Del Mito al Logos: El Nacimiento de la Filosofía
La filosofía nace en el siglo VI a.C. como crítica al mito, por eso se sitúa en el paso de la leyenda (mito) a la razón (logos). La explicación mítica utiliza las leyendas para comprender y explicar la realidad total, haciendo que todos los sucesos sean por una voluntad de los dioses; por lo que el mundo es un caos y no un cosmos (un todo organizado y regido por leyes).
Los pensadores griegos se dan cuenta de que los antiguos mitos no aportan pruebas de lo que dicen ni respuestas a los verdaderos problemas sobre el mundo y las cosas. Por lo que quieren una explicación racional. La explicación racional tiene la idea de necesidad natural: las cosas ocurren cuando y como tienen que ocurrir y no por voluntad de los dioses. Busca unas leyes constantes; es decir, la actividad de las cosas se debe a unas leyes.
Los primeros filósofos pretendieron resolver el origen del universo y su constitución, buscando una esencia permanente bajo las apariencias y la unidad de la naturaleza. Esta búsqueda se resume en la pregunta por el Arjé, principio y origen de todo lo que existe. En conclusión, el problema común a toda la filosofía presocrática es que intenta explicar la totalidad en función de una unidad.
Los Presocráticos: Heráclito y Parménides
Heráclito
Heráclito decía que el Arjé del universo es el fuego; el universo entero perecerá en el fuego para volver a renacer.
- Todo cambia y nada permanece: Todo está constantemente cambiando, es decir, nada es igual dos veces; lo único permanente es el cambio y el devenir; por eso dice: «Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río».
- Nada es pensable sin su contrario: La realidad está formada por elementos contrarios; no hay elementos independientes, todo tiene su contrario. Sin embargo, esto genera una armonía oculta. Esto es así porque hay una ley (logos) única que rige el universo. La idea de la realidad teniendo en cuenta la lucha de contrarios se llama dialéctica.
Parménides
Para él, la razón es el único camino para llegar a la verdad. La realidad, para él, es el ser, que es igual al pensar.
Dos vías:
- Vía de la opinión: Se basa en que la información de los sentidos es el conocimiento sensible. Es falso, porque afirma que las cosas son y no son, y esto entra en contradicción con la lógica.
- Vía de la verdad: Es la auténtica vía que revela la verdad a través de la razón, el lenguaje y el pensamiento.
Él afirma que:
- El ser es uno: Solo puede haber un ser, negando la diversidad que nos muestran los sentidos.
- El ser es inmutable: El cambio es imposible, ya que no puede pasar del no-ser al ser.
- El ser es eterno: Todo ha sido siempre y lo será siempre.
Sofistas y Sócrates: El Giro Antropológico
Durante la segunda mitad del siglo V a.C., los sofistas y Sócrates se preocupan por los temas del hombre y la ciudad, pero con distintas ideas.
Los Sofistas
Son relativistas y convencionalistas en cuestiones éticas y políticas, y escépticos respecto al conocimiento.
- Escepticismo: Tienen una actitud intelectual de escepticismo, que se manifiesta en el abandono del estudio de la physis; piensan que no vale la pena seguir discutiendo por esas cuestiones, porque jamás llegaremos a saber la verdad.
- Relativismo y Convencionalismo:
- Relativismo: Niega la existencia de verdades y valores absolutos, universalmente válidos; solo existe la verdad de cada uno. Se opone al universalismo.
- Convencionalismo: Usos y costumbres, principios, valores y normas que rigen el comportamiento social o incluso personal, están basados en acuerdos implícitos o explícitos de la sociedad.
- Moral Relativa: Las normas morales también son consideradas convencionales, relativas, por lo que no existen valores ni principios absolutos, universalmente válidos: lo que se considera bueno, malo, justo, injusto, no es fijo, sino relativo, porque dependen de cada individuo.
Sócrates
Se centra en el estudio del hombre y se dedica a la formación moral de los jóvenes y a enseñar la misión de la filosofía, que para él es la conquista de la virtud.
Rechaza el relativismo y el escepticismo de los sofistas porque está convencido de que existe una verdad absoluta y universal que ayuda a evitar las confusiones intelectuales y morales. Por tanto, la verdad para Sócrates es práctica; es decir, nos ayuda y sirve de guía en la conducta humana.
Para Sócrates, el alma es la esencia del hombre, es la razón. Si el alma es nuestra esencia, tendremos que cuidarla y para ello tenemos que saber qué es bueno y justo. Por eso su lema es: «Conócete a ti mismo».
El método que propone Sócrates para llegar al conocimiento de esa verdad es el diálogo.
Dos partes:
- La ironía: El arte de hacer preguntas que lleven al interlocutor a descubrir su propia ignorancia. Sócrates presenta una actitud irónica: «Solo sé que no sé nada». El objetivo es eliminar las ideas erróneas.
- La mayéutica: Se trata de hacer preguntas tales que el otro llegue a descubrir la verdad por sí mismo. Intenta llegar a la definición verdadera de las cosas utilizando la inducción. Sócrates plantea la necesidad de definir los conceptos morales, saber qué es bueno, qué es justo; conocimiento que se obtiene a través de la reflexión de nosotros mismos.