Fundamentos de la Filosofía Griega: Del Mito a la Razón y los Presocráticos

El Paso del Mito al Logos: Orígenes del Pensamiento Filosófico Griego

Los seres humanos nos hemos enfrentado a la dificultad de comprender el mundo. Se han ensayado distintas estrategias, y una respuesta común ha sido la introducción de mitos. Wilhelm Nestle utilizó la expresión “el paso del mito al logos”, destacando que la filosofía se caracteriza por su oposición al mito.

Los relatos mitológicos ayudaban a comprender el mundo y sus misterios. Justificaban jerarquías e instituciones, y transmitían valores que regulaban la conducta. Estos relatos están dotados de una alta fuerza emocional.

Los relatos mitológicos participan de una estructura común; sus principales rasgos son:

  • Los hechos se desarrollan en un tiempo pasado.
  • Los personajes presentan características extraordinarias.
  • Hay una clara separación entre el mundo al que pertenecen estos personajes y el mundo humano.
  • A pesar de estar separados del mundo humano, tienen una clara influencia sobre los acontecimientos de la vida humana; por eso, los griegos les rendían culto a los dioses. Los mitos explican el origen (cosmogonía) y la organización del universo (cosmología).
  • Solo los dioses son sabios. Ellos dan el saber a los seres humanos.

La figura del poeta ejerció un papel central en la cultura tradicional griega. A través de ellos, los griegos llegaron a conocer la mayoría de sus mitos. Los poetas eran inspirados por las Musas, hijas de Zeus, quienes en el Olimpo cantaban las hazañas de dioses y de héroes. Homero y Hesíodo fueron los dos grandes poetas tradicionales de Grecia.

El poeta no es dueño de su saber; solo es un intermediario a merced de la voluntad de las Musas.

Los Presocráticos: El Nacimiento de la Razón en la Filosofía

El nacimiento de la filosofía va unido al de un nuevo modo de interpretación de la realidad: un conocimiento basado en el empleo de la razón.

Principios de la Explicación Racional de lo Real

La explicación racional de lo real se caracteriza por principios como los siguientes:

  • Necesidad: Las cosas no ocurren de un modo arbitrario, por casualidad, sino tal como tienen que ocurrir.
  • Permanencia: Las cosas poseen una manera de ser que es constante o permanente; así, todos los entes poseen una esencia (eidos), que es común a los seres de la misma clase.
  • Naturaleza: En un sentido general, la naturaleza es la totalidad del universo. En un sentido particular, la naturaleza de un ente define lo que algo es, su modo de comportarse, su esencia.

La noción de naturaleza va unida a la idea de un todo ordenado, regido por la necesidad, en el que cada elemento ocupa su lugar y se comporta de acuerdo con su modo de ser o naturaleza particular.

La naturaleza es dinámica, está dotada de movimiento y sus entidades están sujetas al cambio. Dicho dinamismo es intrínseco a todo ser natural y viene definido por su esencia.

Los filósofos presocráticos trataron de buscar un encaje racional entre la idea de permanencia del ser y la realidad del cambio, entre la unidad de lo real y la multiplicidad de los seres, así como los diferentes estados y apariencias en los que estos se encuentran.

En el contexto del conocimiento, se diferencia entre un conocimiento sensible, basado en los datos que nos proporcionan los sentidos, y el conocimiento racional. Esta distinción va unida a la que se establece entre lo real y lo aparente, entre lo que realmente es y lo que parece ser.

En su intento de explicar racionalmente la naturaleza, juega un papel fundamental el concepto de arjé. Con la palabra arjé se pretende designar el elemento primordial común constituyente de toda realidad material. El primero en emplearla fue Anaximandro, aunque la pregunta por dicho principio se remonta a Tales de Mileto. La pregunta por el arjé comprende la del origen de lo real, su sustrato común y su causa o fundamento.

El Arjé Único: Tales, Anaximandro y Anaxímenes

Los tres fueron filósofos de Mileto, una ciudad griega en la costa de Anatolia, actualmente situada en Turquía.

Tales de Mileto

Tales de Mileto fue el padre de la filosofía, ya que sus pensamientos dieron lugar a una cadena argumental con desarrollo progresivo en este ámbito. Todos coincidieron en la idea de que es posible determinar un principio o sustrato común a todos los entes, aunque sus soluciones fueron distintas. Para Tales, el origen y el sustrato común de todas las cosas es el agua. Aunque se desconocen los detalles de su pensamiento, y si llegó o no a escribir una obra, se le atribuye la expresión “todo es agua”. Esta afirmación podría apoyarse en la vinculación entre el agua y la vida, y en la capacidad que tiene este elemento para transformarse y adquirir otros estados, como ocurre con el proceso de congelación y evaporación.

Anaximandro

Anaximandro caracteriza el arjé como lo ápeiron, lo indefinido, ilimitado o indeterminado. Interpreta que, siendo el origen y el sustrato de todo cuanto existe, no puede ser ninguno de los elementos conocidos, ya que cualquiera de ellos posee rasgos específicos. El arjé sería una materia indeterminada de la que emanarían los distintos elementos con sus rasgos particulares. Por otro lado, el ápeiron sería una realidad ingénita (sin nacimiento) e imperecedera. Anaximandro concibe que el universo está sometido a un proceso cíclico y eterno de nacimiento y destrucción. Todo nace de ese fondo común indeterminado y todo vuelve a él.

Anaxímenes

Anaxímenes sostuvo que el sustrato común o arjé era el aire. La elección del aire tiene que ver con la asociación de este elemento con la respiración y la vida. Según este filósofo, todos los elementos se constituirían a partir del aire mediante un proceso de condensación y de rarefacción (disminución de la densidad).

Matemáticas, Ser y Logos como Principios: Pitagóricos, Parménides y Heráclito

El Pitagorismo

El pitagorismo es un movimiento filosófico formado en el siglo VI a.C. en torno a la doctrina de Pitágoras de Samos. Su principal área de asentamiento fue el sur de Italia. Entre sus dedicaciones se encuentran la astrología, la música y las matemáticas, ciencia a partir de la cual creyeron encontrar la explicación última de la realidad y su fundamento.

Muchas propiedades, como las de los intervalos musicales, pueden ser explicadas en términos matemáticos; por esto, llegaron a postular que los principios matemáticos eran comunes a todas las cosas. Los números constituirían, de este modo, la naturaleza del universo.

Parménides

También en una ciudad griega al sur de Italia se desarrolló la vida de Parménides, de quien conocemos fragmentos de un poema filosófico con gran repercusión en el curso de la filosofía posterior. Partiendo de la diferencia entre una apariencia inventada por los sentidos y la verdad conocida por la razón, el filósofo plantea un modelo único de lo real en el que el cambio y la pluralidad quedan reducidos a mera apariencia.

Afirma el ser (única realidad que puede ser pensada y dicha) y niega categóricamente la realidad del no ser y, con ello, cualquier ámbito de vacío que permita transiciones o modificaciones. Llega a definir al ser como una realidad única dotada de las siguientes características: ingenerado, indestructible, finito, homogéneo, compacto, indivisible y esférico.

Heráclito

En un contexto en el que se subraya la racionalidad de lo permanente frente al cambio y la unidad frente a la pluralidad, el filósofo de Éfeso, Heráclito, afirma que el universo es un continuo devenir en el que todo nace y nada permanece. Todo fluye en el curso interminable de la lucha entre los elementos opuestos. Sin embargo, este dinamismo no es caótico, sino ajustado a un logos, una ley interna que es en el fondo armónica e invariable.

Los Pluralistas: Empédocles, Anaxágoras y los Atomistas

Una explicación racional del cambio y del movimiento deberá ser consistente con el respeto al principio de la permanencia del ser. Los filósofos pluralistas coinciden en que la solución se encuentra en el postulado de un arjé múltiple. Aunque la realidad es eterna y en sí misma invariable, sus distintos componentes se agrupan y desagrupan en entidades que nacen, se transforman y perecen para dar lugar a nuevas agrupaciones.

Empédocles

Empédocles postuló cuatro principios o arjés: los elementos tierra, agua, aire y fuego. El universo se encuentra sometido al dinamismo interno que es consecuencia de la acción de dos fuerzas cósmicas denominadas el Amor y el Odio. El Amor es principio de unidad y armonía; el Odio es principio de multiplicidad y desorden.

Anaxágoras

Anaxágoras explica la multiplicidad por la diversidad de los elementos que constituyen la materia. Existen innumerables partículas de todas las sustancias (homeomerías o semillas) que se encuentran mezcladas entre sí en una masa compacta. Toda partícula es divisible, por pequeña que sea, y alberga todo tipo de sustancias. Cada elemento se caracteriza por el tipo de semilla que predomina en él, siendo las agrupaciones entre elementos la razón de los entes individuales y su multiplicidad.

Para explicar el origen del movimiento, Anaxágoras recurre a la noción de Nous o entendimiento divino. Será una primera aproximación filosófica a un concepto de orden y finalidad de carácter divino, posteriormente desarrollado de modo más sistemático por Platón y Aristóteles.

Los Atomistas (Leucipo y Demócrito)

Los atomistas (Leucipo, Demócrito) desafían el principio de Parménides al aseverar la existencia del no ser, concebido como vacío. Es este vacío el elemento que permite explicar el movimiento y la pluralidad. La realidad se constituye a base de átomos, porciones de materia indivisible separadas entre sí por el vacío. Estos átomos poseen en gran medida las características de aquel ser único de Parménides: son homogéneos, eternos e inmutables (por no constar de partes ni albergar el vacío en su interior). Se trataría de partículas materiales que se diferencian entre sí solo por su forma. Tanto el nacimiento o la muerte, así como cualquier cambio producido en un ente, se explicaría como resultado de las eventuales agrupaciones o separaciones entre átomos.

Si Anaxágoras concebía el orden como el resultado de la acción inteligente divina, los atomistas adoptan una postura mecanicista en la que no tienen cabida ni la inteligencia divina ni la finalidad. El cosmos sería el resultado de una necesidad ciega: en su movimiento azaroso en el vacío, los átomos colisionan entre sí y se agrupan y desagrupan en los diferentes seres que conforman la realidad.

Sócrates y los Sofistas: El Giro Antropológico en la Filosofía Griega

Un Nuevo Contexto Cultural y Nuevos Problemas

Con los sofistas y Sócrates aparece en la historia de la filosofía una nueva situación. La filosofía abandona el terreno geográfico colonial y se desarrolla fundamentalmente en Atenas, núcleo cultural de la Hélade en esa época. Además, se abandonan los antiguos temas de reflexión centrados en la naturaleza, para pasar a ocuparse del hombre y los problemas de la sociedad.

Este cambio tiene dos razones:

  • La disparidad de teorías y su incompatibilidad al tratar el problema de la physis. El problema de lo uno y lo múltiple no se resuelve y, por tanto, se abandona.
  • Las necesidades planteadas por la práctica democrática en la sociedad ateniense, que implica la necesidad de un debate filosófico sobre los principios de la política y la ética o el comportamiento humano.

En el siglo V a.n.e. en Atenas, siglo de Pericles y del esplendor de la democracia y cultura ateniense, se fue introduciendo una mayor participación ciudadana y la aristocracia de sangre fue perdiendo sus privilegios políticos. Esto fue debido, entre otras causas, a la participación de las clases más populares en la guerra contra los persas, que terminaron por solicitar su derecho de ciudadanía al haber participado en dicha guerra.

La democracia ateniense vive en el Ágora y en el ámbito de la palabra, del discurso. Por el Ágora pasan todas las cuestiones importantes de Atenas y en la asamblea son discutidas y votadas. En principio tienen una característica práctica (resolver problemas cotidianos); sin embargo, remiten a cuestiones teóricas, como: ¿qué es lo justo? o ¿cuáles son las normas por las que debe regirse la ciudad?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *