Fundamentos Éticos de los Derechos Humanos
La búsqueda de una base moral para los derechos humanos se ha articulado históricamente en torno a tres pilares fundamentales:
Las Creencias Religiosas
La primera manera en que los seres humanos encontraron para fundamentar los derechos humanos fue la religiosa. El judaísmo, el cristianismo y el islam reconocen una dignidad especial a los seres humanos porque han sido creados por Dios a su imagen y semejanza. Cualquier ofensa al hombre está prohibida por los mandamientos religiosos. Además, nuestro prójimo es toda persona igualmente creada por Dios y con igual dignidad.
La Naturaleza Humana
Muchos filósofos han dado una definición de la naturaleza humana, centrándose en que, a pesar de ser una especie animal, cuenta con la facultad de la razón. La felicidad a la que aspira el hombre tiene que ser alcanzada en función de aquellas invenciones de la cultura humana: técnica, agricultura, ciencia, política, etc., que le han ayudado a la mejor adaptación y supervivencia de la especie. El respeto y la ayuda mutua contribuyen a este fin.
La Racionalidad Comunicativa
Otros filósofos sostienen que, para reconocer los derechos del hombre, solo hay que mirar la capacidad para pensar, hablar y comunicarnos. Esto es la racionalidad, que permite defender nuestras creencias mediante argumentaciones que tienen que ser entendidas por los demás mediante un diálogo abierto y aceptable. Los derechos humanos son universales porque se entienden como normas de conducta para todos en busca del bien y de la justicia.
El Respeto y las Tres Generaciones de Derechos Humanos
Las tres generaciones de los derechos humanos deben ser respetadas como una exigencia de nuestra vida social.
Derechos Civiles y Políticos (Primera Generación)
La abolición de la esclavitud ha sido uno de los mayores logros de la humanidad. Sin embargo, aún existen violaciones de derechos como torturas, detenciones ilegales, malos tratos, etc. La ONU ha conseguido que muchos países respeten más derechos humanos que antes. Ahora bien, la experiencia internacional demuestra que se precisa no solo apoyo legal y moral, sino también apoyo material. Esto lo realizan muchas ONG como la Cruz Roja.
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Segunda Generación)
Con respecto a los derechos de la segunda generación, es evidente que hay miles de millones de personas en nuestro mundo que no disponen de los medios de subsistencia más indispensables: comida, vestido, agua, etc. Muy importantes son las escuelas, porque la educación supone la posibilidad de salir de ese mundo de pobreza. Las agencias de la ONU que actúan en este ámbito son la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Otras organizaciones solidarias que luchan contra el hambre, el analfabetismo y la enfermedad son Cáritas, Ayuda en Acción, Manos Unidas, entre otras. Finalmente, es importantísimo terminar con el trabajo en condiciones infrahumanas (incluido el trabajo infantil) que se produce en países subdesarrollados por empresas de países ricos; para esto existe la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Paz, Equilibrio y Desarrollo Sostenible (Tercera Generación)
Los derechos de la tercera generación nos exigen preocuparnos por la guerra, la contaminación medioambiental y el subdesarrollo de ciertos países. Hay que evitar que ciertas empresas sigan contaminando, así como el tráfico internacional de armas y la explotación de países pobres por países ricos. ADENA (WWF) y Greenpeace son organizaciones que se preocupan del medioambiente, pero también ACNUR, Médicos del Mundo, etc., así como otras organizaciones solidarias, proporcionan ayuda humanitaria a países que lo necesitan.
Acción y Deberes en Favor de los Derechos Humanos
Deberes Humanos
La defensa de los derechos humanos implica que tienen deberes correspondientes, es decir, las tareas que las personas y los estados deben realizar para el cumplimiento de tales derechos. Por ejemplo, el derecho a la vida conlleva el deber de respetarla; el derecho a opinar libremente implica el respeto a las opiniones de diferentes personas. Hay deberes que son más básicos porque son prioritarios para que una sociedad permita el desarrollo adecuado del individuo.
Así lo confirma la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948:
«Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad donde puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.»
Líneas Generales de Actuación
Además de cumplir con los deberes cívicos, podemos ayudar a que se cumplan los derechos humanos a nivel nacional e internacional mediante tres tipos de actuaciones:
- Difundirlos: Es decir, darlos a conocer a todas las personas para que puedan reclamarlos o protegerse con ellos.
- Asociarnos: Participar en organizaciones de voluntarios que trabajan en favor de ellos y cooperar solidariamente con dichas organizaciones.
- Exigir su cumplimiento: De manera que tanto autoridades como particulares se vean en la necesidad de respetarlos por medios legales: manifestaciones, cartas, etc.
Legalidad, Legitimidad y Eficacia de las Leyes
Las leyes permiten al Estado el uso legítimo de la violencia: la coacción o amenaza de violencia es legítima cuando obedece a las normas jurídicas, pero además está justificada por la justicia de la sociedad. Hay tres tipos de relaciones entre legalidad y legitimidad:
Leyes Legales pero Ilegítimas
Cuando hay leyes que cumplen los requisitos del sistema jurídico y han sido dictadas por la autoridad competente, son legales por lo tanto, pero no son legítimas porque contienen aspectos injustos o abusivos.
Leyes Legales, Legítimas y Eficaces
Hay leyes que son legales por corresponderse con todo un sistema jurídico, por ser legítimas y ser dictadas por la autoridad política competente; son eficaces y democráticas.
Leyes Ilegales e Ilegítimas
Finalmente, hay leyes que contradicen la legalidad actual, además carecen de legitimidad y quien las impone se sirve de ellas por medio del miedo.
Conceptos de Autoridad y Poder
Significado de Autoridad
La autoridad es algo que se tiene porque alguien la concede, quien a su vez tiene que estar dentro de un sistema legal complejo. Por regla general, no puede tener autoridad aquel al que no se le ha concedido el derecho a ejercerla. Quien ejerce la autoridad con pleno derecho la ostenta. Quien ejerce la autoridad, pero sin tener derecho a ello, la detenta.
Condiciones de la Legalidad de las Leyes
La legalidad de una norma tiene que venir dada según unos requisitos formales y por unos procedimientos ya establecidos. Por ejemplo, los principios o leyes de un Estado dependen de funcionarios y de otras leyes anteriores. La legitimidad, en cambio, tiene que ver con que la norma sea justa o no. El sistema jurídico es una jerarquía de leyes donde cada una tiene su rango; siendo la de mayor rango la Constitución, es decir, todas las demás leyes tienen que estar subordinadas y acordes con lo que ella establezca.
Autoridad y Poder
La autoridad es una forma de poder, y se define el poder como la capacidad que alguien tiene para influir sobre otras personas o cosas, es decir, la capacidad que se tiene para ser o hacer algo. El poder se entiende como saber, como capacidad para resolver problemas (por ejemplo, de matemáticas). Hay un tipo de poder que es sinónimo de dominio, como el que ejercen algunos seres sobre otros. Este dominio es necesario y positivo cuando se hace bajo ciertas reglas y límites, pero es negativo cuando se convierte en esclavitud, abuso de poder y explotación laboral.
