La Ilustración: El Siglo de las Luces
El origen de este movimiento, desarrollado en el siglo XVIII (conocido como el «Siglo de las Luces»), parte de la difusión de la filosofía empirista inglesa. Esta corriente afirmaba que todo conocimiento provenía de la experiencia, con figuras clave como Locke y Hume. Asimismo, fue fundamental el espíritu científico difundido por Newton, matemático y científico inglés que desarrolló su obra en las últimas décadas del siglo XVII, y sus seguidores. Ellos sentaron las bases de la llamada ciencia moderna: toda teoría científica debía ser probada mediante experimentos, una idea ya anticipada a comienzos del siglo XVII por los trabajos del astrónomo italiano Galileo. De esta manera, la Ilustración, aunque considerada por muchos como una corriente filosófica francesa, tiene claramente una inspiración británica.
Contexto y Cuestionamientos
Al revisar el contexto de finales del siglo XVII, se observa que las sociedades europeas estaban consolidadas en cuanto a sus posturas religiosas y principios políticos. Por esta misma razón, la Ilustración propuso un giro a las posturas sociales y eclesiales, las cuales fueron cuestionadas a tal grado que, en algunos casos, se llegó hasta el ateísmo.
Por tanto, a esta época también se le conoce como «El Siglo de las Luces». Todo esto se desarrolló e impulsó inicialmente en Francia y se extendió posteriormente a Europa, especialmente a Inglaterra y Alemania.
¿Qué es la Ilustración?
La Ilustración es un movimiento filosófico, una corriente intelectual y de pensamiento literario y científico. Es una tendencia académica e intelectual que se desarrolla desde el racionalismo y el empirismo del siglo XVII hasta la Revolución Industrial y el liberalismo. Originada en Francia y extendida por el resto de Europa, se caracterizó por considerar todo lo antiguo como oscuro y decrépito. Representa la culminación del racionalismo renacentista y una época de progreso basada en los conocimientos racionales y los perfeccionamientos de la técnica y la ciencia. Además, fue un período que fortaleció a una nueva burguesía.
En definitiva, la Ilustración se entiende como un movimiento intelectual cuyas bases son un conjunto de ideas filosóficas que enfatizan la confianza en la razón como solución a muchos de los males de la humanidad. La razón, aplicada a través de los conocimientos científicos y difundida gracias a la educación, se convierte en una herramienta esencial para el progreso humano. La Ilustración estuvo relacionada con una expresión estética llamada Neoclasicismo, el cual tuvo mucho auge en Francia. Los ilustrados, en contra del régimen monárquico de la época, favorecieron estas nuevas ideas, lo que se reflejó en las décadas siguientes.
Características de la Ilustración
El ambiente intelectual que se desarrolló durante la Ilustración abandonó las creencias religiosas y las sustituyó por la confianza en la capacidad del ser humano y en sus posibilidades de progreso. Se tuvo una fe profunda en el hombre como tal. Toda esta nueva concepción influyó tanto en la educación como en el gobierno. Así, Francia se convirtió en un centro de cultura cuyo ambiente político fue más tolerante a las nuevas ideas de los intelectuales, a quienes se les llamó ilustrados. La confianza en el uso de la razón, la defensa de las libertades individuales y de la tolerancia religiosa, y el optimismo ante el futuro, son rasgos característicos de muchos de los llamados ilustrados.
Las principales características de la Ilustración incluyen:
- Búsqueda de la felicidad: Un objetivo central para el individuo y la sociedad.
- Racionalismo: La razón como fuente principal de conocimiento y verdad.
- Creencia en la bondad del hombre: La idea de que el ser humano es inherentemente bueno.
- Laicismo: Separación de la Iglesia y el Estado, y una visión más secular del mundo.
- Hipercriticismo: Una actitud crítica hacia las instituciones, tradiciones y dogmas establecidos.
- Imitación: Valoración de los modelos clásicos y la naturaleza como fuente de inspiración.
El Romanticismo: Reacción y Sentimiento
El Romanticismo fue un movimiento artístico, político y social que, durante la primera mitad del siglo XIX aproximadamente, defendió las ideas de la libertad y la individualidad.
Este movimiento se originó en Alemania y en Inglaterra (el término «romántico» se empleó por primera vez en Inglaterra en el siglo XVIII para denominar a los jardines naturales) como una reacción a la Ilustración. Se distingue precisamente porque rompe con las normas y tradiciones establecidas. Los orígenes del Romanticismo se localizan especialmente en Alemania, donde se desarrolló un movimiento llamado Sturm und Drang (Tempestad e Ímpetu), que se basaba en el pensamiento del filósofo Kant.
¿Cómo era un escritor romántico?
El escritor romántico se caracterizaba por varios rasgos distintivos:
- Amante del aislamiento y la soledad: Por ello, la música, la naturaleza y la poesía eran su más grande deleite. Para el poeta romántico, no había otro ser que sufriera más que él.
- Irracional en la elección de sus temas y en la explicación de los fenómenos naturales: Para un romántico, un fantasma o un espíritu eran sumamente interesantes, en contraste con la lógica ilustrada.
- Idealista: Los artistas románticos consideraban que existía un mundo superior (creado en su imaginación), así como una mujer ideal y un genio que sobresalía entre todos.
- Se sentía preso de la angustia: Para el poeta romántico, el sufrimiento era un estado frecuente del cual nacían sus mejores versos.
- También era un bohemio, irrespetuoso de las normas e incluso ensimismado.