Valores de la cultura occidental

5. EL SER HUMANO


Usa el método genealógico, aborda una investigación de los conceptos morales desde el punto de vista etimológico – histórico. En todas las culturas el significado del término bueno va asociado a valores que tienen que ver con la nobleza, orgullo o la fuerza y el término malo tiene que ver con valores que determinan lo plebeyo, la humildad o la obedicencia.

Según Niezsche la transformación de los valores fue iniciada por los judíos y continuada después por el cristianismo. Hubo una rebelión de los esclavos y tienen como base fundamental el resentimiento.

La necesidad de producir una nueva transvaloración de los valores. Siguiendo su idea central de afirmación de la vida.
Nietzsche considera necesario establecer unos nuevos valores que tengan su origen en una exaltación de la vida y no en un resentimiento contra ésta. La humanidad ha valorado como bueno todo aquello que se opone a la vida: de ahí la necesidad de realizar una transvaloración de los valores. Esta transvaloración es el superhombre, el único que tiene la fuerza creadora suficiente para forjar nuevos valores, y ello porque tienen la voluntad de poder. La voluntad de poder es creadora de valores, nos dice Nietzsche, y solo el superhombre, como portador de esa voluntad puede crearlos. Este superhombre puede ser un producto del eterno retorno. Es el producto de tres transformaciones del espíritu: El camello; peso del pasado, el león; afirmación del propio individuo y la rebelión contra el pasado y la moral cristiana, y el niño tiene la fuerza suficiente para crear nuevos valores porque el niño es inocente, se sitúa más allá de la moral tradicional y tiene la suficiente voluntad de poder.

6. SOCIEDAD


La situación de los valores ha hecho que la cultura occidental se encuentre sumida en una época de nihilismo.
Nietzsche define el nihilismo en términos de voluntad de poder, de tal manera que cuando esta disminuye en una civilización da lugar a la aparición de planteamientos nihilistas. Según Nietzsche, esta es la situación en la que estaría a punto de caer la civilización occidental.

Nietzsche le llamará nihilismo pasivo y reaccionará contra él de la mano de lo que llamó nihilismo activo. Dentro del nihilismo activo es posible distinguir dos aspectos: un aspecto destructor y un aspecto creador. Como potencia destructora, el nihilismo procede de una potencia del espíritu que pugna por destruir unos valores que para él no tienen ninguna vigencia el espíritu no espera a que los valores caigan por sí solos, sino que los destruye él mismo a través de la voluntad de poder. Por otro lado ofrece un aspecto creador porque sólo desde la destrucción de los valores caducos puede la voluntad de poder crear valores nuevos.


7. CONOCIMIENTO

Según Nietzsche hemos de aceptar el testimonio de los sentidos. Hay que captar las apariencias como lo auténticamente real y olvidar las cosas en sí. Las cosas en sí, como el resto de los conceptos metafísicos, no son más que engaños del lenguaje que provienen de haber subestimado a los sentidos y, consecuentemente, haber sobrevalorado la Razón. Por eso, Nietzsche nos va a decir que el gran error de la metafísica desde Platón hasta Kant, ha sido haber admitido la existencia de un mundo verdadero frente a un mundo aparente, cuando en realidad sólo el mundo aparente es real.

Nietzsche remite todo su pensamiento a la idea de la voluntad de poder. Según él, el deseo de conocimiento no es más que un producto de la voluntad de poder. El ser sería una manifestación de la voluntad de poder. Y lo mismo ocurre con la ciencia. La ciencia no es más que el intento de imponer leyes a una Naturaleza en constante devenir con el propósito de controlarla y dominarla.

La consideración que Nietzsche hace del conocimiento no puede ser otra que éste es un proceso interpretativo de la realidad, el conocimiento no puede ser ajeno a la vida, debe incluirse dentro de ella, por eso el proceso de interpretación que constituye el conocimiento tiene que estar basado en las necesidades vitales. Por eso el objetivo último del conocimiento es intentar controlar y fijar el devenir. Si el conocimietno es un proceso de interpretación del devenir hay que hablar de una verdad absoluta que es una invención de la razón, que no puede soportar el movimiento continuo del devenir y busca el refugio del ser. Nietzsche dice que existen algunas aficciones que resultan más necesarias que otras para vivir, son consideradas como verdades absolutas, aquellas que se consideran inútiles, son acordadas como errores o falsedades. Las ficciones que son consideradas como verdades pasan a formar parte del lenguaje: ahí la radica su problematicidad, puestos que estas verdades tradicionalmente se han extrapolado del lenguaje y se han considerado como una representación exacta de la realidad.

8

DIOS

Según la metáfora del nihilismo, el destino de la civilización occidental es quedarse sin valores. Nietzsche dice que en la cultura occidental ha perdido su norte, representado en Dios y los valores que esta figura encarna. La cultura occidental está sumida en un proceso de autodestrucción. Ahora bien, todas las manifestaciones culturales occidentales provienen de una fuente común que es la que se presenta como portadora del nihilismo y enemiga de la vida: el cristianismo. Por eso el cristianismo es el enemigo contra el que Nietzsche lanza su ataque cuando desarrolla su crítica de la cultura.

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