Contexto filosófico del Barroco

1.1. Contexto histórico-cultural


 

-Siglo de crisis

La figura de Descartes (1596- 1650) representa ejemplarmente el ambiente que se vivía En el siglo XVII.
Siglo caracterizado por una crisis que, tras las grandes esperanzas Depositadas en del Renacimiento (Siglo XV-XVI), se manifiesta de diversas maneras: en el campo demográfico, con un descenso importante de la población;
en el económico, con El inicio de un periodo de inestabilidad; en el campo social, con el estallido de múltiples Revueltas de campesinos que protestan por la introducción de los impuestos reales; en lo político, con la caída de la monarquía absoluta en Inglaterra y la posterior instauración de La monarquía parlamentaria; y en el campo ideológico, con las guerras de religión, la Más significativa de las cuales fue la Guerra de los Treinta Años en lo que es hoy Alemania y en la cual Descartes participó.

-El Barroco

El Siglo XVII fue muy inquieto en su búsqueda de soluciones a los problemas y el estado De ánimo encontró su expresión en el Barroco.
El Barroco fue un Movimiento cultural y Artístico que se desarrolló en Europa y sus colonias americanas entre finales del Siglo XVI Y principios del XVIII. Culturalmente, el Barroco fue una época de grandes adelantos científicos: William Harvey comprobó la circulación de la sangre;
Galileo Galilei perfecciónó el telescopio y Afianzó la teoría heliocéntrica establecida el siglo anterior por Copérnico y Kepler;
Isaac Newton formuló la teoría de la gravitación universal; Evangelista Torricelli inventó el Barómetro.
Francis Bacón establecíó con su Novum Organum el método experimental Como base de la investigación científica, poniendo las bases del Empirismo. Por su parte, René Descartes como veremos, llevó a la filosofía hacia el Racionalismo, con su famoso «pienso, luego existo». Debido a las nuevas teorías heliocéntricas y la consecuente pérdida del sentimiento Antropocéntrico propio del hombre renacentista, el hombre del Barroco perdíó la fe en El orden y la razón, en la armónía y la proporción; la naturaleza, no reglamentada ni Ordenada, sino libre y voluble, misteriosa e inabarcable, pasó a ser una fuente directa de Inspiración más conveniente a la mentalidad barroca. Perdiendo la fe en la verdad, todo Pasa a ser aparente e ilusorio (Calderón: La vida es sueño); ya no hay nada revelado, Por lo que todo debe investigarse y experimentarse. Descartes convirtió la duda en el Punto de partida de su sistema filosófico: «considerando que todos los pensamientos que Nos vienen estando despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que Ninguno entonces sea verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces Habían entrado en mi espíritu, no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños» (Discurso del método, 1637). Así, mientras la ciencia y la filosofía se circunscribían a la búsqueda de la verdad, el arte se encaminaba a la expresión de lo imaginario, del ansia de infinito que anhelaba el Hombre Barroco. De ahí el gusto por los efectos ópticos y los juegos ilusorios, por las Construcciones efímeras y el valor de lo transitorio; o el gusto por lo sugestivo y seductor  Descartes. En poesía, por lo maravilloso, sensual y evocador, por los efectos lingüísticos y Sintácticos, por la fuerza de la imagen y el poder de la retórica. El apogeo de la literatura, y en especial del teatro, también parece ser un claro síntoma de Esa actitud del hombre Barroco por disimular sus auténticos sentimientos e inquietudes: Frente al reconocimiento del miedo, la hipérbole; frente a la vida, el sueño (piénsese en los Casos de Calderón y Shakespeare). Dios en el Siglo XVII. Aunque los europeos del Siglo XVII siguen creyendo en Dios, la certidumbre intelectual de Su fe se ha desvanecido y el clero ha perdido gran parte de su poder. Los intelectuales de La época se enfrentan a una seria crisis: la nueva ciencia ha provocado la caída de la Imagen aristotélica del mundo, la Teología tampoco es capaz de unificar sus Criterios y la Biblia deja de ser una enciclopedia de las ciencias. En resumen, la crisis generalizada supone la ruptura de la unidad de Europa, que pasa a Ser un continente dividido y en guerra permanente. Por ello, en el Barroco predomina una Actitud pesimista: el hombre percibe la realidad y su vida como movimiento, mudanza y Fugacidad. El tiempo pasa a convertirse en una obsesión, todo es contingente y azaroso, No parece haber en el mundo humano ningún tipo de orden. Todo es percibido como Apariencia y la esencia de las cosas parece permanecer oculta. Así, la búsqueda de Descartes de la certeza en medio de las dudas y de los engaños no parece una mera Actitud retórica, más bien parece constituir la máscara que adopta Descartes para Desenmascarar las contradicciones de su tiempo. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *