Ortega y Gasset: Pilares de su Filosofía, Raciovitalismo y Perspectivismo

José Ortega y Gasset: Vida y Obra

José Ortega y Gasset, nacido en Madrid en 1883, cursó estudios en la Universidad de Marburgo. Allí contactó con el neokantismo, pero no se convirtió en él. Ortega tenía como objetivo europeizar la filosofía en España, lo cual fue el reflejo de su vida. Una vez en España, tuvo que adaptarse a las condiciones de vida. Se dio cuenta de que en España no era necesario escribir libros voluminosos o en revistas prestigiosas, sino que debía acudir a donde estuviera el español: en tertulias, conferencias y periódicos. Entre sus obras más prestigiosas se encuentran Meditaciones del Quijote y España invertebrada. Trató temas muy variados.

También tuvo una labor importante en la universidad. Fue catedrático de Metafísica en la Universidad de Madrid e influyó en grandes filósofos como Xavier Zubiri o Julián Marías.

En 1923 fundó la Revista de Occidente.

Participó en la política a través de la Agrupación al Servicio de la República. Falleció en 1955.

Crítica al Idealismo

Ortega pretende superar tanto el realismo (filosofía de la Antigüedad y la Edad Media) como el idealismo (filosofía de la Edad Moderna). Ambas filosofías le parecen unilaterales. El realismo hace depender el yo de las cosas, mientras que el idealismo hace depender las cosas del yo. Su lema era: «Había que estar a la altura de los tiempos, y los tiempos exigían una filosofía superadora del idealismo». Para Ortega, el yo y las cosas son independientes.

La Vida Humana como Realidad Radical

La vida humana es la realidad radical en el sentido de que cualquier otra realidad depende de ella, y vivir es hacer algo con las cosas. La vida es quehacer. El ser humano es libre y siempre puede hacer muchas cosas. Pero, ¿qué debe hacer? Esto depende de las circunstancias, en función de las cuales debe descubrir su vocación, su destino. Cuando realizamos nuestra vocación, nuestra vida es auténtica. Sin embargo, hay que reconocer que la mayor parte de la humanidad se deja arrastrar por los demás: hace lo que se hace, piensa lo que se piensa, dice lo que se dice, haciendo que su vida sea inauténtica. Pero antes debe conocerse a sí mismo para saber a qué atenerse. Este reconocimiento no se debe a la curiosidad, sino a la necesidad.

El Perspectivismo de Ortega

Ortega ha escrito: «Cada vida es un punto de vista sobre el universo». Esta es la circunstancia determinada que impone una forma particular de ver el mundo. En cada tema, nos podemos encontrar una multitud de opiniones, entre las cuales podemos distinguir dos posturas principales:

  • La primera postura es la del dogmático, quien cree que solo hay una única verdad, que él la posee y que debe imponerla.
  • La segunda postura es la del escéptico, quien cree que solo hay una verdad, pero que nadie la posee.

Existe una tercera postura, menos común, que considera que no hay una única verdad, sino muchas verdades, y que todos tenemos una parte de razón. Ortega afirma que cada persona tiene una forma diferente de ver el mundo y que cada una posee un trozo de realidad. Todos estamos en disposición de una pequeña parte de verdad, y lo lógico es que todos juntáramos nuestras verdades para crear una verdad total. Todos somos insustituibles y necesarios, pero es muy importante la confianza y la fidelidad a la perspectiva que nos ha tocado en suerte, porque lo normal es que no veamos el mundo con nuestros ojos, sino con los de otros.

Creía que la teoría de la relatividad de Einstein confirmaba su teoría del perspectivismo. La física contemporánea corrigió a la física moderna. Mientras que para la física moderna el espacio y el tiempo eran absolutos, contemplando una especie de perspectiva divina, para la nueva física el espacio y el tiempo son relativos. Pero esto no significa, según Ortega, que nuestro conocimiento sea relativo. La realidad está formada por perspectivas que tienen diferentes formas.

La Razón Vital: Un Nuevo Paradigma

La razón moderna es físico-matemática, pero esa razón fracasará cuando estudie al hombre y se dé cuenta de que no es un ser inmutable susceptible de ser encerrado en leyes. Los seres humanos han ido cambiando a lo largo de la historia. Ante esto, surgirán filosofías tachadas de irracionalistas que decían que no había un modo de dar razón del ser humano. Ortega propondrá un nuevo modelo de razón al cual denomina razón vital. Significa que los hechos humanos deben entenderse desde la vida y desde la biografía de la persona que los protagonizó. Este es el tema de nuestro tiempo: la transformación de la razón pura a la razón vital. La filosofía de Ortega es así llamada raciovitalismo.

La Razón Histórica y el Ser Humano

Si en vez de considerar una vida humana, nos centramos en la sucesión de todas las vidas humanas, la razón vital se transforma en una razón histórica. Ortega, en Historia como sistema, sostiene que el hombre no tiene una naturaleza, sino una historia. La naturaleza es aquello que una cosa es, pero el ser humano no es una cosa. Es preciso matizar que no se trata de que en un determinado momento el hombre no sea nada en absoluto y pueda ser cualquier cosa. En un determinado momento, el hombre no puede ser cualquier cosa porque no puede volver a ser lo que ya ha sido. No puede dar marcha atrás porque ve lo que ha ocurrido en las vidas anteriores. La razón histórica es el método de la historia. Para entenderla, debemos contar una historia.

El concepto de generación es muy importante en la razón histórica. La generación es una circunstancia en la cual estamos inscritos. Los hombres que viven en un mismo momento histórico son contemporáneos, pero solo son coetáneos los que pertenecen a la misma generación. Cada generación tiene una manera diferente de ver el mundo, que es distinta a las anteriores y más completa. Las modificaciones de cada generación suelen ser pequeñas, pero en algunas ocasiones ocurren cambios muy grandes que dan inicio a una nueva época.

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