Fundamentos de la Filosofía de Friedrich Nietzsche
La Crítica a la Moral y al Conocimiento Tradicional
La Crítica de la Moral
Nietzsche acusa a la moral platónico-cristiana de ser antinatural por ir en contra de los instintos vitales. Su centro de gravedad no reside en este mundo, sino en el más allá, en la realidad en sí o en el mundo sobrenatural del cristianismo. Se trata de una moral trascendente que no gira en torno al hombre, sino en torno a Dios, y que impone al ser humano un rechazo de su naturaleza, una lucha constante contra sus impulsos vitales. Por ello, esta moral significa un rechazo general de la vida, de la verdadera realidad del hombre, en favor de una ilusión generada por el resentimiento contra la vida. Tal moral es síntoma y expresión de la decadencia de la cultura occidental.
La Crítica del Conocimiento
Respecto a la explicación del conocimiento, la metafísica de tradición platónico-cristiana hace corresponder a una realidad inmutable un conocimiento y una verdad igualmente inmutables: el conocimiento conceptual. Pero el concepto, dice Nietzsche, no sirve para conocer la realidad tal y como es. El concepto tiene un valor representativo, pero siendo lo real un devenir, un cambio constante, no puede dejarse representar por algo como el concepto, cuya naturaleza consiste en representar la esencia, es decir, aquello que es inmutable, que no deviene, que no cambia, lo que permanece idéntico a sí mismo, ajeno al tiempo.
El concepto no es más que un modo impropio de referirse a la realidad, un modo general y abstracto de captar la realidad y, por ello, de alejarnos de lo singular y concreto, de alejarnos de la realidad. Lejos de ofrecernos el conocimiento de la realidad, el concepto nos la oculta.
La Muerte de Dios y el Nihilismo
La Muerte de Dios
El examen de la trayectoria del pensamiento y la cultura occidentales lleva a Nietzsche a constatar la muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre occidental. Pero el hombre ha ido matando a Dios sin darse cuenta, expulsándolo poco a poco de su pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios, el hombre queda desorientado, y su vida pierde el sentido.
La muerte de Dios es, en realidad, la muerte del monoteísmo cristiano y de la metafísica dogmática, para quienes solo hay un Dios y una verdad. Y el responsable de ello es el hombre. Al cobrar conciencia de esto, el hombre sustituye a ese Dios y a esa verdad única por múltiples dioses y múltiples verdades, en un intento desesperado por salvar los valores asociados a esa imagen de Dios. Pese a ello, con la caída del Dios y de la metafísica tradicionales, los valores asociados a ellos no pueden subsistir, no encuentran justificación trascendental alguna y, carentes de fundamentación, serán el blanco de las críticas más exacerbadas y negados como valores. El ateísmo conduce, pues, al nihilismo.
El Nihilismo
El nihilismo es el proceso que sigue la conciencia del hombre occidental y que quedaría expresado en estos tres momentos:
- El nihilismo como resultado de la negación de todos los valores vigentes: Es el resultado de la duda y la desorientación.
- El nihilismo como autoafirmación de esa negación inicial: Es el momento de la reflexión de la razón.
- El nihilismo como punto de partida de una nueva valoración: Es el momento de la intuición, que queda expresada en la voluntad de poder, en quien se expresa a su vez el valor de la voluntad.
Conceptos Fundamentales de la Ética Nietzscheana
El Eterno Retorno
En el concepto del eterno retorno, como en una visión lineal del tiempo, los acontecimientos siguen reglas de causalidad. Hay un principio del tiempo y un fin, que vuelve a generar a su vez un principio. Sin embargo, a diferencia de la visión cíclica del tiempo, no se trata de ciclos ni de nuevas combinaciones en otras posibilidades, sino que los mismos acontecimientos se repiten en el mismo orden, tal cual ocurrieron, sin ninguna posibilidad de variación. En su obra La gaya ciencia, Nietzsche plantea que no solo son los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable.
Voluntad de Poder (Wille zur Macht)
La Voluntad de poder, también conocida como voluntad de potencia o voluntad de pujanza, es un concepto central en la filosofía de Friedrich Nietzsche. Esta describe lo que él consideraba el motor principal del hombre: la ambición de lograr sus deseos, la demostración de fuerza que lo hace presentarse al mundo y estar en el lugar que siente que le corresponde. Todas estas son manifestaciones de la voluntad de poder. Otro punto particular de la voluntad de poder es que también representa un proceso de expansión de la energía creativa que, de acuerdo con Nietzsche, era la fuerza interna fundamental de la naturaleza.
El Superhombre (Übermensch)
El ***Superhombre*** (*Übermensch*), según Friedrich Wilhelm Nietzsche, es una persona capaz de generar su propio sistema de valores, identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad de poder. Una de las ideas que defendió con mayor interés es que los valores tradicionales representados por el cristianismo someten a las personas más débiles a una «moralidad esclava», que no provoca en ellos más que un estado de resignación y conformismo hacia todo lo que sucede a su alrededor.
Para Nietzsche, esos valores tienen que desaparecer para que aparezcan otros nuevos que representen su prototipo de hombre ideal, al que él mismo llamó Übermensch. El Superhombre combate la moral impuesta por las religiones e impulsa una moral que surge desde lo más profundo de las personas.