La Filosofía de Karl Marx: Crítica al Capitalismo, Alienación y la Búsqueda de la Emancipación Social

Contexto Histórico del Pensamiento Marxista

Karl Marx se sitúa en una época de profundas transformaciones económicas, marcadas por la Revolución Industrial y las intensas luchas sociales del siglo XIX. Asume la visión hegeliana de la historia como un proceso dialéctico de afirmación, negación y superación de la realidad. Marx afirma que el auténtico sujeto de la historia no es el espíritu, sino el hombre de carne y hueso que produce su propia vida y la vida social a través de su trabajo en relación con la naturaleza.

El sueño de Marx era una sociedad sin clases sociales, en la que el ser humano fuera efectivamente libre, es decir, dueño de su propio trabajo y de su propio ser. Para lograr este objetivo, Marx parte de una crítica al sistema capitalista, en el cual predomina la propiedad privada. Esta crítica impulsó la idea de una revolución obrera para conseguir una sociedad igualitaria. Con este fin, se propuso el comunismo como vía para establecer una sociedad sin clases sociales.

Al igual que en el Antiguo Régimen, donde la sociedad estaba constituida por estamentos y la aristocracia era la clase dominante (sustituida por la burguesía tras la Revolución Francesa), Marx observa una continua lucha de clases. En consecuencia, el comunismo surge como una propuesta para establecer una sociedad igualitaria, sin clases ni propiedad privada.

La Filosofía de Karl Marx: Un Enfoque Práctico

La filosofía de Marx es de carácter eminentemente práctico, ya que su principal preocupación es la condición humana. Los temas centrales de su obra incluyen:

  • La lucha política revolucionaria.
  • La explicación científica de la sociedad moderna.
  • El pensamiento sobre el ser humano y su falta de libertad.
  • El movimiento obrero.
  • La crítica a la filosofía y a los filósofos precedentes.
  • La crítica al capitalismo industrial.

El Ser Social del Hombre y la Alienación

El Ser Humano como Productor de su Existencia

El ser humano debe producir sus medios de vida. Sin embargo, Marx observa una paradoja: esta vida, creada por él mismo, no le permite realizarse plenamente como humanidad libre. Como él mismo señaló: “el progreso humano se logra como impulso del trabajo social, pero esta actividad no es una actividad libre.”

Las formas de organización del trabajo humano han sido históricamente “extrañas” al ser humano racional, ya que estas formas le son impuestas. Esto se manifiesta en modos de producción como el esclavista, el feudal o el capitalista. En estos sistemas, la vida humana se convierte en alienada y los seres humanos en seres alienados, es decir, no libres.

Concepto de Alienación en Marx

El concepto de alienación se utiliza para expresar que el trabajo humano, bajo el capitalismo, es una fuente de sufrimiento y coacción. En el sistema capitalista, la explotación queda oculta bajo la creencia de una supuesta “libertad” para comerciar o vender la fuerza de trabajo. La división del trabajo en las sociedades contemporáneas es una clara manifestación de la alienación que sufre el ser humano.

En el modo de producción capitalista, la separación entre las actividades mentales y las físicas implica una profunda deshumanización, al convertir a los seres humanos en máquinas obedientes. En el capitalismo, los seres humanos están clasificados, y todo, incluidas las personas, tiene un precio.

La Explotación Capitalista: Plusvalía y Fetichismo de la Mercancía

La explotación capitalista se manifiesta en la venta de la fuerza de trabajo al capitalista y el uso que este hace de dicha transacción, obligando al obrero a producir mucho más de lo que representa el valor pagado por su fuerza de trabajo. En su obra El Capital, Marx concretó cómo este trabajo excedente, la plusvalía, es crucial para la dominación capitalista.

Bajo la apariencia de un intercambio libre e igualitario en la sociedad burguesa, se oculta una desproporción entre la riqueza total producida en el tiempo de trabajo y lo pagado por la fuerza de trabajo. Las plusvalías quedan en manos del empresario, y su acumulación da lugar al capital. Este margen de beneficio, oculto para los participantes bajo la forma de un contrato entre iguales, fue denominado por Marx fetichismo de la mercancía.

Ideología: Falsa Conciencia y Fetichismo de la Mercancía

El término ideología tiene diversos significados en la obra de Marx. En primer lugar, se refiere a la falsa conciencia de la realidad. Este concepto se asocia con el idealismo, la fantasía de querer convertir en realidad el deseo de libertad y justicia, pero sin transformar las estructuras materiales de la sociedad. Para Marx, los seres humanos se sitúan en una clase social concreta, no en el firmamento de la fantasía filosófica.

En segundo lugar, el concepto de ideología se diferencia del fetichismo de la mercancía, que describe la función de enmascaramiento y falsificación que tiene la interpretación burguesa de las formas económicas capitalistas. El intercambio desigual y el “robo” del tiempo de trabajo quedan ocultos bajo la teórica libertad e igualdad en las relaciones económicas entre trabajador y capitalista. La verdadera realidad del trabajo social está velada tras la forma de intercambio de mercancías: los salarios ocultan la explotación, ya que el dinero recibido parece equivalente al valor de la fuerza de trabajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *