Fascismo y Comunismo: Soluciones al Estado Liberal
En Europa, el fascismo ha adoptado diversas formas, pero todas convergen en la defensa de un estado totalitario como respuesta a los problemas inherentes a los estados liberales.
Problemas del Estado Liberal y Soluciones Fascistas
- El liberalismo se concibe como un estado surgido de un pacto constituyente entre ciudadanos libres e iguales. Los individuos son miembros de una nación, la cual les otorga su identidad: «soy lo que mi nación pone en mí».
- Al exacerbar la libertad individual, el estado liberal puede derivar en una convivencia conflictiva, donde cada uno persigue sus intereses sin capacidad de sacrificio por el bien común.
- El caudillo se erige como portavoz de la comunidad política, dispuesto a dar la vida por el pueblo, mientras que el pueblo, a su vez, da la vida por su caudillo, encarnación de la patria.
- El poder del caudillo es absoluto, lo que implica:
- Supresión de elecciones libres.
- Restricción de la libertad de expresión.
- Pérdida de independencia del poder judicial.
- Carencia de garantías jurídicas frente a las acciones del estado y su administración.
- El caudillo sustituye la votación por la aclamación.
- El ejercicio del poder absoluto exige la supresión de toda disidencia, incluyendo a aquellos ciudadanos que no reconocen su vinculación objetiva a la nación ni su sumisión a la autoridad absoluta del caudillo que la representa.
- El control absoluto de la sociedad abarca también el control de la vida intelectual.
- En el fascismo, existe una minoría protagonista y privilegiada que dirige, junto al caudillo, desde la obediencia más absoluta.
- El fascismo defiende el capitalismo y se alía con sus clases dirigentes.
Solución Comunista según Carlos Marx
Para Carlos Marx, las democracias liberales de su época eran regímenes políticos al servicio de la clase dominante, la burguesía, cuyo objetivo era perpetuar su situación privilegiada y la explotación del proletariado. Marx demostró que la burguesía controlaba todos los órdenes de la vida social:
- Orden económico: La burguesía era propietaria de los medios de producción (campos e industrias), obligando al proletariado a trabajar para ella.
- Orden jurídico: Las leyes defendían los intereses de la burguesía.
- Orden político: Los parlamentos estaban dominados por burgueses que aprobaban leyes favorables a sus intereses.
- Orden religioso: La religión cristiana promovía la resignación al orden existente y condenaba la violencia necesaria para su transformación.
Marx planteó que esta situación debía cambiar a través de un proceso intermedio: la dictadura del proletariado, que adquirió los siguientes rasgos:
- Económico: Se instauró la planificación estatal de la producción y la distribución de bienes.
- Político: Se impuso la doctrina del partido único, el comunista.
- Partido Comunista: Asumió las tareas fundamentales de convertir al proletariado en una fuerza revolucionaria contra el estado burgués.
- Cultural: Se instituyó la sacralización del poder político y el culto al dirigente del partido, promoviendo un arte comunista y persiguiendo cualquier manifestación cultural que cuestionara el poder del estado.
3.2 La Solución Anarquista
El anarquismo propone resolver la tensión social suprimiendo el estado. Sus razones son:
- La legitimación contractual del estado es una ficción, ya que presupone que los ciudadanos aceptan someterse a su autoridad.
- No es cierto que el estado sea imprescindible para realizar las tareas que desarrolla; si el estado desapareciera, la energía sobrante podría emplearse en satisfacer las verdaderas necesidades de los ciudadanos.
El estado, en sí mismo, es una institución inevitablemente autoritaria que ejerce su poder de coerción, atentando contra las libertades de los ciudadanos.
3.3 Política y Utopía en el Siglo XX
En el siglo XX, el pensamiento utópico representa el pensamiento diferente. Surge la pregunta de si el pensamiento utópico es culpable de las catástrofes históricas provocadas por movimientos sociales, políticos y filosóficos. Existen dos respuestas:
Ernst Bloch: Respuesta Negativa
Bloch sostiene que la característica esencial del ser humano es ser un ser esperanzado. La esperanza implica:
- Reconocernos como seres incompletos, carentes de una convivencia humanizada.
- La utopía exige descubrir las posibilidades objetivas aún no realizadas en el cosmos y luchar por su consecución.
- La utopía es atea.
- La historia del hombre, tanto en lo personal como en la práctica, es susceptible de fracaso.
Para Bloch, la utopía es la expresión política de la esencia del hombre: la esperanza.
Karl Popper: Respuesta Positiva
Popper distingue entre:
- Sociedad cerrada: Aquella en la que los intereses individuales deben sacrificarse por los intereses colectivos.
- Sociedad abierta: Donde no existen intereses colectivos al margen de los intereses individuales. Estas son las sociedades democráticas.
Características de la Democracia según Popper:
- La esencia de la democracia es el cambio pacífico a través del voto.
- La democracia significa gobierno de la mayoría. Los gobiernos democráticos tienen la obligación moral y la legitimidad jurídica para controlar a los intolerantes, utilizando argumentos cuando sea posible y la fuerza cuando sea necesario.
- El poder político debe luchar contra las formas de explotación que impiden la verdadera libertad del ser humano.
- La acción política consiste en desarrollar reformas, buscando solucionar los problemas con la mayor eficacia posible y sin recurrir a la violencia.
Las sociedades cerradas y las utopías que las inspiran incurren en un triple error:
- Error epistemológico: Las políticas utópicas se basan en la creencia de que el poder político posee un conocimiento omnisciente (lo sabemos todo) y un poder omnipotente (lo podemos todo).
- Error metafísico: Las utopías conciben la sociedad como un ente independiente y distinto de los individuos que la integran.
- Error ético: La perfección absoluta de los fines justifica la monstruosidad absoluta de los medios.
Para evitar estos tres errores, Popper recomienda:
- Reconocer el carácter limitado del conocimiento humano; tampoco poseemos certeza sobre los medios, y no podemos predecir con exactitud las consecuencias de las decisiones políticas.
- Reconocer que la sociedad es fruto del modo en que las personas ejercen su racionalidad y libertad.
- Defender una moral centrada en el valor de las personas, su racionalidad y libertad.
Esta moral nos lleva a repudiar el fascismo y el comunismo. Sin embargo, según Popper, también debemos cuestionar al cristianismo, que, al traicionar su compromiso inicial de caridad y amor, ha promovido pavorosas guerras de religión.