Los Orígenes de la Filosofía: Del Asombro al Pensamiento Socrático

Explorando los Orígenes de la Filosofía y el Pensamiento Socrático

Respuestas basadas en textos de Carpio, Jaspers y Cassirer

a) El asombro: el primer origen de la filosofía

El primer origen de la filosofía es el asombro. Se puede afirmar que, si este no existiera, tampoco existiría la filosofía. Esto se debe a que, gracias al asombro del ser humano por aquellas cosas de la vida que le parecían extrañas o que simplemente desconocía, comenzaba a formularse preguntas sobre ellas, como por ejemplo: ¿qué es tal cosa?, ¿para qué sirve?, ¿por qué existe esto?, entre muchas otras. El asombro llevó (y lleva) al hombre a la búsqueda de respuestas para esas preguntas que se planteaba. Por ende, se puede deducir que si el ser humano no tuviera la capacidad de admirarse por lo que no conoce o le resulta extraño, la filosofía no existiría, ya que, sin asombro, no habría un motivo o preguntas que impulsaran la búsqueda de respuestas sobre lo desconocido.

b) Duda y situaciones límite: Carpio vs. Jaspers

El segundo origen: la duda
Coincidencias
  • Ambos autores reconocen que nuestros sentidos y percepciones pueden ser engañosos.
  • Ambos utilizan la frase de Descartes, “Pienso, luego existo”, para afirmar que ni siquiera la duda más radical, aquella que quizás ni se percibe, puede engañarnos acerca de nuestra propia existencia mientras pensamos.
Disidencias
  • Mientras Carpio sostiene que la duda filosófica puede presentarse de dos formas diferentes (la duda sistemática o pirroniana y la duda metódica o cartesiana), Jaspers no hace ninguna afirmación al respecto en su texto.
El tercer origen: las situaciones límite
Coincidencias
  • La expresión “situaciones límite” fue utilizada por primera vez por Jaspers, quien la consideraba el tercer origen de la filosofía. Carpio reconoció esta idea como correcta y, a su vez, la adoptó como el tercer origen.
  • Ambos autores reconocen que el término “situaciones límite” hace alusión a situaciones que son insuperables, de las que no podemos salir y que no podemos alterar.
  • Ambos presentan en sus textos la afirmación de Epicteto, la cual dice que “el origen de la filosofía está en tomar conciencia de la propia debilidad e impotencia”.
Disidencias
  • Mientras que Carpio, en su texto, menciona en diferentes partes que hay situaciones que sí pueden cambiar o que dependen de nosotros, además de abordar las situaciones límite, Jaspers, en cambio, se centra únicamente en la expresión que él acuñó.

c) Antropología filosófica en la actualidad: un disparador periodístico

Noticia propuesta: ¿Por qué seguimos creyendo en Dios?

Desde mi punto de vista, esta noticia periodística puede iniciar una discusión desde la antropología filosófica porque aborda una pregunta asociada al ser humano y a una de sus manifestaciones más relevantes para esta disciplina: la religión. Además, considero que esta nota se relaciona con dos de los orígenes de la filosofía: el asombro y la duda.

  • Asombro: porque es una noticia que puede llevar a cualquier persona a indagar, por desconocimiento o intriga, sobre un tema tan fundamental como las razones por las que la gente cree en Dios en la actualidad.
  • Duda: porque la creencia en Dios es un tema profundamente cuestionado, especialmente sobre la veracidad de su existencia. Al ser un ámbito donde coexisten múltiples puntos de vista, puede generar duda, sobre todo en alguien que se inicia en esta reflexión.

2. La misión del filósofo según la perspectiva socrática

Desde la perspectiva socrática, la misión del filósofo es recordar a los demás lo precario que es todo saber humano, liberarlos de la ilusión de un falso conocimiento y hacer que tomen conciencia de los límites de la naturaleza humana. Esta visión afirma que los filósofos no deben transmitir conocimientos, sino impulsar a las personas a tomar conciencia de los problemas. El objetivo es que se den cuenta del hecho sorprendente y primordial de que existen problemas, especialmente problemas éticos (referidos a la conducta) y problemas existenciales (referentes a la existencia de cada individuo). Una vez logrado este reconocimiento, el filósofo debe guiar a los demás para que puedan reflexionar y buscar por sí mismos la solución a dichos problemas.

3. El pensamiento antropológico de Sócrates

El pensamiento antropológico de Sócrates definía al ser humano como aquel ser que, si se le formula una pregunta racional, puede dar una respuesta racional. Dentro de este círculo se incluyen tanto el conocimiento como la moralidad. Mediante esta facultad fundamental de poder dar una “respuesta” a sí mismo y a los demás, el individuo se convierte en un ser “responsable”, es decir, en un sujeto moral. A pesar de que esta descripción ofrece una respuesta, Sócrates prefería abordar el problema de manera indirecta, evitando dar una definición concreta sobre qué es el hombre.

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