La Verdad en Debate: Sofistas y Sócrates, Fundamentos de la Filosofía Clásica

Los Sofistas: Maestros de la Retórica y la Verdad Relativa

Los sofistas, maestros en el arte de la palabra, sostenían que la verdad absoluta no existe. Para ellos, la verdad es relativa, manifestándose en diversas perspectivas y puntos de vista. Por lo tanto, un discurso lo suficientemente potente, convincente y persuasivo podía hacerse pasar por verdad. Cuanto más ignorante fuera la mayoría de la población, más fácilmente se les podía convencer.

Se ubicaron en Atenas durante los siglos V y IV a.C., en un periodo de apertura democrática. Tuvieron un gran auge, ya que los ciudadanos tomaban lecciones de oratoria para crear discursos y hablar hábilmente, con el fin de influir en las decisiones políticas.

Conexión con la Posmodernidad

Los sofistas se vinculan estrechamente con la posmodernidad, debido a su forma de entender la verdad, similar a la de nuestra época: la verdad no es absoluta y todo depende del punto de vista. Además, describían la verdad como ausente, inestable y frágil. Es importante destacar que los sofistas cobraban por enseñar, a diferencia de Sócrates, quien no lo hacía y tampoco se consideraba sabio (su famosa frase: «Solo sé que no sé nada»).

Protágoras: El Hombre como Medida de Todas las Cosas

Protágoras es conocido por sus tres tesis fundamentales:

  1. Argumentos Dobles: Sobre toda cuestión o tema es posible pronunciar dos discursos o argumentaciones opuestas.
  2. La Homo-Mensura: Las cosas son tal y como le parecen a cada hombre. El hombre es la medida de todas las cosas.
  3. De las Puras Sensaciones: Cada percepción es verdadera y no puede ser corregida comparándola con otra percepción contraria, porque todas son verdaderas en sí mismas.

Gorgias: El Poder Persuasivo de la Palabra

Gorgias escribió el Encomio de Helena, un discurso armónico y persuasivo que, al generar una nueva «verdad», buscaba demostrar la inocencia de Helena.

Para ello, utilizó los siguientes argumentos:

  1. Azar, Decisión de los Dioses o Decreto de la Necesidad: Es imposible prescindir del deseo de un dios, ya que por naturaleza lo más débil es dominado y regido por lo más fuerte.
  2. Violencia y Rapto de Paris: Helena fue forzada contra su voluntad.
  3. Persuasión de la Palabra de Paris: La palabra es un poderoso soberano que, si se utiliza bien, puede llevarnos a cometer acciones que no deseamos. Ejemplos del poder de la palabra:
    • La palabra poética y musical: Nos provoca distintas emociones.
    • La palabra mágica: Genera transformaciones físicas a través de hechizos o magia (una oración que puede curarnos o convencernos de que nos sentimos mejor).
    • La palabra modelada: La opinión es fácilmente manipulable con un buen discurso.
    • La palabra de fisiólogos, abogados y filósofos: Su capacidad para influir y moldear la realidad.
  4. Amor por la Imagen de Paris: El atractivo físico de Paris generó en Helena atracción y deseo. El amor, al ser considerado una fuerza divina, es superior a la voluntad humana, implicando que su enamoramiento era parte de su destino.

Sócrates: La Búsqueda de la Verdad y el Conocimiento

El Problema Socrático: Reconstruyendo al Filósofo

El «problema socrático» se refiere al desafío de hallar al verdadero Sócrates y su auténtica filosofía. Sócrates no escribió ningún texto filosófico, y las fuentes que explican su vida y obra no siempre concuerdan en su caracterización. Las principales fuentes son:

  • Aristófanes: No tenía intención de transmitir el pensamiento de Sócrates, sino que buscaba hacer reír a sus contemporáneos, a menudo caricaturizándolo.
  • Jenofonte: Era conocido por su falta de rigor al poner en circulación anécdotas por los diferentes lugares que recorría.
  • Aristóteles: Nunca conoció a Sócrates directamente, basándose en fuentes secundarias.
  • Platón: Lo conoció personalmente. Sin embargo, no se sabe hasta qué punto el personaje de Sócrates en sus diálogos refleja los pensamientos del Sócrates «real» o los propios de Platón. Si Sócrates hubiera escrito, sería más sencillo discernir la contribución de Platón. La solución más aceptada es considerar como más fidedigno el pensamiento de Sócrates en las obras de juventud de Platón, las llamadas «socráticas».

Características y Pensamiento de Sócrates

Sócrates filosofaba dialogando. Sus características distintivas incluían:

  • La Parresia: La valentía de decir la verdad a una persona, incluso si esta pudiera castigarte.
  • La Firmeza: Se mantenía inquebrantable con sus ideales y principios.
  • La Aceptación de la Muerte: Su disposición a morir por sus convicciones.

Una diferencia clave entre Sócrates y Platón radica en la condición para acceder a la filosofía. Para Platón, era necesario poseer algún conocimiento previo, mientras que Sócrates sostenía que la condición fundamental era reconocer la propia ignorancia («solo sé que no sé nada»). Sócrates se consideraba ignorante porque el estándar de conocimiento que proponía era extremadamente alto y riguroso.

El Método Socrático: Diálogo hacia la Verdad

El método socrático es un diálogo de preguntas y respuestas con el objetivo de alcanzar o aproximarse al conocimiento o a la verdad. Consta de tres pasos:

  1. Refutación (Elencos): Si, mediante las preguntas, una idea u opinión se contradice a sí misma, esa opinión es falsa y, por lo tanto, refutada.
  2. Catarsis: Las ideas contradictorias son expulsadas de nuestra mente, purificando así nuestra alma y liberándola de falsos saberes.
  3. Mayéutica: Una vez limpia nuestra mente de prejuicios y errores, está en mejores condiciones para «dar a luz» la verdad y generar nuevos conocimientos.

Para Sócrates, el conocimiento era algo certero que no dejara dudas y que, además, permitiera encontrar pruebas irrefutables de su validez, de modo que no pudiera ser superado como tal.

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