El Renacimiento del Pirronismo y el Neoescepticismo

El Renacimiento del Pirronismo y el Neoescepticismo. – Enesidemo de Cnosos escribió los Razonamientos pirrónicos (43 a. C.), convirtiendo a Pirrón en un escéptico. Una cosa “no es + esto que aquello” Negación de: 1. Principio de identidad (inestabilidad y desorden del ser). 2. Principio de no contradicción. 3. Principio del Tercio Excluso. – Tabla de los tropoi: 1. Los distintos seres vivos poseen constituciones muy diferentes, que implican sensaciones contrastantes entre sí. 2. Entre los seres humanos hay tal diversidad en el cuerpo y en lo llamado “alma”, que comporta radicales diversidades en las sensaciones, en los pensamientos, en los sentimientos y en las actitudes prácticas. 3. Incluso en el mismo hombre individual, difiere la estructura de cada sentido, lo que implica sensaciones que contrastan entre sí. 4. En el hombre concreto las disposiciones, los estados de ánimo y las situaciones son cambiantes, con lo cual también cambian las representaciones. 5. La distinta educación o pertenencia a un pueblo determina las distintas opiniones sobre todo (moral, Dios, leyes…) 6. Nada aparece en toda su pureza; todo está mezclado entre sí, lo que determina nuestras representaciones. 7. La distancia y la posición del objeto condicionan nuestra representación de ellos. 8. Los efectos que producen las cosas varían según la cantidad de éstas. 9. Captamos todo en relación con todo, nunca las cosas por sí solas. 10. Los fenómenos, según su frecuencia, modifican nuestro juicio. – Por estos tropoi, se impone la suspensión del juicio (ἐποχή). – Posibilidad de la 100cia: a) Existencia de la verdad. b) Existencia de los principios o razones causales. c) Posibilidad de inferencia metafenoménica (entender cosas que se ven como signos de cosas que no se ven y que constituyen sus causas necesarias). Respuesta de Enesidemo: No se puede inferir una causa no visible de un signo visible, salvo de manera arbitraria e indebida. No hay un nexo ontológico causa-efecto. – Cuando Enesidemo disolvía el ser en el aparecer, estaba postulando la inestabilidad del ser y la substancia, lo que llevaba al heraclitismo, frente al eleatismo negativo de Pirrón. – Negó que el bien, el mal y la indiferencia perteneciesen al dominio del conocimiento (concesión al dogmatismo moral). – Defendió la inexistencia de un fin ), salvo, en el mejor de los casos, la suspensión del juicio (ἐποχή) y la serenidad del espíritu Escepticismo desde Enesidemo hasta 6º Empírico.– Agripa escribió una nueva tabla de los tropoi. Quien pretenda explicar mediante un razonamiento: 1. Se pierde en un proceso hasta el infinito. 2. Incurre en un círculo vicioso, el “dialelo”: la explicación y lo explicado se necesitan mutuamente. 3. Se apela a puntos de partida meramente hipotéticos. – 6º Empírico (ss. II-III) une, como Menodoto de Nicomedia, la actividad médica con el escepticismo pirrónico, resultando un fenomenismo empírico. – 4 reglas para la vida: 1. Seguir las indicaciones de la naturaleza. 2. Seguir los impulsos de nuestras afecciones. 3. Respetar las leyes y costumbres del propio país. 4. No permanecer inactivo: practicar algún arte. El fin es la serenidad del espíritu, como consecuencia de la suspensión del juicio. Tema 15. La posmodernidad. La condición posmoderna – Lyotard Para Lyotard, la condición posmoderna es un estado de descreencia en los grandes metarrelatos que legitiman las esferas del saber, la ética y la política, como consecuencia del descubrimiento de la diferencia. En su lugar aparecen muchos pequeños relatos. La ciencia no halla legitimación en ningún metarrelato, sino en la eficacia, convirtiéndose en información útil y eficaz, y perdiéndose el concepto de “verdad”. La legitimación de la tecnociencia y la ética es la misma: el poder político define qué es justicia y qué injusticia, así como el saber científico considerado como válido (eficaz). Metarrelatos: el progreso de la historia, la cognoscibilidad de todo por la ciencia y la posibilidad de una libertad absoluta. Contra el método: Feyerabend Feyerabend propone el anarquismo epistemológico, la ausencia de un solo método para la investigación científica, y promulga el todo vale. Estudia los descubrimientos históricos de la ciencia y concluye que no fue un solo método el que llevó a tales proezas, sino el “todo vale”. Las críticas recibidas le llevaron a la depresión y a radicalizar su postura. Proclama la bondad del pluralismo cultural en Adiós a la razón. Sostiene que no se deben despreciar la astrología ni las medicinas alternativas, a las que atribuye idéntico estatus que a la ciencia.

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