Determinismo moral

El emotivismo moral de Hume

A diferencia del racionalismo, Hume afirma que la moral no puede depender de la razón, ya que la función de esta no es orientar la acción, sino conocer las relaciones entre ideas (las Matemáticas) o las relaciones entre hechos (la Física).

  • Los juicios morales surgen del agrado o desagrado que nos produce un hecho.
  • Esos juicios orientan las acciones según un sentimiento de aprobación o reprobación que surge en nosotros.
  • La moral no reside ni en la razón ni en los hechos, sino en las emociones que estos producen en nosotros.

Ante la posibilidad de caer en un subjetivismo moral, ya que la experiencia de cada uno es particular, igual que las emociones, Hume fundamenta su ética afirmando que el origen de los sentimientos está en la propia naturaleza humana y, por tanto, ese determinismo garantiza que hechos similares, salvo trastornos y disfunciones, produzcan en los individuos emociones similares.

El determinismo radical de Skinner

El psicólogo norteamericano B. F. Skinner es el máximo representante del conductismo, corriente de pensamiento vinculada a la psicología, que defiende cómo la interacción entre el individuo y su contexto físico, biológico y social determina los comportamientos humanos.

Afirma que el ser humano carece de libertad y que todos sus actos están determinados. Partiendo de esta tesis, trató de ejemplificar cómo en una sociedad en la que todos los factores ambientales fueran dirigidos, los individuos podrían ser orientados para que eligieran lo que se considerara oportuno.

Para orientar debidamente la conducta, Skinner introduce los refuerzos, premios que el sujeto obtiene al realizar el comportamiento esperado, o bien castigos, cuando se comporta de otro modo.

La teoría de los refuerzos parte de la suposición de que toda conducta humana está determinada psicológicamente por la búsqueda del placer y por la huida del dolor. Así, la conducta premiada con algo placentero tenderá a repetirse; la conducta castigada con algún tipo de dolor tenderá a extinguirse.


K. O. Apel: fundamentación moral y ética del discurso

Apel y J. Habermas son los máximos representantes de las éticas del discurso, cuya base es la acción comunicativa. Para Habermas, el diálogo es el factor que permite comprender los intereses y necesidades de las diferentes sociedades. Sus principios básicos son:

  • Libertad


    Nadie debe estar coaccionado para hablar o no hablar, ni condicionado en su discurso.
  • Seriedad


    Ha de darse una honesta y firme intención de encontrar soluciones.
  • Validez, en el sentido de que el diálogo debe incluir a todos los afectados.
  • Simetría


    Todos los interlocutores deben tener la misma importancia y todas las opiniones la misma consideración.

Así, al respetar estos principios, los interlocutores se constituyen en una comunidad ideal de diálogo.

Apel y Habermas reformulan también la ética deontológica de Kant, que defendía la argumentación racional de los principios y normas morales y la autonomía de la voluntad. Según Apel, las formas tradicionales de fundamentación moral, ya sea basada en algo exterior o en el propio sujeto, no son útiles para nuestros objetivos por diferentes razones:

  • En la fundamentación en algo exterior, propio de las éticas teleológicas, cuyo objetivo fundamental es la felicidad, existen múltiples principios y normas de acción, y la elección de una norma o principio que actúe de forma universal resulta imposible.
  • En la fundamentación en el propio sujeto, propio de las éticas deontológicas, cuyo objetivo es el cumplimiento del deber, la solución kantiana del imperativo categórico puede conducir al relativismo, y, por otro lado, dicho imperativo no permite un posible acuerdo entre las posturas enfrentadas.

Ante esta situación, Apel fundamenta las normas y principios morales a través del diálogo y del acuerdo consensuado.
Y propone el principio de complementación, que consiste  en acercar  posturas radicalmente opuestas o enfrentadas mediante el diálogo.

El principio de complementación se puede considerar como un acuerdo intersubjetivo a caballo entre la ética de convicciones y la ética de la responsabilidad.


HOBBES (1588-1679)

Pensaba, como lo haría Rousseau, que el hombre no es un ser social por naturaleza, pero su concepción sobre el ser humano en estado de naturaleza era radicalmente distinta:

*La naturaleza humana se caracteriza por el deseo de poder y fama, por el egoísmo, la competencia constante y la desconfianza entre los seres humanos./*La igualdad no existe. Se impone la ley del más fuerte./*El estado de naturaleza es un estado de guerra de todos contra todos./*El hombre, en ese estado, es un lobo para el hombre. (Homo homini lupus, como afirmaba Plauto).

Ante esta situación, Hobbes defendía la necesidad del Estado y la sociedad para garantizar la seguridad del individuo y la convivencia.

LOCKE (1632-1704)


 *Los hombres, en estado de naturaleza, son libres e iguales, aunque no necesariamente buenos, ya que pueden violar los derechos y las libertades de los demás individuos./*
Los hombres, por naturaleza, poseen ciertos derechos, como el de la vida, el de la propiedad …

ROUSSEAU (1712-1778)

*El hombre en estado de naturaleza:

Era feliz, libre y autosuficiente.

  • Vivía aislado, en familia, y en un estado de igualdad.
  • Su naturaleza se caracterizaba por sentimientos positivos, como el amor, la compasión, la simpatía, y por instintos, como el de la autoconservación.
  • El hombre en estado de civilización o social:


  • En este estado reina la injusticia, la opresión, la ambición, la falta de libertad …
  • El hombre es malo, egoísta, cruel …
  • No existe la igualdad.
  • El hombre no vive feliz.

Rousseau realiza una reflexión crítica sobre la idea del progreso y del progreso mismo frente a la defensa que hacían del mismo los ilustrados.

Define el progreso como una construcción artificial de la sociedad y, a menudo, como una herramienta al servicio del poder político, y llega a las siguientes conclusiones:

  • El progreso no conlleva, necesariamente, el desarrollo y la mejora del ser humano.
  • El progreso ha contribuido a corromper al individuo, a su pérdida de libertad e inocencia y a establecer la desigualdad entre los hombres.
  • El progreso no lleva aparejado el progreso moral ni la consecución de la felicidad.

FREUD (1856-1939)

Es el máximo representante del psicoanálisis, que abría la puerta a otra dimensión del ser humano, al desvelar su cara oculta e irracional:
los instintos y el inconsciente que rigen su mente.

Concibe al yo como un entramado de estructuras psíquicas que lo determinan y se enfrentan al propio yo, diluyéndolo y dejándolo en unasituación de desamparo y precariedad. Para Freud, la personalidad humana está integrada por tres agentes interrelacionados:

El Ello: pulsiones o impulsos biopsicológicos innatos y universales, presididos por dos principios enfrentados:
Eros (creatividad e impulsos sexuales) y Thánatos (destrucción y muerte). También conjunto de deseos y recuerdos que se van reprimiendo a lo largo de la vida.  Fuente de la energía psíquica (libido)
. Es absurdo y amoral  (regido por el principio de placer)
.

Insconsciente

El Yo :


compuesto de elementos conscientes, preconscientes e inconscientes (mecanismos de defensa).
Se rige por el principio de realidad:
Trata de encontrar un equilibrio entre el ello y el superyóEl superyó:
fruto de la interiorización de las normas sociales, ejemplificados en la conducta paterna. Incluye un yo ideal y una conciencia moral. También es inconsciente y sus normas exigen la represión de algunas de las pulsiones del ello o su satisfacción indirecta (sublimación)
. Se forma a partir del complejo de Edipo.

Muchas veces se ha criticao que Freud reduce a la persona considerándola como un mecanismo de pulsiones e inhibiciones. Sin embargo, el ser humano es una realidad más abierta por su racionalidad, voluntad y libertad.

MARX (1818-1883)

La sociedad surgida de la Revolución Industrial tenía grandes desigualdades y condiciones laborales infrahumanas.

Marx analizó este modelo de sociedad y su influencia en la realización integral del ser humano. Llegó a la conclusión de que el sistema económico, social y político establecido era un obstáculo insalvable para el desarrollo del ser humano.

Sus ideas más significativas sobre el ser humano son las siguientes:

El ser humano es, esencialmente, un productor, un trabajador

El ser humano, al transformar la naturaleza, se realiza y se humaniza él mismo. El trabajo no aliena por sí, pero en esta actividad el hombre puede realizarse o alienarse.
Se aliena, cuando el producto de su trabajo se aleja de él y cuanto más produce más pobre es y hace más rico al empresario.

De este modo, su producto se convierte en su enemigo, cuando debía ser el símbolo de su realización como persona.

El ser humano es un ser social

El hombre no es solo individuo, es animal social. El ser humano individual es una abstracción, porque el ser humano real o concreto existe en sociedad.
Sin embargo, en la sociedad capitalista, las relaciones humanas se convierten en puros intereses económicos.

El ser humano es un ser histórico

La esencia humana no es una naturaleza fija. El ser humano se realiza a sí mismo dialécticamente, es decir, a través de la historia, en la que se suceden diversos modos de producción.

Marx reserva el final de la historia a la sociedad sin clases

 *
El hombre es un ser alienado tambiénpor la religión, la política, la moral, la filosofía, en la medida en que deja de ser él y se transforma en “otro”.

    El marxismo parte de una creencia fundamental:

No hay libertad individual si no hay libertad colectiva , si la libertad no es de todos

La liberta personal no es posible a no ser en una comunidad libre; no es posible la libertad de uno sin la libertad de todos. Y sólo se podrá hablar de que todos los seres humanos son libres en la medida en que todos puedan satisfacer sus necesidades básicas.

NIETZSCHE (1844-1900)

Nietzsche realizó una dura crítica contra la civilización occidental, fundamentada sobre los valores cristianos y la sobrevaloración de la razón desde Sócrates y Platón, los grandes “corruptores”.

La moral judeocristiana presenta para Nietzsche una serie de características:

  • La moral tradicional es antinatural  y  “ha sido distinguida con los máximos honores, quedando suspendida sobre la humanidad como ley, como imperativo categórico”.
  • Esa moral convierte al hombre en “el esclavo ideal, en el esclavo del futuro, al pretender que  sea sumiso, obediente, resignado, moderado…
  • La moral tradicional

    -y más concretamente la cristiana-

    desvaloriza este mundo y afirma la existencia de otro mundo distinto a éste

    . Platón y el cristianismo coinciden en esta creencia y en este falseamiento

  • Es una constante histórica que el triunfo de “un ideal moral se logra por los mismos medios inmorales que cualquier otro triunfo: la violencia, la mentira, la difamación y la injusticia”.
  • La práctica de la moral tradicional provoca una alienación de la personalidad

    . El hombre deja de ser él mismo al someterse a Dios y a los valores de esa moral

  • La moral tradicional aparta al hombre de la auténtica realidad, de la verdad, de la vida y lo convierte en un ser cobarde, mezquino, débil, sumiso y despreciable.
  • Esa moral ensalza los valores del rebaño: el dolor, la renuncia, la resignación, la obediencia, la humildad, el sacrificio, etc.

Nietzsche, frente al hombre de la moral judeocristiana, propone un nuevo ser humano caracterizado por:

  • Una nueva moral que exalte la vida, la grandeza, el orgullo, el placer, la alegría de vivir, lo instintivo, lo espontáneo y natural …
  • Unos nuevos valores que se alcanzarán mediante la voluntad de poder, la voluntad permanente de ser más, de superarse, de ser original, líder, de crecer y crear …
  • Superar al hombre actual, sustituyéndolo por el superhombre, que dice sí a la vida, que ensalza este mundo, que tiene poder, que es líder, que es fuerte y valeroso, que es señor de sí mismo para crecer y crear …

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