Contexto histórico de Santo Tomás de Aquino

La vía del movimiento


La primera de las vías, que tiene su origen en Aristóteles, parte del hecho de experiencia que supone el movimiento, el cambio. Las cosas del mundo se mueven y todo movimiento tiene que tener una causa exterior a él mismo, ya que nada puede ser, a la vez y bajo el mismo aspecto, el principio motor y la cosa movida.
Como no se puede retroceder hasta el infinito en la dependencia de los seres que se mueven con respecto a sus motores -ya que si no hay un primer motor, tampoco hay un segundo, pues todas las segundas causas dependen de las primeras-, ha de admitirse la existencia de un primer motor que no es movido por ningún otro, y que es él la fuente de todo movimiento; este primer motor es Dios.

La vía de la causalidad eficiente


La segunda vía, fundamentada también en Aristóteles, parte del hecho de que todas las causas de este mundo están a su vez causadas. Como ninguna cosa puede ser causa eficiente de sí misma, ya que en ese caso tendría que ser anterior -en cuanto causa- a sí misma -en cuanto efecto-; y como por otra parte, es imposible recorrer una serie infinita de causas -ya que si no hay una causa primera, tampoco habrá una segunda ni una última-, es necesario poner una primera causa eficiente para poder explicar la existencia de las demás causas. Esta primera causa es Dios.

La vía de la contingencia


Fundamentada también en Aristóteles, y en Maimónides, se apoya en el hecho de la contingencia, es decir en el hecho de que todos los seres de la realidad, aunque existen, podían perfectamente no haber existido, ya que en ninguno de ellos es necesario. Ahora bien, lo posible en no tiene en sí mismo la explicación de su existencia y si todos los seres fueran posibles, nada existiría en la actualidad, luego el hecho de que existan implica la existencia de un ser necesario, causa de todos los seres, que no puede ser otro que Dios.

La vía de los grados y perfección


Fundamentada más en el pensamiento de Platón que en el de Aristóteles, considera detrás de la mayor o menor perfección de las cosas un ser perfecto en grado sumo, que es el término de comparación que permite apreciar el más y el menos en la perfección de los seres del mundo. Este sumo perfecto es la causa – en el sentido platónico de fundamento- de todo lo que en general es valioso, porque todos los valores participan de él; a este ser sumamente perfecto llamamos Dios.

La vía del orden cósmico


La última de las pruebas, la teleológica, y que fue dada a conocer por los estoicos, se funda en el orden de las cosas. Todas las operaciones de los cuerpos naturales tienden hacia un fin, aun cuando carezcan en sí mismos de conocimiento. La regularidad con que alcanzan este fin muestra que no llegan a él por casualidad, y si carecen de conocimiento es preciso que alguien conozca por ellos, y a que esta inteligencia primera, ordenadora de la finalidad de las cosas, llamamos Dios.

PREGUNTA 1
1. Contexto Histórico-cultural
Tomás de Aquino nacíó en el 1224 en el castillo de Rocasecca, al norte de Nápoles. En esta ciudad cursó estudios universitarios e ingresó en la Orden de los Dominicos. En 1252 ocupó una cátedra en París (bajo la tutela de San Alberto Magno). Después, volvíó a Italia y se dedicó a la enseñanza en varias ciudades. Nuevamente en París, en 1269, tras haber reorganizado en Orvieto la facultad de Filosofía y haber llevado a cabo una relectura de la obra de Aristóteles, asistíó a las interminables disputas que venían sucedíéndose entre las distintas escuelas y corrientes de pensamiento de la época. Murió en 1274, cuando se dirigía al Concilio de Lyon instado por el Papa Gregorio X.
Santo Tomás vivíó al final de la Edad Media
En este período se asiste a sucesivas invasiones por parte de los pueblos del norte de Europa que traerán consigo la barbarie, la miseria, la guerra y un oscurecimiento asfixiante de la cultura.
En efecto, en el plano socio-económico, nos encontramos con tres estamentos bien diferenciados: el pueblo, la nobleza y el clero. El primero de ellos sostiene a los otros dos con su trabajo en el campo. Entre los caballeros y los siervos se efectúan relaciones de vasallaje. Las guerras entre los señores feudales son frecuentes y obligan al campesinado a dejar sus quehaceres domésticos y formar parte de los ejércitos que se baten en ellas. Toda la vida gira en torno a los monasterios, verdaderos centros de poder, no sólo social económico y político, sino también cultural.
En el terreno político destacan los constantes enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado, si bien en la mayoría de las ocasiones se desemboca en acuerdos o alianzas que satisfacen a ambas partes de cara a seguir ampliando sus respectivos dominios.
En el ámbito cultural se produce una notable decadencia, por no hablar, en algunos momentos, de absoluta paralización.
Ya desde tiempos de Carlomagno, muchos monasterios contaban con una escuelas. En ella se impartían las siete artes que en la Antigüedad compónían el Trívium y el Cuatrivium , a las que después se añadieron la teología, la filosofía y el derecho. Pero el verdadero despertar de la cultura no se producirá hasta el surgimiento de las primeras universidades en el siglo XIIOtros factores que contribuyeron al auge de la cultura fueron la aparición de las órdenes mendicantes y el conocimiento de la cultura árabe a través de las grandes obras de la ciencia y del pensamiento griego, el arte gótico y el comienzo de las lenguas romances.

2. Contexto Filosófico

Por lo que respecta al contexto filosófico de Santo Tomás diremos, a grandes rasgos, que lo constituye la escolástica.

Todos los pensadores escolásticos tienen en común la aceptación de dos tipos de conocimiento:
El que proporciona la fe y el que se obtiene gracias a la razón y a los sentidos. A partir de aquí el principal asunto de debate será cómo lograr la conciliación de ambas.
Los temas centrales de las discusiones teológico-filosóficas del pensamiento medieval son:
1.Las relaciones entre razón y fe.
2.La naturaleza de los universales.
3.La diferencia esencia-existencia.
4.La relación entre Dios (creador) y los seres (criaturas)
La filosofía escolástica engloba diferentes tendencias: la platónica, la neoplatónica, la agustiniana, la aristotélica; autores árabes, judíos, cristianos; algunos místicos… De entre todas éstas, las más influyentes en nuestro autor serán la agustiniana y la aristotélica.
Efectivamente, por un lado Santo Tomás se muestra un ferviente seguidor de los temas y argumentos desarrollados por San Agustín. Quizás, la única diferencia entre la filosofía de ambos consiste, como han afirmado algunos estudiosos, en que en San Agustín predomina el orden del corazón, mientras que en Santo Tomás predomina el orden intelectual. En lo que respecta al aristotelismo, tenemos que Santo Tomás culmina la labor iniciada por los traductores y comentaristas árabes y judíos del filósofo griego (especialmente Averroes y Maimonides). Ahora bien, aunque es cierto que el pensamiento de Santo Tomás consiste en buena parte en una asimilación del pensamiento aristotélico, no ha de pasar desapercibido que en su obra se hacen patentes también influencias platónicas, de los Padres de la Iglesia, del Pseudo-Dionisio y de Boecio.

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