El orden y la conexión de las ideas Hume

Teoría del conocimiento, Principios sobre los que se asienta.

1

Principio empirista

Nuestro pensamiento es limitado todos los materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o externa, la razón no puede producir por sí sola una idea original.

2

Principio de inmanencia

Nada puede estar presente a la mente excepto una imagen o percepción. Los sentidos captan los objetos y transmiten su imagen, Hume denomina a los contenidos de la conciencia percepciones que pueden ser de dos tipos: impresiones e ideas.

3

Principio de copia

Nuestras ideas son copias de nuestras impresiones. Imposible pensar algo que no hemos sentido previamente, por esta razón no existen ideas innatas.

Hume construir un criterio de discriminación para descartar ideas ambiguas.

Si un término filosófico no puede remitirse a ninguna impresión concluye que n oiene significado.

4

Principio de asociación de ideas

Las ideas no se encuentran desconectadas en la mente. La imaginación tiene un gran poder para mezclar y combinar a su gusto. Ideas en sí mismas una especie de atracción, como una fuerza suave que normalmente prevalece.

5

Principio de negación de las ideas generales

(nominalismo), no existen las ideas generales y abstractas, sino que las ideas generales no son más que ideas particulares vinculadas a un término general.


Elementos del conocimiento, percepciones que abarcan tanto los contenidos de conciencia como los actos en que se presentan estos contenidos.

Impresiones: actos inmediatos de la experiencia y hay dos tipos: impresiones de sensación, permiten conocer las cualidades de los objetos del mundo exterior, impresiones de reflexión mediante las cuales conocemos nuestros estados de conciencia.

Ideas simples: copias de las impresiones cuando estas han desaparecido, no aportan conocimiento nuevo respecto a las impresiones, pero son más débiles que las impresiones y pueden aparecer en un orden temporal distinto.

Las impresiones de reflexión surgen de las ideas, el mundo incide en nuestros sentidos preoduciendo impresiones de sensación.

Ideas complejas. Agrupación de ideas simples o de impresiones siguiendo tres leyes de asociación:

1. Ley de semejanza: agrupar ideas en virtud de su parecido de su parecido o identidad

2. Ley de contigüidad en el espacio y en el tiempo: establecer una relación entre ideas en base a su proximidad en el espacio o en el tiempo.

3. Ley de causalidad: ser reducida a la anterior puesto que en toda relación causa efecto lo que en realidad vemos es que un hecho sigue otro hecho contiguo.

Concepción de ideas. No hay ideas innatas, no se derivan de arquetipos ejemplares, las ideas no se obtienen por abstracción, las ideas no son universales, tampoco podemos entender las ideas como modos del pensamiento, como decía Descartes.

Tipos de conocimiento


Cuestiones de hecho y relaciones de ideas. Hume en la investigación distingue entre cuestiones de hecho y relaciones de Ideas. Se inspira en Leibniz distinguía entre verdades de razón y verdades de hecho. Las primeras no se referían a la realidad y eran innatas y las segundas se referían a la realidad y se basaban en el principio de razón suficiente.

Relaciones de ideas pertenece toda la afirmación que es intuitiva o demostrativamente cierta y puede descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de lo que pueda existir en cualquier parte del universo.

Estas proposiciones son siempre verdaderas y, además, del análisis del sujeto de la proposición se infiere el predicado de la misma, son analíticas. Único campo del conocimiento donde la certeza es posible.

Cuestiones de hecho no son averiguadas de la misma manera ni tienen la misma evidencia, su contrario es posible porque no tienen otras justificación que la experiencia. Este tipo de proposiciones es el que constituye las ciencias empíricas. A las relaciones de ideas corresponden razonamientos demostrativos y cuestiones de hecho razonamientos probables.


El problema del método


Humo niega validez al método deductivo tanto en su variante escolástica como cartesiana. Método escolástico hace la misma crítica que Descartes.

En cuanto al método deductivo de Descartes necesita recurrir en un primer momento a ideas innatas, que Hume rechaza.

Método inductivo también puede ser formulado de dos formas diferentes:

1. Forma analítico-inductiva, consiste en partir de la experiencia para descomponerla en sus partes simples

2. Suponer que aquel tipo de propiedades de los cuerpos que observamos en todas las experiencias que podemas hacer son válidas para todos los casos.

Ambas formas consisten en el fondo en lo mismo. Hume también rechaza la validez de este método, según él no hay nada que nos permita pasar de un número determinado de e`periencias a una ley general universalmente  válida y necesaria.

Aunque este método no tenga un valor real si tiene un fundamento psicológico: él hábito y la costumbre.


Problemas metafísicos derivados de su teoría del conocimiento



El problema de la causalidad y la necesidad

Clasificar los elementos del conocimiento en impresiones e ideas se introduce un cirterio tajante para decidir acerca de la verdad de nuestras ideas.

Si una idea es verdadera sólo tenemos que comprobar si tal idea procede de alguna impresión. Nuestro conocimiento de los hechos queda limitado a nuestras impresiones actuales y a nuestros recuerdos de impresiones pasadas.

En una inferencia causal, principio de causalidad, en la relación de casusa efecto, «todo lo que empieza a existir tiene una causa» Sólo por medio de esta relación podemos ir más allá de nuestra memoria y sentidos.

Como el principio de causalidad no es ni una relación entre ideas, es indemostrable.

Tampoco se puede demostrar que haya una relación necesaria entre causa y efecto.

La idea sobre la que gira esta relación es la de causa. La base de todas nuestras inferencias acerca de los hechos sobre los que no tenemos una impresión actual. Hume observa que esta relación se concibe normalmente como una conexión necesaria entre la causa y el efecto.

1. Una idea verdadera es la que se corresponde con una impresión tenemos que preguntarnos si tenemos alguna impresión que se corresponda con la idea de conexión necesaria.

2. Tampoco hay un conocimiento que muestre a priori la relación necesaria entre causa y efecto pues los conocimientos a priori solo son posibles cuando tratamos con relaciones entre ideas.

3. No hay ninguna impresión que meustre la relación necesaria entre causa y efecto y que esta relación tampoco puede ser demostrada a priori, esta relación sólo podrá ser demostrada a partir de la experiencia.

Lo único que experimentamos es una sucesión constante, una relación de contigüidad espacio-temporal en el pasado, pero que además de esta sucesión constante exista una conexión necesaria incomprobable.

Nuestro conocimiento sólo tendría justificacióm si existiese una conexión necesaria entre la causa y efecto es imposible demostrar la necesidad de la relación causa efecto.

Sólo la costumbre nos induce a la creencia de que volverá a repetirse el mismo acontecimiento.

Se apoya siempre en un hábito o costumbre mental. El hábito se crea a partir de la experiencia repetida de la conjunción de determinadas impresiones. Una impresión nos indica lo que es real, una idea sobre ele futuro al estar acompañada por la creencia posee la misma intensidad. Gracias al hábito y la creencia ha evolucionado la humanidad.

Deducir que Hume distingue dos planos en su crítica a la noción de causalidad:

1. Plano ontológico. En este campo Hume niega radicalmente la causalidad, niega que la causalidad sea algo real que se da en el mundo.

2. Plano gnoseológico. Aquí Hume si admite la causalidad, forma parte de las leyes que rigen el funcionamiento de la imaginación, funciona como una ley de nuestro modo de pensar las cosas.

La ciencia


Matemáticas, relaciones de oideas y por tanto permiten realizar razonimientos demostrativos absolutamente seguros y ciertos a priori.

La física versa sobre hechos que reduce a leyes, su finalidad es «enseñarnos como controlar y regular acontecimientos futuros por medio de sus causas».

Hume lleva el análisis más lejos y examina dos conceptos fundamentales en la física del momento: fuerza y conexión necesaria. Se pregunta si corresponden a alguna impresión. La respuesta es no.

Por más que examinamos la naturaleza no podemos encontrar sino que, » un suceso sigue a otro, sin que que  seamos capaces de comprender la fuerza, o alguna conexión entre ella y su supuesto efecto». Un acontecimiento sigue a otro, pero nunca hemos podido observar un vínculo entre ellos. La conclusión estas palabras carecen de sentido, cuando hablamos de causas física debemos ser conscientes de que estamos hablando únicaamente de acontecimientos habitualemente conjuntados en el pasado.

La metafísica. Hume es terminante en el rechazo a la metafísica considerándola un saber abstruso, dogmaático y que conduce a la superstición. Escepticismo moderado, nada nos asegura racionalmente la existencia de un mundo exterior. Sería absurdo negar la existencia del mundo y actuar en consecuencia en consecuencia. La vida misma se encarga de eleminar este escepticismo.

Este escepticismo moderado tiene, una soble ventaja: nos cura del dogmatismo de los metafísicos y nos impde abordar cuesiones abstrusas. No podemos afirmar la existencia de los cuerpos como distinta y exterior a las impresiones que es su causa porque esto es afirmar la existencia de algo que va más allá de nuestras impresiones.

Tampoco podemos afirmar la existencia de una sustancia espiritual, del yo como realidad, como sustancia de neustras ideas e impresiones. Existencia del yo como sujeto permanente de nuestros actos psíquicos.

El yo o persona no es ninguna impresión, sino aquello a que se supone que nuestras impresiones e ideas se refieren.

Tal impresión habría de permanecer invariable a lo largo del curso total de neustra vida, ya que se supone que el yo existe de este modo. No hay impresiones constantes e invariables.

La palabra sustancia no designa más que un conjunto de percepciones particulares que nos hemos acostumbrado a encontrar juntos.


El emotivismo moral.
El emotivismo moral se opone al intelectualismo moral defendiendo por los griegos y al Racionalismo moral. Consideran que la distinción entre lo bueno y lo malo se basa en la razón. Conoce el orden natural y a partir de él decidir que conductas están de acuerdo con ese orden natural y cuales no.

Hume considera que el conocimiento intelectual no es ni puede ser la base de nuestros juicios morales.

Los juicios morales nos impulsan a comportarnos de un modo u otro, nos impulsan a actuar, a la acción, mientras que los juicios de la razón no nos llevan a preferir una acción u otra y ello porque los juicios de la razón solo pueden ser relaciones de ideas o cuestiones de hecho y:

1. Las relaciones de ideas no nos impulsan a la acción

2. Las cuestiones de hecho se limitan a mostrarnos hechos, a partir de hechos cometerá la falacia naturalista, pasar del ámbito del ser al del deber ser.

Hume considera que se basan en el sentimiento, su postura como emotivismo moral. Nos empuja a obrar o actuar son los sentimientos, que se reducen a dos básicos: sentimientos de agrado y desagrado. Este sentimiento de aprobación o desaprobación es natural y desinteresado, el ser humano tiene por naturaleza sentimientos positivos hacia los otros seres humanos. Sentimientos positivos, Hume lo llama simpatía. Lo que hace posible la simpatía, ponernos en lugar del otro: la semejanza y la contigüidad. Pertenecer a la especie humana ya tenemos semejanzas con los otros seres humanos entender seu estado de ánimo. Semejanzas la lengua, el carácter, la cultura, etc. Se facilita la simpatía. Es la simpatía l aque fundamenta y hace posible la vida moral.

La inclinación de los seres humanos hacia el bien proviene de la utilidad para la vida social. Esta inclinación natural se refuerza con el hábito y la educación.

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