Conceptos Esenciales de la Mente: Representación, Percepción y Cognición

Representación Mental y sus Tipos

La representación mental es la forma en que nuestra mente crea imágenes, conceptos o símbolos para referirse a cosas del mundo real o imaginario. Es decir, cuando percibes un auto, un número o una emoción, no accedes al objeto directamente, sino a una representación mental de él.

Tipos de Representación Mental

  • Representaciones Sensibles: Provienen de los sentidos (imágenes, sonidos, sensaciones).
  • Representaciones Intelectuales: Provienen del pensamiento abstracto (conceptos, juicios, razonamientos).

Objetos de Representación

  • Objetos de Representación Externa: Son aquellos que se captan a través de los sentidos y se representan en la mente.
  • Objetos de Percepción Interna: Son aquellos cuyo contacto es directo, interno, de «primera persona», como un dolor. No se captan por los sentidos externos. Su existencia depende de un sujeto (ontología de primera persona), y su acceso es inmediato y privilegiado.

Aprehensión

La aprehensión es el acto en el que el sujeto capta una idea o representación de algo sin emitir juicios ni realizar razonamientos sobre ello. Es un conocimiento directo y simple.

Abstracción

La abstracción es la operación mental mediante la cual se separan ciertas características o cualidades de un objeto concreto para formar una representación general o universal de ese objeto. Implica dejar de lado lo individual y particular para enfocarse en lo común y general, quedándose con la «forma» o esencia y separándola de la «materia» particular del objeto.

Background o Trasfondo

El background o trasfondo se refiere al conjunto de circunstancias vitales, conocimientos y experiencias que han contribuido a la formación de una persona. Es lo que subyace a lo visible o aparente. El trasfondo influye en la percepción, ya que permite interpretar y observar la realidad basándose en experiencias previas. También se relaciona con aspectos lingüísticos, categorías conceptuales y emociones.

Sensación

La sensación, en un sentido amplio, se refiere a cualquier experiencia consciente inmediata, un «darse cuenta» o «sentir». Fisiológicamente, implica la excitación de un receptor sensorial, la transmisión nerviosa (ej. nervio óptico) y la llegada al cerebro (ej. corteza cerebral). La experiencia consciente (ej. la imagen de una casa con su forma y color) está ligada a esta actividad neuronal.

Los estímulos que causan estas condiciones corporales (excitantes) pueden ser:

  • Exteriores al organismo: De diversa índole (mecánicos, acústicos, ópticos, etc.).
  • Interiores: Originados en los órganos de los sentidos y nervios internos.

A los diversos sentidos corresponden en el cerebro regiones específicas (esfera visual, esfera auditiva, etc.).

Psicológicamente, la sensación presenta varias propiedades:

  • Cualidad (especie)
  • Intensidad (o fuerza)
  • Propiedades espaciales (figura, magnitud)
  • Propiedades temporales (momento, duración)

En resumen, la sensación es la recepción de los primeros estímulos o información puntual y particular del medio a través de las entradas sensoriales.

Sentidos

  • Gusto
  • Tacto
  • Visión
  • Olfato
  • Audición
  • Propiocepción
  • Sistema Vestibular

Percepción

La percepción es el proceso mediante el cual el sujeto, tras recibir información del exterior a través de los sentidos, la integra e interpreta basándose en información y experiencias previas almacenadas en el cerebro.

La información interna estructura la percepción de la realidad de dos formas principales:

  1. Principios de organización perceptual: Existen formas innatas de ordenar los estímulos (ej. siempre vemos una figura sobre un fondo, tendemos a agrupar estímulos similares o próximos).
  2. Factores individuales: Los intereses, la educación y el lenguaje del individuo dirigen la atención sobre ciertos estímulos y los organizan de una determinada manera.

En esencia, la percepción es el acto de reconocer un objeto como tal objeto.

Idea, Concepto y Universal

Estos términos se refieren a la representación mental general o abstracta de una clase de objetos o fenómenos. Es un concepto universal (a veces llamado universale directum) que se obtiene mediante la abstracción, permitiendo extraer lo común y esencial de objetos particulares.

Cuando pensamos, lo hacemos mediante conceptos generales basados en casos particulares. Al «conocer» algo, nuestra mente conserva una imagen abstracta de ello a través de la aprehensión, formando así un concepto universal.

Una característica fundamental de los conceptos universales es que se derivan de la observación de casos singulares, permitiendo agruparlos y referirse a ellos de forma general.

Verdad

La verdad auténtica se considera universalmente válida, es decir, aplicable a todo sujeto cognoscente. Lo que es verdadero para uno no puede ser falso para otro; en este sentido, la verdad se presenta como absoluta, sin verdades relativas.

Certeza

La certeza denota un conocimiento firme y seguro, tanto en su aspecto psicológico (la convicción del sujeto) como en su validez lógica (fundada en la evidencia). Puede definirse como un firme asentimiento basado en la evidencia del objeto conocido. Se relaciona directamente con el estado mental de convicción del sujeto. La certeza, como estado o cualidad del conocimiento, puede considerarse un concepto universal.

Conciencia

La conciencia es fundamentalmente «captación». Sin conciencia, no hay conocimiento. La mente, como concepto amplio, puede dividirse en conciencia e inconsciencia. La capacidad de captación es esencial para el conocimiento y la aprehensión de conceptos universales. La conciencia nos permite procesar nuestro entorno a través de experiencias y percepciones personales, dando forma a nuestras ideas mentales abstractas.

Intuición

La intuición es la capacidad de comprender algo de forma instantánea o inmediata, sin necesidad de un razonamiento consciente o la intervención de conocimientos externos explícitos. Es un conocimiento directo que surge al exponerse a algo.

Razonamiento

El razonamiento es una facultad cognoscitiva fundamental. Implica la capacidad de procesar y ordenar información mediante operaciones como abstraer, comparar y descomponer. Es un proceso que a menudo se contrasta con la simple sensibilidad o percepción directa.

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