La naturaleza social del ser humano y la finalidad de la vida social

El hombre es un animal social por naturaleza, lo que se pone de relieve según A en la capacidad comunicativa del ser humano: su lenguaje es capaz de expresar cualquier tipo de conocimiento. Al vivir en sociedad, puede satisfacer y desarrollar todas sus disposiciones o capacidades naturales, tanto corporales como intelectuales. Los individuos forman la polis y no tienen sentido fuera de ella; un hombre jamás se realizaría como persona si naciese y viviese aislado. El hombre solo puede actualizar sus potencias dentro de la polis; si viviera fuera de ella, no sería un auténtico hombre. El individuo se supedita al Estado porque, si no, nunca se realizaría como hombre. Así, el hombre es un animal político por naturaleza, pero no todos los componentes de la sociedad son iguales: hombres, mujeres, niños, esclavos, etc., son distintos y sus funciones son diferentes en la organización política de la ciudad. Este origen natural de la sociedad es demostrable y así lo hace en la política:

• La unión macho-hembra, padres-hijos es algo natural; los hombres nos unimos en familias de manera natural.
• El hombre posee un lenguaje preparado especialmente para comunicarse con otros hombres de forma natural.
• Se dan relaciones cuyo criterio es el dominante y el dominado, y esto no es injusto, sino algo natural. La mujer y el esclavo han de ser gobernados por naturaleza.

Tipos de agrupamientos humanos

Los agrupamientos que son más perfectos o autosuficientes consiguen el desarrollo pleno del ser humano. Cuanto más autosuficiente es una sociedad, más perfecta es. Aristóteles distingue varios tipos de agrupamientos:

• La familia: Al estar formada por un número reducido de personas, no puede satisfacer todas las necesidades de un individuo. Por eso, es natural que las familias se agrupen y formen aldeas que mantienen vínculos comerciales y afectivos.
• La polis o Ciudad-Estado: Es la agrupación que alcanza el tamaño adecuado para permitir desarrollar una existencia verdaderamente humana. Tiene un número suficiente de individuos que cubre todas las necesidades materiales de sus miembros y se ocupa de las actividades humanas más elevadas: praxis y teoría, consiguiendo que el hombre alcance la felicidad.

Las formas políticas

La comunidad política tiene como objetivo promover el bien común, el bien de todos los ciudadanos. Este objetivo le sirve a Aristóteles para valorar si un régimen político es bueno o no. Por ello, concluye que los regímenes políticos buenos o justos son:

• Monarquía: El gobierno de un solo hombre por el interés común.
• Aristocracia: El gobierno de unos pocos en beneficio de todos los ciudadanos.
• República: El gobierno de un amplio grupo de ciudadanos, una clase media que busca también el bien de todos. Este régimen político es el preferido de A, ya que es el que más refleja la búsqueda del término medio.

Sin embargo, los regímenes políticos son injustos cuando solo atienden al bien de una parte de los ciudadanos. Se distinguen tres tipos de gobiernos desviados de los rectos:

• Tiranía: Forma desviada de la monarquía; quien gobierna lo hace en su propio beneficio.
• Oligarquía: Forma desviada de la aristocracia; quienes gobiernan lo hacen en su propio interés.
• Democracia (demagogia): Forma desviada del gobierno republicano; serían los pobres quienes buscarían su propio beneficio al margen del bien de la comunidad.

A diferencia de Platón, el estagirita niega la posibilidad de un estado perfecto. Cada pueblo vive unas circunstancias geográficas, climáticas y culturales que hacen imposible establecer un orden general válido para todos. Cada comunidad debe encontrar la organización que se adapte mejor a sus necesidades y recursos.

Relación entre ética y política en Aristóteles

La teoría política de A mantiene que el hombre necesita vivir en sociedad y que la ciudad tiene como fin la felicidad de sus ciudadanos. Así, existe una relación entre ética, que estudia la acción individual del hombre que favorece el desarrollo de las virtudes propiamente humanas, y la política, que investiga las características que debe poseer una ciudad para que sus ciudadanos alcancen o desarrollen las excelencias humanas. También se ocupa de las formas de gobierno. La diferencia entre A y Platón reside en el carácter utópico de la polis platónica; su intento era construir una ciudad perfecta que garantizara la justicia. Su discípulo Aristóteles elaboró su teoría platónica a partir de la experiencia.

Las virtudes dianoéticas

El conocimiento es la actividad más propia del hombre. Llevar una vida intelectual nos llevará a obtener una serie de virtudes a las que Aristóteles denomina virtudes dianoéticas. Las más importantes son:

• Prudencia: Consiste en la razón práctica o juicio, entendida como la capacidad de aplicar los principios generales a las situaciones cambiantes. Es la virtud que nos hace reconocer cuáles son los medios que nos acercan al bien y la manera en la que se puede llevar a la práctica.
• Sabiduría: Comprensión teórica de la realidad mediante la razón contemplativa; es la virtud más importante.

Las virtudes dianoéticas son teóricas, tienen valor por sí mismas y es en su ejercicio donde radica la idea de la vida y la posibilidad de máxima felicidad.