Vida muerte y trascendencia según Descartes

La critica del cristianismo:


en lo que respecta al cristianismo, N realizara una critica del mismo en su conocida obra El Anticristo. El cristianismo es la religión de la contranaturaleza, un sistema de creencias antinatural y contrario a la vida.
La base filosófica del cristianismo es el platonismo: el “mundo de las ideas” es la base del “+ allá” cristiano de la misma forma que el “mundo sensible” constituye el fundamento del “mundo terrenal” de “este valle de lagrimas”, mundo efímero y del pecado. X eso N califica al cristianismo como “platonismo para el pueblo”. El cristianismo como religión y como moral solo fomenta unos valores mezquinos como son la obediencia, el sacrificio, la humildad, la resignación, la absitencia sexual. Es decadente, contrario a la vida, debilita fisiológicamente, es una religión de esclavos, nos induce a ser débiles ante ese Dios omnipotente. La castidad, la pobreza de espíritu, la santidad, han causado un gran daño a la vida en tanto que única realidad que hay que disfrutar hasta sus ultimas consecuencias. Es la religión de la compasión, pero la compasión es un instinto depresivo que obstaculiza la elevación del valor de la vida. Es la religión del resentimiento contra la vida. N ve en la democracia y en el socialismo una prolongación secularizada del cristianismo: son armas de los débiles para someter a los fuertes.

La muerte de Dios:

este tema ees desarrollado x N en su obra Así habló Zaratrusta. La expresión “muerte de Dios” no debe entenderse en sentido literal, supone + bien, la muerte de los valores absolutos e implica la liberación de la idea de un + allá trascendente, significa la supresión de la trascendecia de los valores, el descubrimiento de que estos son creaciones humanas. Con esta expresión N quiere reflejar que el mundo suprasensible, el mundo del + allá, de las ideas, ha perdido la función orientadora que ejercía sobre nuestras vidas. N apunta la muerte de Dios como el acontecimiento + importante de la época contemporánea. El se siente testigo de este hecho decisivo. Desde el Renacimiento, pasando x el Racionalismo hasta llegar al idealismo y al Romanticismo, observa como el pensamiento occidental va reduciendo paulatinamente la realidad de Dios. En realidad, no hace otra cosa que contatar el creciente abandono de una visión religiosa cristiana del mundo en la cultura europea desde el Renacimiento, lo que se denomina la secularización de la cultura. Este abandono se manifestó en la sustitución progresiva de la idea suprema de Dios, como sentido del mundo, respaldo de la autoridad establecida, garante del orden moral etc, x otras ideas como la razón el progreso etc. Pero es preciso recordar que la muerte de Dios supone la negación de todos los valores absolutos, valores que la Ilustración dejo intactos, aunque secularizados. La desaparición de Dios no ha provocado + que débiles temblores y su vacío ha sido rápidamente rellenado x un nuevo Dios dispensador de sentidos: la Razón. Para N, esta gran novedad en el pensamiento occidental, que se venia gestando desde el antropocentrismo renacentista pasando x el deísmo ilustrado, hasta llegar al positivismo ateo, podía haber provocado de nuevo la exaltación de lo vital, y si embargo origino una conciencia de crisis según la cual la vida carece de sentido alguno. Así, hundido el edificio sobre el que reposaban las expectativas humanas, lo que surge es el Nihilismo. En definitiva, el análisis de la trayectoria del pensamiento y la cultura occidentales le llevara a N a constatar la muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre occidental, pero el hombre ha ido matando a Dios sin darse cuenta, expulsándolo poco a poco de su pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios el hombre queda desorientado su vida pierde sentido. El ateísmo conduce al Nihilismo.

La voluntad del poder:

N cree que en todas las cosas encontramos un afán x la existencia, desde el mundo inorgánico hasta el mundo humano, pasando x todos los distintos niveles de seres vivos. Todas las cosas son expresión de un fondo primordial que lucha x existir y x existir siendo +. La voluntad de poder se identifica con cualquier fuerza que tiende a su autoafirmación: no se trata de voluntad de existir, sino de ser +. Es el fondo primordial de la existencia y de la vida. La vida, nuestra vida, es un caso particular, una pequeña parte de este vigoroso ímpetu que representa la voluntad de poder como fuerza expansiva. Contra la imagen de una voluntad tradicional, cuyo deseo es atribuirse los valores establecidos, moverse dentro de ellos y limitarse a ellos, N reitera que el impulso de la voluntad de poder es crear nuevos valores. No aspira ni persigue poder, únicamente trata  x su deseo irrefrenable, x su instinto ciego e irracional, de forjar los valores de un nuevo señor, el aristócrata de la moral, el superhombre. La voluntad de poder es una fuerza, siempre afirmativa, siempre aspirante a un mayor desarrollo y perfeccionamiento, que supera todo Nihilismo y toda visión limitante de lo humano. N distingue 2 tipos de fuerza en el hombre, que son las que dominan  y dirigen todas sus acciones: x una parte una fuerza activa, que genera e impulsa una vida ascendente en crecimiento y con anhelo de autoafirmación  y x otra una fuerza reactiva identificada con una manera de vivir decadente y agotada cuyo sueño es la desaparición del aquí y ahora y el ansia del mas allá, preñado de ilusiones y promesas falsas.

El eterno retorno:

es la concepción del tiempo carácterística de la filosofía de N. Consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Significa la expresión de la máxima reivindicación de la vida. Habitualmente esta posibilidad se nos muestra terrible ya que según N vivimos la vida sin la intensidad necesaria y sin la pretensión y anhelo de convertir cada instante de la vida en algo maravilloso en si mismo hasta el punto de justificar la existencia. N afirma que el superhombre es quien considera el eterno retorno como algo positivo ya que ha sido capaz de crear una vida tan intensa que la posibilidad que esta puede ser repetida veces le parece maravillosa. Ante la elección de repetir la misma vida o de tener otra vida diferente, el superhombre no puede sino desear volver a vivir la vida que el considera perfecta e inmejorable. Se trata de vivir de modo que queramos volver a vivir.

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