Antologia de santo tomas

Agustinismo político


Es la doctrina que plantea una absorción del orden natural dentro del orden sobrenatural, y del Estado dentro de la Iglesia. En San Agustín se había planteado la dualidad de la Ciudad de Dios y de la Ciudad de los hombres, pero es en los papas Gelasio, muerto en 496, y Gregorio Magno, muerto en 604, donde se desarrolla dicha doctrina apoyada después los agustinistas del siglo XIII.

Analogía

Es un tema tomado de Aristóteles que relaciona con las ideas de participación y causalidad ejemplar. La aplicación de Santo Tomás es la siguiente: cualquier perfección – y la existencia es la suprema perfección, siguiendo a San Anselmo (argumento ontológico)- se predica de Dios y las criaturas no de un modo unívoco o equívoco, sino de modo análogo; Dios es la existencia, las criaturas tienen existencia, Dios es la perfección misma, las criaturas participan e imitan esa perfección.

Artículos de la fe

Son los misterios de la fe tal y como han sido revelados por Dios y, por tanto, no pueden ser contradecidos.

Averroísmo latino

Es la corriente cristiana de pensamiento seguidora del aristotelismo en la versión transmitida por el filósofo árabe cordobés Averroes.  Se inicia en el siglo XIII y tiene continuación en el XIV. Su principal exponente fue Siger de Brabante, maestro en la Universidad de París. Mantiene como principales tesis la eternidad del mundo, la mortalidad del alma humana y la teoría de la doble verdad. Según ésta, es posible mantener verdades contradictorias en los ámbitos de la razón y de la fe. De hecho como creyentes cristianos manifestaban lo contrario de lo que opinaban como filósofos. Son los pioneros de la reivindicación de la autonomía de la razón frente a la fe.

Causalidad ejemplar

Es una idea tomada de Platón que emplea Santo Tomás para explicar que Dios es el supremo “ejemplar” o modelo que imitan imperfectamente las criaturas.

Creación:

Es la producción de todo el ser del mundo sin contar con nada preexistente (ni un mundo de esencias, ni una materia eterna, como en el Timeo de Platón), es decir, ex nihilo, desde la nada. Es el concepto cristiano por excelencia. Santo Tomás, como creyente cristiano, pero también como teólogo y filósofo, defiende que todo procede de Dios, el Ser Creador que conserva el mundo en su existencia por medio de una “creación continua”. Por otro lado, Santo Tomás reconoce que Dios pudo haber creado el mundo ab aeterno, desde la eternidad, (lo cual no implica la necesidad del mundo, como afirmaban los averroístas), y sólo por la revelación se puede conocer que posee un comienzo temporal.

Dios:

Es el Ser Creador de todas las cosas. Su esencia se caracteriza, según Santo Tomás, por su inmutabilidad y su simplicidad. Siguiendo a Aristóteles y a San Agustín, Santo Tomás considera a Dios un ser inmóvil aunque motor de todo movimiento (hace pasar del no-ser al ser a todas las criaturas). También es simple, esto es, en Dios no hay composición alguna: ni de materia-forma, ni de supuesto (substancia individual)-naturaleza, ni de esencia-existencia. Dios se identifica con su propia esencia o naturaleza (Dios es la divinidad,  pero un ser humano no es la humanidad), y ésta –la esencia- con su existencia: su esencia es su existencia, Dios es el ipsum esse per se subsistens (el ser cuyo ser subsiste por el mismo). Tomás de Aquino alude a la palabra dirigida por dios a Moisés: “Yo soy el que es” (Éxodo, 3, 14). De la simplicidad se hacen derivar otros atributos divinos: primero, la perfección y la bondad (procedentes del platonismo y San Agustín); luego, la infinitud, la inmensidad (u omnipresencia), la inmutabilidad, la eternidad y la unidad.

Escolástica

Se conoce con este nombre a la filosofía medieval que se gesta en las escuelas catedralicias y monacales. Comienza en el siglo XI con Anselmo de Canterbury, a quien se suele considerar el primer pensador escolástico. El siglo XIII es el de la Gran Escolástica, centrada en la asimilación del aristotelismo, a la que se consagraron Alberto Magno y Tomás de Aquino. Otros alentaron una vuelta al agustinismo (San Buenaventura). El siglo XIV es el de la crisis de la Escolástica, representada por Duns Escoto y Guillermo de Ockham.

Esencia vs. Existencia

Es una distinción procedente de los filósofos árabes Alfarabi y Avicena y del judío Maimónides y que también se encuentra en los agustinistas Alejandro de Hales y San Buenaventura, contemporáneos de Santo Tomás. Éste procede a distinguir realmente (y no sólo conceptualmente como lo hacen los anteriores) esencia (essentia) y existencia (esse). Esta distinción introduce una modificación importante en el aristotelismo pues, para éste, la esencia es únicamente la forma, y es eterna. Para Santo Tomás, la esencia de los seres corpóreos incluye también la “materia primera”, y –al distinguirse de la existencia- no es eterna: las cosas sólo existen por creación divina.

Grados del ser

Es una idea tomada del neoplatonismo por Santo Tomás que le permite establecer una imagen jerárquica del Universo que está muy en consonancia con la sociedad estamental medieval. Los grados del ser (y perfección) están determinados por la mayor o menor cercanía de los seres a la Causa primera de su existencia (Dios) y  a la mayor o menor participación en su perfección.

Ley eterna, ley natural, ley positiva:

La ley eterna es aquella mediante la cual Dios gobierna el mundo. Esta ley divina se conoce con el nombre de Providencia, que es el gobierno divino del mundo. La ley natural es la “participación” de las criaturas en esa ley eterna. Esta ley natural es, para los humanos, la base de la conducta moral recta pues ésta no es otra cosa que la interpretación y aplicación racional de la ley natural. El primer precepto de la ley natural se funda en la noción general de “bien” como aquello que todos los seres apetecen: “Ha de hacerse el bien y evitarse el mal”. A partir de esta premisa se derivan los demás: la conservación del propio ser, todas las inclinaciones que comparte el hombre con los animales y las inclinaciones estrictamente humanas (conocer la verdad, vivir en sociedad…). La ley positiva  es toda ley hecha por el hombre, por ejemplo, el Derecho. Debe estar de acuerdo con la ley natural, esto es, su justicia dependerá del grado en que esté conforme a la norma de la razón y, como la primera norma de la razón es la ley natural, deberá ser conforme a ésta.

Naturaleza:

Es el concepto regulador de la ética de Santo Tomás y podemos enfrentarlo al de gracia de San Agustín. El comportamiento humano depende así de la “idea” divina del ser humano (ser compuesto de cuerpo y alma inmortal), de la ley eterna (de la cual es participada la ley natural en el hombre) y de la propia esencia humana (ser humano como ser racional), y no de la predestinación a la que Dios le sometía en la doctrina agustiniana.

Necesidad vs. Contingencia:

Estos conceptos hacen referencia a atributos de los seres. La necesidad es atributo de Dios, pues Dios no puede no existir ya que, como se ha visto anteriormente, esto sería absurdo. La contingencia es atributo de los seres creados pues ellos pueden existir o no, esto es, no es necesario que existan; de hecho su existencia participa de la de Dios, que es su creador.

Participación

Igualmente tomada de Platón, le sirve para decir que las cosas participan de Dios.

Preámbulos de la fe

Son las verdades que pueden ser conocidas por la razón natural por sí sola aunque hayan sido reveladas por Dios, es decir, es la zona de confluencia de la razón y la fe que Santo Tomás establece con el fin de combatir al averroísmo latino que mantenía la teoría de la doble verdad, una para la fe y otra para la razón.

Principio de causalidad

Es establecido por Aristóteles en la forma “Todo lo que se mueve, es movido por otro”, diferenciándose lo que es causado –el efecto- de lo que lo causa –la causa. La forma de Santo Tomás es la siguiente: “ Todo ser compuesto [de esencia y existencia] tiene una causa”. O sea, las criaturas (efectos) tiene un Creador (causa). Este principio es utilizado por Santo Tomás en las cinco vías (VER “Vía”) de demostración de la existencia de Dios.

Substancia

Al igual que Aristóteles, Santo Tomás acepta este concepto como base de su indagación filosófica. Las criaturas son substancias y como tales están compuestas de materia y forma y de potencia y acto pero, además de estas estructuras heredadas de Aristóteles, Santo Tomás añade otra estructura fundamental más, la composición de esencia y existencia (VER arriba). En cuanto al ser humano, Santo Tomás, a diferencia del agustinismo platónico, lo considera una sola substancia compuesta de cuerpo y alma. El alma es la forma –única- del cuerpo. Por ello es el principio radical de la vida y de toda operación vital. Sin embargo, a diferencia de Aristóteles y sus seguidores averroístas, el alma puede existir independientemente del cuerpo (es espiritual e inmortal), lo cual implica que posee las características de la substancia. Esta aparente contradicción –el alma es “forma” y “substancia” al mismo tiempo- es resuelta por Santo Tomás de la siguiente manera: el alma separada –aunque pueda subsistir en este estado-  posee una inclinación natural a la unión con el cuerpo (del que es la “forma”), y sólo en él alcanza su perfección natural y despliega todas sus capacidades. Por eso, el alma separada del cuerpo sólo es una substancia “incompleta”. Sólo el compuesto de cuerpo y alma es la substancia “completa”, sólo el compuesto es el ser humano.

“Suma”:

Es el tipo de obra propio de la Escolástica. Consiste en una colección de sentencias de autores con autoridad en el cristianismo acompañada de los comentarios del compilador. Se usaba como los libros de texto en nuestras escuelas. Santo Tomás escribió dos importantes sumas: la “Suma contra los gentiles”, para que sirviera de ayuda a los misioneros enviados a tierras del Levante español a contrarrestar a musulmanes y judíos, y la “Suma teológica”, que se propone exponer las verdades de la religión cristiana en forma apta para la enseñanza de los principiantes.

Teología

Para Santo Tomás es una ciencia subordinada a la ciencia divina. Los principios propios de la teología son los artículos de la fe, que no son evidentes para el entendimiento humano, pero sí para Dios (por ejemplo, el misterio de la Santísima Trinidad). Utiliza argumentos tomados  de la Biblia, que son propios y decisivos, pero también utiliza principios filosóficos como “argumentos extraños y probables”, en particular los tomados de Aristóteles, por lo que la teología es una ciencia mixta.

Trascendencia:

Este concepto hace referencia al hecho de que Dios no forma parte del mundo aunque lo haya creado (en esto se parece al motor inmóvil de Aristóteles), ni entra en “contacto” con el mundo aunque intervenga en él por medio de la gracia providente.
Vía (=camino): Es el nombre latino que toman las pruebas de la existencia de Dios en Santo Tomás. Son cinco y todas ellas siguen un mismo esquema: a) un punto de partida empírico, b) un recorrido que se apoya en el principio de causalidad y en el establecimiento de que tiene que haber una primera causa, y c) un término o conclusión, en la que se identifica dicha causa primera con Dios, de donde se deriva posteriormente que Dios existe.  A diferencia de la prueba o argumento ontológico empleado por San Anselmo, que daba por sentado que la existencia de Dios era evidente  para todo ser humano, Santo Tomás parte siempre de la experiencia para intentar llegar por abstracción a la existencia de Dios. Éste es tomado en la vía primera como motor inmóvil, en la segunda como causa primera incausada,  en la tercera como ser necesario, en la cuarta como ser infinitamente perfecto, y en la quinta como inteligencia suprema ordenadora.

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