La polis está formada por el conjunto de los ciudadanos (politai) regidos por una constitución común (politeia) que consiste en un conjunto de leyes que regulan los derechos, deberes e intereses comunes de los ciudadanos. Es frecuente, para recoger toda la riqueza de su significado, traducir polis como «ciudad-estado». (En la traducción usada en nuestro texto, sin embargo, se traduce casi siempre como «ciudad» y unas pocas veces como «estado».)

CREENCIA (pístis): Grado de conocimiento propio de la física que se corresponde con la certeza sensible. Se basa en la percepción directa de las cosas tal y como las captan los sentidos. La creencia es, pues, un grado de conocimiento superior a la imaginación, que trata con imágenes de las cosas sensibles. Ambas (creencia e imaginación) son conocimiento de lo sensible y, por tanto, dos grados de la opinión.

DIALÉCTICA (dialektiké): Método para aprehender, de manera sistemática, la auténtica realidad –las Ideas– a través de la argumentación y el diálogo, y sin desistir en su progreso hasta alcanzar el principio mismo: la Idea del Bien, con la única ayuda de la inteligencia, sin intervención de los sentidos y sin aceptar ningún supuesto. Quien domina la dialéctica ha de ser capaz de dar cuenta de la esencia misma de cada cosa tanto a sí mismo como a los demás. La dialéctica es para Platón la disciplina más elevada. Con ella se alcanza el máximo grado de conocimiento: la ciencia. La dialéctica, que ha de practicarse tras la preparación previa de las ciencias propedéuticas, constituye la última fase de la educación filosófica de quienes han de gobernar la polis.

EDUCACIÓN (paideia): Proceso integral de formación del ciudadano que debe llevarlo desde la ignorancia al conocimiento y que incluye, en sentido amplio, su formación física, intelectual y moral. Platón nos presenta la educación del futuro gobernante como una tarea difícil y gradual que se lleva a cabo bajo la supervisión del estado. En este proceso se irá seleccionando a los hombres y mujeres más capacitados a través de las diferentes etapas de una larga ascensión que debe culminar, a los 50 años, con la contemplación de la Idea del Bien.

GOBERNANTES (arkhontes): Ciudadanos que dirigen el estado. En el modelo de polis que propone Platón los gobernantes son los hombres y mujeres que, tras un largo proceso educativo, deben asumir, por turnos, la tarea de dirigir la ciudad con la Idea del Bien como criterio y como modelo y asumiendo esta tarea no tanto por honrosa como por ineludible. Para atender adecuadamente al bien común, los gobernantes deben ser filósofos y vivir comunitariamente, sin familia ni bienes propios. Forman, para Platón, el principal estamento de la polis, que se completa con los guerreros y los productores.

IMAGINACIÓN (eikasía): Grado más bajo de conocimiento, propio de la poesía o el mito, que trata con imágenes de las cosas sensibles. Se trata de un grado de conocimiento inferior a la creencia, formando con ella los dos grados de la opinión. La imaginación es el grado de conocimiento que se corresponde con la situación de los prisioneros mientras permanecen atados en el fondo de la caverna.

INTELIGENCIA (nous, nóesis): Facultad humana que capta directamente las esencias inmutables que constituyen la auténtica realidad. Frente a la apariencia en la que se queda la opinión, la inteligencia alcanza la verdad. La ciencia y el pensamiento discursivo son los dos grados de conocimiento propios de la inteligencia. La inteligencia es para Platón la parte inmortal del alma humana, el alma racional.

JUSTICIA (dikaiosyne): Virtud consistente en la disposición jerárquica, ordenada y armoniosa de las tres partes del alma en el ser humano y de los tres tipos de ciudadanos en la polis. La justicia es la virtud de un conjunto estructurado y consiste en la armónía que se alcanza cuando cada una de sus partes hace adecuadamente lo que le corresponde. Así, podemos hablar de un ser humano justo cuando el alma racional es prudente, el alma irascible fuerte y el alma concupiscible templada. Del mismo modo, un estado será justo cuando los gobernantes, los guerreros y los productores sean respectivamente sabios, valientes y moderados.

MUNDO INTELIGIBLE (kósmos noetós), ESENCIA (ousía), SER (tò on), IDEA (eidos): Realidad subsistente, independiente de las cosas sensibles, inmaterial, inmutable y eterna, que se capta con la inteligencia. Eidos se traduce habitualmente como Forma o Idea y designa la auténtica realidad, el ser, la esencia, frente a las cosas sensibles que son meras apariencias a las que las Ideas sirven de modelo. Las Ideas son el objeto de la ciencia y tienen las siguientes carácterísticas: son únicas (frente a la multiplicidad de lo sensible), perfectas, eternamente inmutables e inteligibles (sólo se pueden captar por medio de la inteligencia). Las Ideas o esencias componen, en su conjunto, el mundo inteligible. Estas realidades, que son el auténtico ser, tienen un carácter trascendente en tanto que son independientes tanto del sujeto que piensa en ellas (pues no son contenidos mentales) como de los objetos de los que son su esencia (las cosas sensibles que las imitan).

MUNDO SENSIBLE (kósmos horatós, kósmos aisthetós), GENERACIÓN (génesis): Realidad múltiple, cambiante e imperfecta que es el objeto de la percepción sensible. Las cosas sensibles participan o imitan a las Ideas, que son los modelos a los que lo sensible debe lo que tiene de ser. Esta pluralidad cambiante conforma así un mundo aparente –el mundo sensible–, a cuyo conocimiento se limita la opinión y que no puede ser trascendido sin la mediación de la inteligencia. Su grado de realidad es, por lo tanto, inferior al del mundo inteligible que le sirve de modelo y que constituye la auténtica realidad.

OPINIÓN (doxa): Conocimiento sensible que tiene como objeto el constante devenir propio del mundo físico. Frente a la realidad auténtica de las esencias inteligibles y eternas, captadas por la inteligencia, la opinión no alcanza sino el conocimiento imperfecto de la realidad aparente y cambiante del mundo sensible. La creencia y la imaginación son los dos grados de conocimiento carácterísticos de la opinión.

PENSAMIENTO DISCURSIVO (diánoia): Grado de conocimiento propio de las ciencias propedéuticas, que es superior a la opinión (en tanto que tiene como objeto realidades inteligibles), pero inferior a la ciencia (en tanto que parte de supuestos que no puede justificar). El pensamiento discursivo permite el progreso riguroso desde las premisas hasta la conclusión que se deriva necesariamente de aquéllas, pero no justifica la verdad de las premisas. Se vale de hipótesis, dejando éstas intactas por no poder dar cuenta de ellas.

PRUDENCIA (phrónesis): Virtud propia del alma racional que se basa en el conocimiento de la verdad y de la Idea del Bien. Consiste en la sabiduría que permite gobernar adecuadamente tanto la propia vida como la ciudad. Al igual que el piloto en un navío o el auriga del carro alado deben conocer a dónde ir y el mejor camino para llegar a su destino, la prudencia es la virtud de quien sabe qué es en cada caso lo más conveniente para orientar hacia el Bien su propia vida y el rumbo de la ciudad.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *