Los Filósofos Presocráticos
Encuadrados entre las postrimerías del siglo VII a. n. e. y mediados del siglo V a. n. e., los pensadores de este periodo son conocidos como los primeros filósofos o presocráticos (aunque algunos fueron contemporáneos de Sócrates).
Contexto y Áreas Geográficas
Tradicionalmente, se establecen dos áreas geográficas principales:
- Área Jónica: Incluye la Escuela de Mileto (Tales, Anaximandro y Anaxímenes), así como a Heráclito de Éfeso. Todos ellos fueron notablemente científicos y escépticos en sus tendencias.
- Área Itálica: En la Magna Grecia (actual Sicilia), de donde proceden los Pitagóricos y los Eleáticos (con Parménides a la cabeza). Estos contribuyeron al desarrollo de las matemáticas a pesar de poseer una verdadera inclinación hacia el misticismo y la religión.
Tales de Mileto y sus Doctrinas
Junto a Tales, la Escuela de Mileto se completa tradicionalmente con otros dos autores:
- Anaximandro (610-545 a. n. e. aprox.) que propone lo indeterminado o el ápeiron como arjé.
- Anaxímenes (590-525 a. n. e. aprox.), quien entiende que es el aire el principio de la physis.
Principales Doctrinas de Tales
- Nada se genera ni se destruye, puesto que todo es agua, es decir, el principio (arjé) de todas las cosas (physis) es el agua o lo húmedo. Por tanto, lo húmedo se relaciona con la vida.
- La Tierra descansa sobre el agua como una gabarra, como un leño. El agua no tiene fin por debajo de la superficie terráquea, y esta estaría surcada de ríos y demás. Con esta teoría, Tales llegó incluso a explicar los terremotos.
- «Todo está lleno de dioses» o el animismo. Con la ayuda de un imán y un clavo hacía ver cómo en todas las cosas hay alma, algo que mueve (anima) sin tocar.
La Doctrina Pitagórica
Se centra en tres aspectos principales: la teoría de los números, la doctrina del alma y la cosmología.
- El Número es el arjé pitagórico. El caos del universo se ordenó gracias al Número, que formó puntos y líneas, hasta que se consolidó la ley matemática de la armonía que rige la physis.
- El alma es de origen superior, ya que procede del alma del Universo, y no perece, sino que transmigra a otro cuerpo. Los cuerpos se asemejan a cárceles para el alma. Para romper el ciclo de reencarnaciones y regresar al alma universal, el alma individual necesita purificarse mediante ascesis, trabajo espiritual y música.
- Cosmología: La Tierra, junto al Sol, la Luna y los cinco planetas hasta entonces conocidos, giran en torno a un fuego central. Por tanto, se abandona el geocentrismo y el geoestatismo, y se plantea la teoría heliocéntrica.
El Pensamiento de Heráclito
- El arjé propuesto por Heráclito es el fuego. De hecho, el fuego representa la forma más elevada y pura de la materia (caliente y seco). Por el contrario, la irracionalidad y la muerte las relaciona con lo frío y lo húmedo.
- Como el fuego, Heráclito afirma que toda la realidad está en continuo movimiento.
- Heráclito habla de dos modos de conocer la realidad. Por un lado, el conocimiento sensible: cuando los sentidos no son guiados por la razón. Este conocimiento es cambiante e inseguro.
- Por otro lado, el conocimiento racional: cuando los sentidos son guiados por la razón. Este conocimiento es firme e indudable.
- Por ende, el continuo movimiento y cambio que subyace en todo se manifiesta en el mundo como una lucha de opuestos: noche-día, frío-caliente. Esta lucha de opuestos, sin embargo, produce una armonía. Es decir: la dinámica de movimientos vigorosos y contrarios se neutraliza por el equilibrio entre ambos. De este modo, Heráclito piensa que la paz (harmonia) y la guerra (polemós) no se suceden por turno, sino que existen siempre y a la vez.
Parménides: El Ser y sus Características
Parménides dedujo asimismo una serie de características del Ser. Según Parménides, el Ser (lo que es) no puede provenir de (ni devenir en) otro ser o la nada. Tampoco puede haber otro(s) ser(es), ya que habría un vacío que los separara, y como no existe vacío, el Ser no puede moverse o cambiar de posición. Por tanto, el Ser parmenídeo es:
- Ha de ser eterno.
- Continuo e indivisible.
- Es inmóvil.
- Homogéneo.
Los Filósofos Pluralistas
Los autores más reconocidos de entre ellos son:
- Empédocles de Agrigento (492-432 a. n. e. aprox.), quien habla de la fuerza Amor/Discordia para animar los cuatro elementos originales.
- Anaxágoras (500-428 a. n. e. aprox.), quien aseguró que toda la materia estaba formada por semillas ordenadas por una inteligencia (nous) separada de ellas.
- Demócrito de Abdera (460-370 a. n. e. aprox.), padre del atomismo, que postula la existencia de átomos que se mueven mecánicamente por el vacío.
Los Sofistas
El término ‘sofista’ fue primero sinónimo de sabio, pero a causa de la crítica socrática adquirió un sentido peyorativo: embaucador hábil y mentiroso. Los sofistas surgieron en la Atenas democrática. Debido al establecimiento de clases sociales, los extranjeros no podían ser ciudadanos libres de Atenas. Sin embargo, muchos venían atraídos por la buena situación económica y cultural. Para establecerse allí, ofrecían sus servicios. Así, fueron educadores a sueldo. Aunque eran grandes oradores, los sofistas también realizaron escritos de los que apenas conservamos fragmentos.
De modo general, se puede decir que filosóficamente renunciaron a la búsqueda de la verdad sobre la naturaleza.
Sócrates: Mayéutica e Intelectualismo Moral
- El método socrático: Se basa en el diálogo, convirtiéndolo en una búsqueda colectiva de la verdad. Sócrates estaba convencido de que cada persona posee dentro de sí una parte de la verdad, pero para descubrirla necesita la ayuda de los demás. Su método consistía en dos pasos: primero la ironía, segundo la mayéutica. Sócrates comienza haciendo preguntas a otra persona para que logre reconocer su propia ignorancia. Abrumado por las dudas generadas por las preguntas de Sócrates, quien creía saber sobre un asunto acaba reconociendo: no sabe nada. A partir de este momento, Sócrates recurre a una estrategia inductiva, la mayéutica, intentando que el interlocutor descubra la verdad que ya tiene en su interior sin siquiera él mismo saberlo.
- Intelectualismo moral: Este método no solo era de conocimiento, sino que también era ético, puesto que Sócrates aseguraba que el conocimiento y la ética, el saber y la virtud, están íntimamente conectados. Para Sócrates, la Verdad y el Bien son una y la misma cosa. Esta doctrina es conocida como el intelectualismo moral. En este contexto, la felicidad surge cuando conocemos y realizamos la virtud o la justicia.