El problema de la causalidad Hume

David Hume:

Obra más importante: Tratado sobre la naturaleza humana

3.1.4. El problema del método

-Hume niega la validez del método deductivo escolástico y cartesiano y también el de Descartes y los racionalistas: parten de las ideas simples dadas en la intuición para construir ideas complejas por un proceso de síntesis, para ello necesitan recurrir a las ideas innatas, que Hume rechaza.

-El método inductivo: consiste en pasar de un número limitado de observaciones a proposiciones universales.

También rechaza la validez de este método, según él no hay nada que nos permita pasar de las experiencias a una ley general válida y necesaria.

3.2. Problemas metafísicos derivados de su teoría del conocimiento

3.2.1. El problema de la causalidad y la necesidad:

    -No se puede fundamentar el principio de la causalidad: Hume niega el valor del principio de causalidad, “Todo lo que empieza a existir tiene una causa” porque si fuera verdadero se tendría que dar:

        ·Una relación entre ideas, cosa que no es.

        ·Un conocimiento de hechos, cosa que tampoco es porque: nuestro conocimiento de hechos se limita a impresiones actuales e ideas actuales. Todo supuesto conocimiento que prevea el futuro es solo fruto del hábito, que no da un conocimiento necesario de la conexión causa-efecto.

Locke sosténía que este principio si que tenía que ser verdadero, de lo contrario veríamos que algo puede llegar a existir sin causa, por lo que sería causado por nada, eso es un absurdo.

Hume argumenta que si consideramos un absurdo que algo pueda existir de la nada es porque de antemano estamos convencidos de que el principio de causalidad es verdadero. Pero lo que se puede es que demostremos por qué es verdadero, lo que es imposible. Sostiene que el principio de causalidad es indemostrable.

-No se puede demostrar que haya una relación necesaria entre causa y efecto (no se puede demostrar que si meto la mano en el fuego me quemo). No puede demostrarse por tres razones:

       ·No hay ninguna impresión que muestre la necesidad de esa relación

       ·No hay un conocimiento que muestre a priori (antes de la experiencia) que siempre que meta la mano en el fuego me queme. Los conocimientos a priori solo son posibles cuando tratamos con relaciones entre ideas (como las matemáticas).

       ·Como no hay ninguna impresión que me muestre la necesidad de la relación y como tampoco pude ser demostrada a priori, la relación solo puede ser demostrada a través de la experiencia. Pero no se puede inducir de casos particulares una ley general

En una relación causal lo único que podemos observar es una relación de contigüidad espacio-temporal (que después de meter la mano, nos quemamos), pero nunca podremos observar la necesidad de esa relación.

   -Costumbres y creencias:

Establecemos las relaciones necesarias entre causas y efectos por la costumbre, que una vez arraigada se genera la creencia. La costumbre de encontrar estos hechos crea la creencia de que siempre que metemos la mano nos quemamos.

    La creencia es un sentimiento (impresión de reflexión) con el que un conocimiento se transforma en impresión.

De todo esto podemos decir que Hume distingue dos planos en su crítica a la noción de causalidad:

    -Plano ontológico: (del ser), en el que Hume niega la causalidad, que la causalidad sea algo real que se da en el mundo.

    -Plano gnoseológico: (del conocimiento), en este sí que admite la causalidad, forma parte de las leyes que rigen el funcionamiento de la imaginación.

3.2.2. El problema de la sustancia

-Sobre el concepto lockeano de sustancia: Locke considera sustancia como una idea compleja surgida de la actividad combinatoria de la mente.

       Para Locke solo tienen validez las ideas surgidas de la experiencia, pero no hay experiencia de sustancia, como mucho una serie de cualidades que aparecen colocadas de la misma manera. Locke cree que aunque no haya sensación de sustancia es necesario suponer que bajo las cualidades hay algo que las une, la sustancia.

       Para Hume, por ser empirista, la idea de sustancia es fruto de la dinámica combinatoria de la mente y no de las impresiones, por tanto no responde a nada real.

-Sobre la concepción cartesiana de sustancia: después de negar la validez de la noción de sustancia de Locke, Hume hace una crítica al empleo que hace Descartes de ella.

   ·Crítica de la sustancia extensa cartesiana: Descartes distingue entre cualidades secundarias y cualidades primarias. En las secundarias (olores, sabores…) no existen en los objetos, son percepciones subjetivas de la mente. En las primarias (figura y movimiento)  Hume asume la crítica de Berkley, estas son dependientes de las secundarias, ya que solo con ellas llegamos a las primarias. No percibimos el movimiento si no vemos que la figura se mueve, y no la podemos ver si no tiene color.

    ·Crítica de la sustancia infinita, Dios, cartesiana. Aquellos que defienden la existencia de Dios, lo argumentan a traces de principios causales o por las ideas innatas. Hume niega el valor de estas ideas, no puede haber ideas sin la impresión correspondiente. También niega la validez objetiva del principio de causalidad, solo es fruto de la dinámica combinatoria de la imaginación. Por lo que no hay base para afirmar la existencia de Dios. También dice que no hay base para defender su no existencia. Por lo que se considera agnóstico.

     ·Crítica de la sustancia pensante cartesiana: admite la validez de la duda metódica pero esto también nos demuestra que hay pensamiento indudables, pero no que haya algo tras esos pensamientos, no que haya una sustancia.

3.2.3. El rechazo de la metafísica: fenomenismo y escepticismo

La  metafísica es el sabes que trata de desentrañar el ser de las cosas, la teoría del conocimiento de Hume lleva a la negación de la metafísica. Se debe a que (1) según él solo podemos contar con nuestras impresiones pero: no puedo saber a qué se deben mis impresiones de sensación ni el valor que pueden tener las ideas y las impresiones de reflexión. (2) de la realidad externa no puedo tener conocimiento de lo estricto.

   Por esto se reduce a un conocimiento de fenómenos (lo que se muestra).

La posición empirista de Hume le lleva a no poder fundamentar su conocimiento, solo tiene valor lo obtenido a través de las impresiones pero no conocemos la procedencia de estas.

    Esta posición que niega la posibilidad de fundamentar el conocimiento es llamada escepticismo.

3.3. La moral

3.3.1. Introducción

Todo conocimiento es o conocimiento de relaciones entre ideas o conocimientos de hechos. Pero los juicios morales no pretenden ni ser una cosa ni otra, dicen algo más que anunciar mero hechos, someten a una valoración tales hechos.

3.3.2. El emotivismo moral

Locke fundamentan la mora en una naturaleza humana, pero esa naturaleza para Hume no existe.

Lo único que hay propio del sujeto son las impresiones de reflexión, que se conocen como sentimientos.

    Los sentimientos son la única base que tiene Hume con la que fundamenta la moral. Cuando hacemos un juicio de valor sobre algo, lo que hacemos es mostrar nuestros sentimientos, se reducen a dos básicos, de agrado o de desagrado. A la postura que argumenta que la moral se funda en los sentimientos se la conoce como emotivismo moral.

    Hume afirma que nos agrada lo que no es socialmente útil, y nos desagrada lo que socialmente es perjudicial para la sociedad.

3.3.3. La función de simpatía (empatía)

Otro elemento importante en la concepción Humeana de la moral. A partir de su sentido etimológico, conexión de páthos (pasiones, estados de ánimo…). La comunicación de los estados de ánimo  se produce según Hume a partir de la conversación o signos externos.

 Lo que nos permite hacernos una idea de las pasiones de los otros es: la ley de semejanza y la de contigüidad. Por el hecho de ser humanos ya tenemos unas semejanzas con los otros hombres, que nos permite hacernos cargo de su estado de ánimo. También es necesario que estemos en relación con las personas para que se produzca más empatía, más contigüidad.

3.4. Religión: contra el deísmo y la religión moral

3.4.1. Crítica de la religión

Hume rechaza la concepción teísta, la deísta y la religión natural. Comienza por negar la validez de las pruebas que pretenden demostrar la existencia de Dios. Hay de tres tipos:

       -Las que parten del argumento ontológico (ser que existe necesariamente), Hume argumenta que todo lo que concebimos existiendo también lo podemos conocer sin existir, por lo que no hay nada que exista necesariamente.

       -Las que parten de la experiencia del hecho de que algo exista, aplican el principio de causalidad (todo lo que existe, lo hace por una causa, esa causa inicial es Dios). También las niega, el principio de causalidad solamente es una ley que rige la combinación de las ideas, pero que estas pruebas no conducen a una primera causa, más bien nos llevarían a través de un proceso infinito.

       -Las que parten de que hay un orden en el universo, y que tiene que hacer una causa inteligente de ese orden. Problema para Hume de la causa y porque argumenta que toda causa es proporcionada al efecto, si el mundo es finito e imperfecto es difícil de sostener que haya una causa infinita y perfecta, por lo que si la causa de mundo es finita, no ha razón para suponer que haya una causa única.

Hume considera que ni siquiera se puede decir que la religión sea útil, al contrario. Los pueblos con tradición religiosa, históricamente han sido más desgraciados.

3.4.2. La génesis de las ideas religiosas

Las primeras religiones son politeístas y surgen de los sentimientos. La ignorancia y el miedo a lo desconocido. El pueblo adula a los dioses como si fuera un tirano para conseguir sus favores. Por lo que se le atribuyen a un Dios todo tipo de cualidades hasta hacerlo infinito, por lo que surge al monoteísmo (la ventaja que tiene al politeísmo es que tiende a racionalizarse) también encuentra inconvenientes, el monoteísmo potencia el fanatismo y la intolerancia. Cuando uno considera que solo hay un único Dios se ve obligado a defenderlo y  a imponerlo a los demás. Lo que acaba en guerras religiosas. Cuanto más cercano y menos poderoso sea el Dios, menos destructivos son, y viceversa.

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