Fundamentos e Historia del Pensamiento Filosófico: De los Mitos a la Razón y sus Épocas

El Amanecer de la Filosofía: Del Mito al Logos

La filosofía, como forma de pensamiento racional, nace en el siglo VI a.C. en Grecia. Anterior a esta eclosión intelectual, predominaba la mentalidad mítica, un sistema de comprensión del mundo basado en relatos, leyendas y narraciones simbólicas para explicar los fenómenos naturales, el origen del cosmos y el destino humano. Todas las culturas, en sus diversas etapas, han desarrollado y transmitido mitos.

Los Mitos: Narraciones Fundacionales

El término mito proviene del griego mythos (discurso, narración). Hace referencia a un conjunto de narraciones tradicionales que, en el contexto griego, quedaron registradas en obras fundamentales como la Odisea y la Ilíada de Homero. Las características principales de los mitos son:

  • Se basan en temas universales y fundamentales para la existencia humana: la vida, la muerte, el amor, el odio, los fenómenos naturales como la lluvia, y eventos sociales como la guerra.
  • Los acontecimientos del mundo se explican como resultado de la voluntad de los dioses, quienes a menudo actúan de forma caprichosa e impredecible.
  • Los objetos y seres pueden adquirir características y poderes diferentes a los normales, trascendiendo las leyes naturales conocidas.

El Logos: El Advenimiento de la Razón

En contraposición al mito, surge el logos, un término griego que significa razón, palabra o discurso argumentado. El logos representa el conocimiento que se adquiere a través de la razón y la observación sistemática, y no a partir de creencias, tradiciones o narraciones míticas. Esta transición del mythos al logos implica un cambio fundamental en la forma de entender el mundo, pasando de explicaciones basadas en la arbitrariedad, el caos, la apariencia, la angustia y la imaginación (propias del mito), a una comprensión fundamentada en la necesidad, la búsqueda de un cosmos ordenado, la esencia de las cosas, la confianza en la capacidad humana y el análisis racional (características del logos).

Contexto del Surgimiento de la Filosofía

Origen Histórico

La filosofía nace en las colonias griegas de Jonia (Asia Menor) en el siglo VI a.C. El primer pensador reconocido en la tradición filosófica griega fue Tales de Mileto. Es también relevante mencionar a Confucio (551-479 a.C.) como una figura fundamental en el desarrollo temprano del pensamiento filosófico en Oriente, cuyas enseñanzas surgieron de forma contemporánea a los presocráticos. Las causas que propiciaron la aparición de la filosofía en Grecia son diversas:

  1. El paso del pensamiento mítico al racional: Muchos términos existentes en los mitos (como justicia, ley, naturaleza, dios, etc.) son reutilizados y reinterpretados por los primeros pensadores bajo una nueva luz racional.
  2. Factores socio-culturales, económicos y políticos: El desarrollo de las polis (ciudades-estado), la expansión comercial, el contacto con otras culturas, la ausencia de una casta sacerdotal dogmática y una mayor libertad de pensamiento favorecieron la aparición del pensamiento racional y crítico.

Origen Psicológico

El origen psicológico de la filosofía se encuentra en nuestra capacidad innata de asombrarnos frente a lo desconocido, aquello que nos desorienta y nos impulsa a buscar respuestas. Tanto Platón como Aristóteles destacaron la importancia del asombro (thaumazein) como motor inicial del filosofar. Este entusiasmo o curiosidad radical supone un despertar de la conciencia, un intento de conocer lo que es uno mismo y el mundo que nos rodea. Cada uno de nosotros, al enfrentarse a las grandes preguntas de la existencia, puede adoptar una perspectiva filosófica, haciendo uso de nuestras aptitudes intelectuales para indagar, cuestionar y reflexionar.

El Saber Filosófico y su Distinción de Otros Saberes

El saber filosófico es un saber de segundo grado, lo que significa que presupone un determinado nivel de desarrollo de la vida política, socioeconómica y cultural. Además, se apoya y reflexiona sobre otros saberes previos, considerados de «primer grado», como son los saberes técnicos, matemáticos, artísticos, políticos, etc.

Tipos de Saberes

  1. Saber vulgar o sentido común: Nos enseña cómo se presentan las cosas en la experiencia cotidiana; por ejemplo, que el fuego quema o que el agua moja. Es un saber práctico, espontáneo y generalmente no crítico.
  2. Saber científico: Busca explicar las causas inmediatas de los fenómenos que caen bajo nuestro radio de observación y experimentación. Es un conocimiento más profundo, metódico y sistemático. Por ejemplo, en el caso del agua, la ciencia diría que es un compuesto formado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O).
  3. Saber filosófico: Aspira a conocer las últimas causas de la realidad, los fundamentos últimos de todo lo existente. Va más allá de lo empírico y lo particular, buscando una comprensión totalizadora. Un ejemplo, continuando con el agua y el fuego, sería la reflexión filosófica sobre conceptos como sustancia y accidente aplicados a ellos.

Características del Saber Filosófico

  • Saber reflexivo: Se basa en la capacidad de la razón para examinarse a sí misma y sus propios productos, buscando la verdad a través del pensamiento crítico.
  • Saber abierto: No existe una verdad filosófica única y definitiva; está en constante revisión y diálogo. Las preguntas suelen ser más importantes que las respuestas cerradas.
  • Saber racional: Busca respuestas lógicas y argumentadas, fundamentadas en la razón y no en la autoridad o la tradición.
  • Saber global, integrador o universal: Pretende explicar la totalidad de la experiencia humana y la realidad en su conjunto, buscando principios generales.
  • Saber radical: Intenta llegar a la raíz de los problemas, a los fundamentos últimos del conocimiento y del ser.
  • Saber práctico (praxis): Busca orientar la acción humana, tanto individual como colectiva, reflexionando sobre la ética, la política y el sentido de la vida.
  • Saber sistemático: Tiende a organizar sus reflexiones y conclusiones de manera coherente y ordenada, buscando la interconexión de las ideas.
  • Saber crítico: Analiza y cuestiona los supuestos, prejuicios y mentalidades de una época, incluyendo los propios fundamentos del conocimiento y la cultura.

Función y Necesidad de la Filosofía

Función de la Filosofía

La filosofía cumple múltiples funciones esenciales en la vida individual y social:

  • Es una escuela de libertad, fomentando el pensamiento autónomo y crítico.
  • Proporciona explicaciones y marcos de referencia filosóficos y morales mínimos para la comprensión del mundo y la acción.
  • Actúa como una escuela de solidaridad humana, al abordar problemas comunes a toda la humanidad.
  • Trata problemas universales que trascienden las particularidades culturales o temporales.
  • Enseña a las personas a pensar por sí mismas, a cuestionar y a argumentar.
  • Contribuye a la paz, promoviendo el diálogo, la comprensión y la tolerancia.
  • Ayuda a la formación integral de los ciudadanos, desarrollando su capacidad de juicio y participación cívica.

Necesidad de la Filosofía

Las necesidades humanas pueden clasificarse en:

  • Necesidades primarias: Aquellas que nuestro organismo demanda para poder sobrevivir (p. ej., comer, beber, dormir).
  • Necesidades secundarias: Aquellas que nos crea la sociedad en la que vivimos (p. ej., la moda, la tecnología móvil, el entretenimiento específico).

La filosofía, más allá de estas categorías, responde a una necesidad fundamental del ser humano: la de analizar el sentido de nuestra existencia y del mundo en que vivimos. Es una búsqueda de significado y comprensión que surge de nuestra propia naturaleza racional y reflexiva.

Dimensiones Aplicadas de la Filosofía

Filosofía y Ciudadanía

La relación entre filosofía y ciudadanía ha sido una constante a lo largo de la historia:

  • Los primeros grandes pensadores filosóficos, como Platón y Aristóteles, y más tarde figuras como Tomás de Aquino, intentaron educar al ciudadano, vinculando estrechamente la política y la ética.
  • En la Edad Media, aunque la teología tuvo un papel central, la reflexión filosófica continuó abordando cuestiones sobre la justicia y el buen gobierno, si bien a menudo se observó una tensión o separación entre el poder político y los dictados éticos universales.
  • En el Renacimiento, Maquiavelo, en su obra El Príncipe, planteó una visión de la política donde la eficacia y la conservación del poder podían considerarse superiores a las consideraciones éticas tradicionales.
  • En la Edad Moderna, Immanuel Kant argumentó vigorosamente que la política y la ética deben estar intrínsecamente relacionadas, subordinando la primera a los principios morales universales.
  • En la Edad Contemporánea, se sigue considerando que la ética es fundamental para una buena política. Autores como Norberto Bobbio han explorado la profunda relación entre la ética, los derechos humanos y la democracia.

Filosofía e Interculturalidad

En la actualidad, el fenómeno de la globalización plantea nuevos desafíos y oportunidades para la filosofía. La globalización, a menudo impulsada por los intereses de los países más ricos, requiere la elaboración de una filosofía intercultural que reconozca la diversidad de perspectivas y valores. Esta filosofía debe contribuir a un diálogo entre culturas que promueva un mundo más justo, equitativo y solidario, abordando problemas globales desde una perspectiva inclusiva.

Ramas y Evolución Histórica de la Filosofía

Disciplinas Filosóficas

La filosofía abarca diversas áreas de estudio o disciplinas. Las principales son:

  • Metafísica (u Ontología): Estudia la realidad en su conjunto, el ser en cuanto ser, las propiedades fundamentales de todo lo que es o existe (p. ej., la existencia, el tiempo, la causalidad).
  • Lógica: Se ocupa de la estructura, las formas y las leyes del razonamiento correcto y válido.
  • Epistemología (o Gnoseología/Teoría del Conocimiento): Reflexiona sobre el origen, la naturaleza, las posibilidades y los límites del conocimiento humano.
  • Antropología Filosófica: Analiza al ser humano desde una perspectiva integral, preguntándose por su esencia, su lugar en el cosmos, el sentido de su existencia, la cultura, etc.
  • Ética (o Filosofía Moral): Estudia la conducta moral, los principios, valores, normas y deberes que rigen las acciones humanas, así como la naturaleza del bien y la felicidad.
  • Estética (o Filosofía del Arte): Analiza la belleza, la experiencia estética, la naturaleza del arte y sus funciones.
  • Filosofía Política: Se ocupa de los aspectos fundamentales de la vida en comunidad, la organización de la sociedad, el poder, la justicia, las formas de gobierno y los derechos.

La historia de la filosofía es un reflejo de la historia de la vida humana y del modo de pensar del individuo a lo largo del tiempo. Diversos autores, en diversas épocas, nos acercan con sus pensamientos a una realidad que, aunque pasada, nos ayuda a comprender nuestro presente.

Recorrido Histórico de la Filosofía

Época Antigua (siglos VI a.C. – V d.C.)

Los filósofos más importantes de este periodo incluyen a Sócrates, Platón y Aristóteles.

  • Periodo Cosmológico (Presocráticos): Preocupación por el origen (arché) y la naturaleza (physis) del cosmos. Autores como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes o Pitágoras dedican sus esfuerzos a explicar los problemas relativos al universo.
  • Periodo Antropológico (Sofistas y Sócrates): Giro hacia la preocupación por el ser humano, la vida en la polis, la ética y la política. La reflexión filosófica sobre el ser humano se inicia de forma sistemática con Sócrates y los sofistas.
  • Periodo de los Grandes Sistemas (Platón y Aristóteles): Se construyen los dos sistemas filosóficos más influyentes de la Antigüedad.
    • Idealista: Platón atribuye un valor real y superior a las Ideas o Formas inteligibles, considerando el mundo sensible como una copia imperfecta.
    • Realista: Aristóteles se basa en el valor de la experiencia sensible y la observación, desarrollando un sistema que abarca lógica, metafísica, ética, política y ciencias naturales.
  • Periodo Helenístico (siglos IV a.C. – I a.C.): Interés predominante en la ética y la búsqueda de la felicidad individual (ataraxia o imperturbabilidad). En esta etapa se sitúan corrientes como el epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y el cinismo. La filosofía se convierte en un modo de vida.
  • Periodo Religioso o Neoplatónico (siglos I – V d.C.): Fuerte sentimiento religioso y búsqueda de la trascendencia. Destaca Plotino y su desarrollo del neoplatonismo, que influirá notablemente en el pensamiento cristiano posterior.

Época Medieval (siglos V – XV)

Marcada por la gran importancia del cristianismo, el judaísmo y el islam en la configuración del pensamiento. La filosofía se desarrolla en diálogo (y a veces en tensión) con la teología. Se distinguen dos grandes corrientes de pensamiento en el ámbito cristiano occidental:

  • Patrística (siglos I – V/VIII): Esfuerzo de los Padres de la Iglesia por elaborar una exposición doctrinal del cristianismo utilizando categorías de la filosofía griega, especialmente el platonismo. Destaca San Agustín de Hipona.
  • Escolástica (siglos XI – XIV): Florece en las escuelas catedralicias y universidades. Se caracteriza por un método riguroso (disputatio) y la búsqueda de una síntesis entre fe y razón. Tiene tres periodos principales:
    1. Primera escolástica (siglo XI-XII): Se busca un acuerdo fundamental entre fe y razón. Destaca San Anselmo de Canterbury.
    2. Alta escolástica (siglo XIII): Se logra una síntesis madura, aunque con matices, entre fe y razón, principalmente a través de la recepción de Aristóteles. Destaca Santo Tomás de Aquino.
    3. Crisis de la escolástica (siglo XIV): Se produce una creciente separación y crítica de la armonía entre fe y razón. Destaca Guillermo de Ockham.

Época Moderna (siglos XV/XVI – XVIII)

El conocimiento humano, la razón y el sujeto se convierten en los grandes protagonistas. Surgen cuatro grandes sistemas o corrientes filosóficas:

  1. Racionalismo: Sostiene que la razón es la principal fuente y prueba del conocimiento. Intenta solucionar los problemas del conocimiento humano inspirándose en la certeza y el método de las matemáticas, partiendo de principios evidentes (axiomas) de los cuales se deducen verdades universales y necesarias. Destaca René Descartes, junto con Spinoza y Leibniz.
  2. Empirismo: Afirma que la filosofía debe centrarse en el conocimiento adquirido a través de la experiencia sensorial. Todo conocimiento proviene, en última instancia, del conjunto de sensaciones que el sujeto recibe a través de la percepción. Destacan John Locke (con su teoría contractualista, donde los hombres crean un contrato social cediendo parte de su libertad para ser gobernados), George Berkeley y David Hume. Thomas Hobbes, aunque con matices, también se inscribe en esta línea, justificando la existencia de un Estado absoluto.
  3. Criticismo de Kant: Immanuel Kant intenta superar la dicotomía entre racionalismo y empirismo. Su filosofía crítica investiga la naturaleza, las fuentes y los límites del conocimiento humano, preguntándose si la metafísica puede ser considerada un saber científico. Aplica su método crítico también a la moral (ética kantiana) y a la estética.
  4. Idealismo Alemán: Surge a finales del siglo XVIII y principios del XIX, llevando a sus últimas consecuencias algunas ideas de Kant. Se da gran importancia al Espíritu, la Razón Absoluta, la historia y, en algunos casos, al Estado como realización de la eticidad. También es relevante la teoría dialéctica (tesis, antítesis, síntesis) que será revisada posteriormente por el materialismo histórico. Sus principales representantes fueron G.W.F. Hegel, J.G. Fichte y F.W.J. Schelling.

Época Contemporánea (siglos XIX – actualidad)

Caracterizada por una gran diversidad de corrientes y enfoques, a menudo críticos con la tradición filosófica anterior.

  • Positivismo de Augusto Comte: Rechaza la metafísica y la especulación no fundamentada en hechos observables. Pretende implantar un saber positivo (científico) como base de la organización político-social y el progreso.
  • Marxismo: Desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels, reacciona contra el idealismo de Hegel con una filosofía materialista (materialismo histórico y dialéctico). Su obra adquiere gran importancia en la política, la economía, la sociología y los movimientos sindicales. Sostiene que la realidad (teoría) no solo debe ser comprendida, sino transformada (praxis).
  • Vitalismo: Corriente que exalta la vida como realidad fundamental y critica el racionalismo excesivo. Defiende la importancia de lo irracional, los instintos y la voluntad. Destaca Friedrich Nietzsche.
  • Existencialismo: Enfatiza la originalidad y peculiaridad de la existencia individual. Da prioridad a la existencia concreta frente a la esencia abstracta, a la vida frente a la razón pura, a la praxis frente a la teoría, y a la libertad y responsabilidad individual frente a cualquier determinismo. Destacan Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Simone de Beauvoir y Martin Heidegger, quienes recogen la idea de la irreductibilidad del individuo y la angustia de la libertad.
  • Filosofía Analítica: Surge en el mundo anglosajón a principios del siglo XX. Considera que muchos problemas y errores de pensamiento son de origen lingüístico, por lo que centra su atención en el análisis del lenguaje y en temas lógicos y epistemológicos. Sus representantes iniciales incluyen a Bertrand Russell, G.E. Moore y Ludwig Wittgenstein.
  • Neopositivismo (o Positivismo Lógico): Vinculado al Círculo de Viena, no acepta la metafísica como forma de conocimiento válido, ya que sostiene que el conocimiento significativo solo lo proporcionan las ciencias empíricas y la lógica formal. Su principal pensador es Rudolf Carnap.
  • Posmodernismo: Movimiento amplio y diverso que surge en la segunda mitad del siglo XX como crítica a los grandes relatos y supuestos de la Modernidad (razón universal, progreso lineal, verdades absolutas). Figuras como Gianni Vattimo expanden la filosofía hacia múltiples espacios culturales, incluyendo la ciencia, la tecnología y el arte. El concepto de «pensamiento débil» de Vattimo se convirtió en una actitud epistemológica característica de la sociedad posmoderna, que valora la interpretación, la pluralidad y la contingencia.

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