Heraclito y Sócrates

Problemática presocrática


Tanto la escuela jónica a partir de Tales (siglo VI a.C.) como la escuela de Pitágoras (572/500) en Italia constituyes los antecedentes más antiguos en cuanto al nacimiento de la filosofía en Occidente.

Con Tales surge el problema fundamental de explicar la totalidad del proceso de la Naturaleza (physis) a partir de una única sustancia material. Ese principio (arjé) de los entes no es algo separado del mundo natural, sino que se identifica con él.

El concepto naturaleza (physis) para la filosofía griega, es algo muy importante, significa etimológicamente “lo que sale o brota desde sí mismo”, y puede darse en todas partes.

Los griegos han experimentado la physis como el principio originario por el que hay entes filosóficos, corpóreos, pero que al mismo tiempo permanece oculto por detrás de la aparición de las cosas. De esta manera, sería como una fuerza o energía que hace existir a los seres.

Heráclito y Parménides (problemática-importancia)


Heráclito de Éfeso:


con este pensador surge la idea de un mundo que sigue por toda la eternidad al ritmo de nacer y de perecer.

El movimiento de los seres para Heráclito es el devenir constante de lo que constituye el elemento originario del cosmos, “poniendo en el fuego que se enciende y que se apaga”, la razón (logos) ultima de la aparición y fin de todas las cosas.

Parménides:


el ser es lo único inalterable, inmóvil e indiferenciado, lo único eterno y subsistente. Frente a él está el mundo de las apariencias sensibles, en el cual Ser y no-Ser están mezclados y en perpetuo movimiento.

La verdadera realidad es la del Ser, que está en una dimensión metafísica, trascendiendo el mundo físico.

A partir de Parménides se realiza el hallazgo de aquello que va a constituir el objeto mismo del pensar metafísico: “el ser en tanto que ser”.

El no-Ser es un camino intransitable, tiene un carácter de perdida de inteligibilidad o de oscuridad frente a la luz que irradia del Ser. Y el Ser significa aquello que hace presente, evidente, a cada uno de los entes o cosas reales, sin que por ellos, el Ser se identifique en particular con alguno de ellos. Hace referencia a un principio metafísico por el cual se explica que haya cosas, es decir, diferente clases de seres.

SÓCRATES:


Sócrates nacíó en el año 469 o 470 a.C. En Atenas, en el barrio de Alópeke, hijo de Sofronisco (escultor) y Fenarete (partera). Pertenecíó a una clase media de los hombres libres, con un modesto patrimonio heredado de sus padres (una propiedad y un capital que le permitía subsistir)

Aristófanes, Platón, Jenofonte y Aristóteles, lo consideraron como el hombre más justo de su época.

Sócrates estuvo casado con Jantipa y tenía 3 hijos, el mayor, Lamprocles era ya un joven cuando éste murió, y el menor un niño pequeño.

Los que lo conocieron destacan la templanza y el autocontrol como las carácterísticas más notables, y que “jamás se lo vio ebrio” (ya que vivía en un pueblo que era muy bebedor de vino, esto no indica que no bebiese sino que tenía mucho aguante o lo hacía con moderación)

Un amigo de Sócrates, Querefón, hizo un viaje a Delfos, donde oyó el oráculo de la Pitia, que afirmaba que nadie era más sabio que Sócrates. La afirmación de que “nada se” es reiterada en Sócrates. Es una suerte de ignorancia fingida, su famosa “ironía”, que se justifica en su concepción de que el saber no es algo de una especie tal que “de lo que esta mas lleno pueda influir a lo que esta mas vacío”.

En la Apología sostiene que hay saberes que son humanos y otros que no lo son, sobre estos últimos no sabe nada: “ese calificativo que me ha quedado aplicado (se refiere al de sabio) no tiene otro fundamento, atenienses, que una sabiduría de carácter humano”

Luego recuerda la respuesta del Oráculo de Delfos a su amigo Querefón y explica que en su interés por descifrar el enigma se comparo “con uno de los que pasan por sabios”, el cree que sabe algo pese a no saberlo, mientras que yo, así como no sé nada, tampoco creo saberlo.

Sócrates sabe que no sabe nada sobre la muerte, pero en cambio si sabe sobre otras cosas, como la injusticia, etc. El no saber se refiere a la muerte, y el saber a la vida. Este saber en Sócrates procede de su experiencia interior, en la que juega un papel muy importante su “daimon”, que es un Dios personal o demonio, la voz interior que siempre que se deja oír, trata de apartarlo de aquello que quiere hacer (indica lo que no tiene que hacer). Sócrates nunca se atribuyó la paternidad de ninguna doctrina, sino mas bien el ayudar a que otros la descubran, lo que ha sido denominado “mayéÚtica” (del griego maieutikos, concerniente a los partos de donde viene el oficio de partera: maieutiké téchne) ya que es hijo de Fenarete, una hábil partera y él decía que era como ella, con la diferencia de que no atiende a los cuerpos sino a las almas en el momento de su alumbramiento.

Para Sócrates la filosofía busca la verdad, pero no se trata sobre la verdad de la naturaleza como mero conocimiento, sino aquella que nos hace ser mejores personas. Se relaciona con la verdad que permite el cuidado del alma y el conocimiento de sí mismo. Este cuidado del alma Sócrates lo tomó como un “servicio a Dios”, esto transforma a la filosofía como una forma de vida que excluye la hipocresía.

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