El Origen de la Filosofía y la Transición del Pensamiento Mítico al Racional
La filosofía surge en el siglo VII a. C. en Grecia. Las causas principales por las que se cambia del pensamiento mítico-mágico al racional se deben a que los navegadores griegos se dieron cuenta de que, en otras regiones de ultramar, mitos distintos a los suyos explicaban las mismas ideas. A partir de entonces, se implantó en Grecia un sistema democrático basado en el pensamiento racional.
Diferencias entre el Pensamiento Mítico-Mágico y el Racional
El pensamiento mítico-mágico responde a las cuestiones de carácter último y universal mediante narraciones e historias, buscando la causa de los fenómenos en la divinidad. Sin embargo, el pensamiento racional responde a estas cuestiones mediante una explicación argumentada, ya que posee un cierto grado de desarrollo para explicar que las causas de los fenómenos provienen de la propia naturaleza.
El pensamiento mítico-mágico se caracteriza por utilizar la arbitrariedad, y el pensamiento racional por usar la necesidad. En el pensamiento mítico-mágico, la verdad se impone por la autoridad, a diferencia del pensamiento racional, donde la verdad no se impone por jerarquía autoritaria. El pensamiento mítico-mágico no evoluciona, ya que es fijo y no varía. Pero el pensamiento racional progresa en busca de la verdad.
La Razón Filosófica: Requisitos Esenciales
De entre las diversas caracterizaciones de la filosofía, podemos destacar que la razón filosófica ha de ser:
- Compartida: La filosofía ha de poner a disposición de todos los ciudadanos los elementos básicos de una cultura más integrada. Estos elementos no deben ser exclusivos solo de una élite intelectual, política o social, sino que deben estar a disposición de todo ciudadano, en la medida en que este puede ser partícipe de un diálogo común sobre las cuestiones que afectan a los valores sobre los que se asienta la convivencia democrática.
- Explícita (clara, exacta): La filosofía ha de tener este afán de claridad y de rigor, característica de otros campos del saber, con su propia terminología y método.
- Reflexiva: Considera detenidamente las cuestiones comúnmente aceptadas con el fin de profundizar en su significado y sus consecuencias.
- Pública: Por el mismo motivo que es compartida.
- Universal: Porque el contenido y los temas que trata afectan a todos los seres humanos.
- Crítica: Usa el conocimiento y la inteligencia para llegar a la posición más razonable y justificada sobre un tema, superando los prejuicios y las opiniones poco justificadas.
Rasgos de la Ciencia Moderna en Comparación con la Antigua
Los rasgos que presenta la ciencia moderna en comparación con la antigua son los siguientes:
- La importancia del método como conjunto de reglas (de aplicación universal) aceptadas por toda la comunidad investigadora y que garantizan la homogeneidad de lenguajes, instrumentos y resultados.
- El desarrollo de la dimensión experimental mediante el diseño de pruebas específicas en un entorno controlado o de laboratorio, que permiten la contrastación de las hipótesis teóricas con un alto grado de precisión y fiabilidad.
- La vocación técnica de la ciencia moderna, es decir, su pretensión de conocer la naturaleza para poder controlarla y transformarla.
Rasgos Específicos de la Ciencia Moderna
- La matematización de la naturaleza que se produce en el período que va desde Galileo hasta Newton, pasando por Descartes.
- La creciente influencia social de la ciencia (tecnología) que deja de ser una actividad teórica practicada por una minoría, separada de la sociedad, para convertirse en un factor determinante del progreso y de la transformación de la vida colectiva.
El Empirismo y la Interpretación del Conocimiento Científico
El empirismo es la filosofía que se desarrolló en Inglaterra entre el siglo XVII y el XVIII, promovida por el filósofo David Hume. Esta corriente sostiene que todos los conocimientos proceden de la experiencia sensible, y que la experiencia es el límite del conocimiento científico.
Críticas de David Hume al Conocimiento Científico
David Hume establece dos críticas fundamentales (críticas de los empiristas hacia la ciencia):
1. Crítica a la Inducción
Cuando todos los casos son un conjunto finito, se podrán verificar todos, por muy grande que sea el conjunto.
Cuando todos los casos son un conjunto infinito, no se podrán verificar todos, por lo que se verifican algunos casos y a continuación se generaliza, dando por hecho que la naturaleza es regular y homogénea.
- Todos los casos finitos: [Verificación]
- Algunos casos: [Verificación]
- Generalización Inductiva: [Todos los infinitos]
La generalización es ilegítima, porque la naturaleza no es regular y homogénea; por lo tanto, lo que hemos comprobado en algunos casos no es válido para todos.
2. Crítica a la Conexión Causal
Fenómeno A ------------------------------------------------ Fenómeno B Causa Efecto Conexión causal (necesaria)
Aunque suceda lo anterior, se comete un error al decir «siempre A es causa de B», puesto que la secuencia no implica necesariamente la consecuencia. Debido a la repetición, se ha contraído un hábito (tendencia a tomar el pasado como regla del porvenir), por lo que la conexión causal está en nuestras mentes, y no podemos afirmar la existencia de una relación de causalidad real entre los fenómenos.